Gadafi es un "hipocondriaco" y le obsesiona la est¨¦tica
Los diplom¨¢ticos de EE UU pensaron que hab¨ªa sufrido un derrame cerebral, pero la p¨¦rdida de control de los m¨²sculos de la cara se deb¨ªa al uso excesivo de b¨®tox
El l¨ªder libio, Muamar el Gadafi, de 68 a?os, es un "hipocondriaco". "Est¨¢ obsesionado con sus enfermedades e insiste en que todos los ex¨¢menes y dem¨¢s pruebas" m¨¦dicas a las que se somete "sean filmadas". Dedic¨® una tarde entera a visionar con varios facultativos "el v¨ªdeo de una prueba endosc¨®pica" que se le practic¨®.
La salud del personaje que ostenta el poder es seguida con especial atenci¨®n por el cuerpo diplom¨¢tico en los reg¨ªmenes unipersonales como el de Libia. La Embajada de EE UU en Tr¨ªpoli intent¨® averiguar, en junio del a?o pasado, si Gaddafi ten¨ªa c¨¢ncer, como rumoreaban algunas fuentes extranjeras. Lleg¨® a la conclusi¨®n, tras consultar fuentes locales, de que solo "padece hipertensi¨®n y raya en la diabetes".
"Gadafi no parece estar del todo bien", se?alaba el embajador de EE UU en Tr¨ªpoli, Gene Cretz, en un informe elaborado en junio de 2009 sobre la salud del l¨ªder. Fuentes conocedoras de su actividad indican que "el calendario de sus citas -especialmente durante la noche- es menos intenso que antes y que dedica m¨¢s tiempo a descansar durante el d¨ªa".
Adem¨¢s de estos indicios, el inter¨¦s de Cretz obedece a otras razones. Gadafi daba la impresi¨®n de haber perdido parcialmente el control de los m¨²sculos de su rostro, lo que pod¨ªa significar que hab¨ªa sufrido un derrame cerebral.
En realidad le hab¨ªan inyectado b¨®tox por razones est¨¦ticas, seg¨²n las mismas fuentes. Unos meses antes, en 2008, Gadafi tambi¨¦n se someti¨® a un implante de cabello, pero "padeci¨® una extra?a reacci¨®n autoinmune a la intervenci¨®n y el injerto tuvo que ser retirado". "Es muy presumido", asegura una fuente que le conoce bien.
La Embajada de Espa?a hab¨ªa revelado de antemano al cuerpo diplom¨¢tico en Tr¨ªpoli que Gadafi no estaba en plena forma. Rafael-Mar¨ªa Reig, n¨²mero dos de la representaci¨®n espa?ola, revel¨® que el l¨ªder libio "ten¨ªa dificultades f¨ªsicas para subir escaleras".
En v¨ªsperas de su visita oficial a Espa?a, en diciembre de 2007, el protocolo libio pidi¨® a sus anfitriones que el l¨ªder se alojase en el primer piso de un hotel de Sevilla -no le gusta utilizar ascensores por razones de seguridad- y que, a ser posible, su habitaci¨®n no tuviese desniveles porque le cuesta subir escaleras.
Los esc¨¢ndalos de la familia Gadafi son tambi¨¦n seguidos con inter¨¦s por los diplom¨¢ticos, porque causan un cierto malestar en la sociedad libia. "Las juergas y las extravagancias" de dos de sus hijos, Mutasim y Han¨ªbal, "irritan a algunos libios que las consideran imp¨ªas y embarazosas para el pa¨ªs", escrib¨ªa el embajador Cretz en febrero pasado.
"Mutasim Gadafi, asesor de seguridad nacional, empez¨® 2010 de la misma manera que 2009, con un viaje, en v¨ªsperas de A?o Nuevo, a Saint Barth¨¦lemy y con rasgos de haber bebido grandes cantidades de alcohol", al tiempo que disfrut¨® de un concierto millonario organizado para ¨¦l y sus invitados.
En cuanto a Hannibal, otro hijo del l¨ªder, acab¨® esas mismas Navidades ultrajando a su esposa, Aline, en un hotel de Londres. "Nuestros contactos nos dicen que semanas antes del incidente Aline amenaz¨® con dejar a Hannibal y se escap¨® a Londres", se?ala el embajador.
"Cuando Safiya, la madre de Hannibal, supo lo sucedido, inst¨® a Aline por tel¨¦fono a que regresara a Tr¨ªpoli y le prometi¨®, a cambio, "todo lo que deseara". Aline no volvi¨® y "Hannibal la persigui¨® a Londres, la localiz¨® y la agredi¨®". "Cuando Safiya y Ayesha, la hermana de Hannibal, embarazada de varios meses, supieron la noticia, ambas intervinieron".
"Ayesha viaj¨® a Londres" mientras que Safiya llam¨® a la esposa pr¨®fuga por tel¨¦fono. "Le aconsejaron a Aline que dijera a la polic¨ªa que result¨® herida 'accidentalmente' y que no mencionara la agresi¨®n" para que el hijo de Gadafi no acabara detenido como ya lo estuvo en Suiza, en 2008, por motivos similares.
Mientras, el tercer hijo var¨®n de Gadafi, Saif el Islam, "se desmarc¨® oportunamente" del resto de la familia. "Celebr¨® Nochevieja muy lejos de Tr¨ªpoli, en una peque?a ciudad neozelandesa (...) a la que se fue a cazar". "Saif parece progresar en presentarse a s¨ª mismo como un humanista, fil¨¢ntropo y reformista". El embajador tiene pocas dudas de que es el heredero del "trono de Gadafi".
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