Un arbitraje necesario

En estos momentos puede considerarse superada la grave crisis provocada por la huelga encubierta y, por tanto, ilegal de los controladores a¨¦reos, que ha ocasionado graves perjuicios. Ello ha obligado al Gobierno a adoptar medidas excepcionales, plenamente justificadas y sin que sea posible efectuar tacha alguna de ilegalidad a las medidas adoptadas para recuperar la normalidad en la navegaci¨®n a¨¦rea. Superada la situaci¨®n cr¨ªtica, sin dejar el asunto aparcado no se sabe para cuando, resulta ineludible afrontar el fondo del conflicto que se viene arrastrando desde hace ya demasiado tiempo. M¨¢s all¨¢ de respuestas coyunturales de urgencia y al margen de la exigencia de responsabilidades que correspondan, ahora resulta imprescindible encontrar un procedimiento efectivo para resolver el conflicto laboral que se viene arrastrando meses incluso a?os, con una soluci¨®n estable en el tiempo. La clave del problema se encuentra en un bloqueo total de la negociaci¨®n del convenio colectivo, con propuestas por parte de los controladores dif¨ªcilmente asumibles y rechazos frontales a las propuestas gubernamentales, sin ocultar ciertas torpezas por parte de responsables ministeriales al acordar ciertas medidas discutibles desde el punto de vista de su legalidad. En todo caso, la situaci¨®n y las relaciones entre unos y otros se encuentran tan deterioradas, que convierten en ilusoria cualquier pretensi¨®n de retomar las negociaciones a estas alturas. Al propio tiempo, al acudirse a la aprobaci¨®n de sucesivos Reglamentos s¨®lo se ha dado una respuesta parcial a los asuntos relativos a la jornada y retribuci¨®n de un sector tan singular como es el de los controladores; en todo caso, tales reglamentos no han podido ni pueden sustituir al convenio colectivo. De este modo, la ¨²nica salida viable ser¨ªa someterse las partes a un arbitraje laboral, que resuelva las cuestiones b¨¢sicas del conflicto de fondo, que las partes han demostrado con creces que son incapaces de afrontar por la v¨ªa de la negociaci¨®n. Ya en verano el Gobierno propuso acudir a un procedimiento arbitral como forma de superar el callej¨®n de salida en que se encontraban, pero no fue aceptado el envite por los controladores. Ahora el arbitraje es la ¨²nica soluci¨®n para dar respuesta definitiva a las cuestiones de fondo desencadenantes del conflicto. Incluso hay sobrados argumentos jur¨ªdicos para entender que concurren las circunstancias justificativas para imponer como obligatorio este arbitraje. Eso s¨ª, esta f¨®rmula en tal caso hay que adoptarla de manera inmediata, antes de la conclusi¨®n del estado de alarma.

Jes¨²s Cruz Villal¨®n es Catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Sevilla