La alta inflaci¨®n en plena crisis provoca una p¨¦rdida general de poder adquisitivo
Los precios cierran 2010 con un aumento del 3% por la energ¨ªa y los impuestos - Econom¨ªa rechaza una merma de competitividad por el diferencial con Europa
La crisis golpe¨® con fuerza a funcionarios y pensionistas en mayo del a?o pasado, cuando el Gobierno redujo los sueldos en el sector p¨²blico y congel¨® las pensiones para reducir el agujero fiscal, en pleno ataque de los mercados. La inflaci¨®n eleva ahora el n¨²mero de damnificados por la crisis: el fuerte incremento del ¨ªndice de precios de consumo (IPC) en 2010 provocar¨¢ una p¨¦rdida generalizada del poder adquisitivo de los trabajadores.
A diferencia de lo ocurrido en 2008 y 2009, los precios crecieron el a?o pasado m¨¢s que los salarios: la inflaci¨®n cerr¨® 2010 con un alza del 3%; la subida media en el conjunto del a?o fue del 1,8%. Los sueldos pactados por convenio -que afectan a m¨¢s de siete millones de trabajadores- crecieron el 1,3%, y la encuesta de costes laborales refleja aumentos a¨²n menores. Esa diferencia supone una reducci¨®n autom¨¢tica del poder de compra de los salarios.
La subida de la luz, el gas y otras tarifas reguladas a?adir¨¢ presi¨®n en enero
Funcas y Flores de Lemus revisan al alza sus previsiones para 2011
Entre esos siete millones de empleados con convenio, algo m¨¢s de tres millones de trabajadores carecen de la protecci¨®n de las cl¨¢usulas de revisi¨®n salarial. Esos son los m¨¢s perjudicados por el alza de precios. Pero no solo esos: el dato de diciembre suele utilizarse para la actualizaci¨®n autom¨¢tica de salarios, alquileres y otros tipos de rentas, lo que provoca transferencias de poder adquisitivo. "La subida de la inflaci¨®n comporta un empobrecimiento de la sociedad espa?ola: los trabajadores, y colectivos como los funcionarios y en menor medida los pensionistas, cargan con el grueso del impacto de la crisis, lo que en definitiva va a comportar una distribuci¨®n de la renta m¨¢s desigual", afirm¨® Santos Ruesga, de la Universidad Complutense.
El secretario de Estado de Econom¨ªa, Jos¨¦ Manuel Campa, atribuy¨® la mayor inflaci¨®n a la evoluci¨®n de los precios de la energ¨ªa y al aumento de impuestos. Campa conf¨ªa en que a medida que se absorban las subidas impositivas "los incrementos de precios se mantengan a tasas similares a las de diciembre", aunque el 1 de enero entraron en vigor fuertes alzas de los precios regulados (de la luz, el gas y el transporte) que podr¨ªan deparar m¨¢s inflaci¨®n. Tanto Funcas como el Instituto Flores de Lemus elevaron ayer sus previsiones de IPC para 2011.
El n¨²mero dos de Econom¨ªa dej¨® un recado adicional: "Es deseable que la volatilidad del IPC y los precios de la energ¨ªa no generen efectos de segunda ronda". En rom¨¢n paladino, el Gobierno espera que el alza de los precios no se traslade a los salarios, lo que generar¨ªa m¨¢s costes para las empresas y a la postre nuevas subidas de precios, en una espiral muy perjudicial para la competitividad exterior de la econom¨ªa.
El Banco de Espa?a lleva meses recomendando el menor uso de las cl¨¢usulas de revisi¨®n salarial para evitar esos efectos. En 2010, solo el 45% de los convenios incorporaron dichas cl¨¢usulas, frente al 70% de a?os anteriores. Ese dato permite apuntalar la moderaci¨®n salarial para mejorar la competitividad, en el marco de un acuerdo plurianual alcanzado entre empresas y sindicatos con ese objetivo. "Pero a la vez implica la p¨¦rdida de poder adquisitivo de los trabajadores que no est¨¢n protegidos: los empresarios han trasladado a los precios pr¨¢cticamente toda la subida de la energ¨ªa y de los impuestos, en un comportamiento nada solidario con la situaci¨®n cr¨ªtica por la que atraviesa la econom¨ªa espa?ola. Eso implica que una inflaci¨®n tan elevada como la actual es muy nociva para los trabajadores", advirti¨® Miguel ?ngel Garc¨ªa, director del gabinete t¨¦cnico de CC OO.
?ngel Laborda, de Funcas, afirm¨® que la inflaci¨®n "comporta un empobrecimiento general", pero alert¨® tambi¨¦n de los posibles efectos de segunda ronda y, a diferencia del economista de CC OO, asegur¨® que las empresas "no han trasladado una parte de la subida impositiva, por lo que tambi¨¦n han visto recortados sus m¨¢rgenes y sus beneficios".
La elevaci¨®n del IPC desentierra el viejo conflicto del reparto de rentas entre empresarios y trabajadores, la aparente contradicci¨®n entre las necesarias ganancias de poder adquisitivo para elevar el consumo privado y la necesidad de contener los costes salariales para no perder competitividad. Y ah¨ª la narrativa de los sindicatos y la patronal diverge y parece pr¨¢cticamente irreconciliable: ante la notable alza de los precios de diciembre, CC OO defendi¨® ayer la extensi¨®n de las cl¨¢usulas salariales en los convenios, en tanto que UGT abog¨® por la mejora del poder de compra de los trabajadores como condici¨®n necesaria para impulsar la recuperaci¨®n de la econom¨ªa; por el contrario, la CEOE consider¨® que "ser¨ªa un error" en t¨¦rminos de competitividad tomar como referencia el IPC del cierre del a?o para actualizar las rentas y los salarios.
Y como tel¨®n de fondo en ese debate, Europa: el alza de precios en la eurozona fue al cierre de 2010 del 2,2%, frente al 3% espa?ol (una d¨¦cima menos si se toma el dato comparable). El Gobierno sostiene que ese diferencial no supone perder competitividad: "Se debe a las subidas de impuestos, que no afectan a los productos que exporta Espa?a, y a la mayor incidencia de los combustibles en la econom¨ªa espa?ola", dijo Campa. "La econom¨ªa espa?ola est¨¢ ganando competitividad", reiter¨®.
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