La rehabilitaci¨®n de Roman Polanski
Tras una vida de tribulaciones coronada por su detenci¨®n en Suiza, el cineasta ve la luz gracias a un rosario de premios, homenajes y una nueva pel¨ªcula
Se ve que aquel d¨ªa de 1988, en San Sebasti¨¢n, Roman Polanski no se hab¨ªa levantado de la cama con buen pie. Correcci¨®n. Roman Polanski nunca tiene buen pie cuando se trata de atender a la prescindible y peligrosa prensa. Son demasiados y est¨¢n demasiado presentes en la cabeza de este cineasta superdotado los prejuicios y temores acerca de lo que vendr¨¢... gente con grabadora queriendo entrar en las partes oscuras de su vida, que son variadas y profundas. As¨ª que el di¨¢logo con el periodista espa?ol (hoy eminente cr¨ªtico de cine) que le entrevistaba con motivo del estreno de su pel¨ªcula Fren¨¦tico, fluy¨® por los caminos de la tensi¨®n, m¨¢s o menos como sigue:
-Se?or Polanski, el mal es algo que ha influido profundamente en su forma de hacer cine y...
Su trayectoria ha estado vertebrada por sucesivas versiones del Mal
Es protagonista del odioso episodio de la supuesta violaci¨®n de una menor
Tras su traves¨ªa del desierto vio c¨®mo en Tallin sus colegas le rend¨ªan armas
Llevar¨¢ al cine la adaptaci¨®n de una obra teatral de Yasmina Reza
-No siga usted por ah¨ª.
-Desde que hizo El cuchillo en el agua, el mal, dec¨ªa, puede presentarse en sus pel¨ªculas como elemento simb¨®lico, real, relacionado con Sat¨¢n,...
-Le he dicho que no quiero hablar de eso en la entrevista.
-No estoy hablando de su vida, sino de sus pel¨ªculas.
-No hablar¨¦ de eso.
-Pues si no podemos hablar de eso, yo ya he acabado la entrevista.
Y la media hora de encuentro entre las dos partes irreconciliables qued¨® en 10 minutos. Todo por culpa del mal, del Mal.
Es relativamente f¨¢cil de comprender la tozudez del personaje en la renuencia innegociable a hablar de su vida y en su aversi¨®n a la dichosa palabra de tres letras. Sin lugar a dudas estamos ante alguien cuya biograf¨ªa estuvo vertebrada por sucesivas versiones del Mal y de la desgracia: la muerte de su madre a manos de los nazis, la huida del gueto de Varsovia escapando de la bota esv¨¢stica, el asesinato en 1969 de su segunda esposa, Sharon Tate, a cargo de Charles Manson y sus iluminados (para m¨¢s inri, Manson, que sigue en prisi¨®n, acab¨® grab¨¢ndose una cruz gamada en la frente); el oscuro y odioso episodio de la supuesta violaci¨®n de la menor Samantha Geimer en casa de su amigo Jack Nicholson en 1977; la huida de Estados Unidos tras haber cumplido 40 d¨ªas de c¨¢rcel... y, como colof¨®n, la detenci¨®n en el aeropuerto de Z¨²rich en septiembre de 2009 y el posterior arresto primero en la prisi¨®n suiza de Winterthur y despu¨¦s en su chal¨¦ de la exclusiva estaci¨®n de esqu¨ª de Gstaad. Atr¨¢s quedaron tambi¨¦n otros cap¨ªtulos negros de su vida, por ejemplo, el asesinato a manos de un sicario de ETA -mientras cenaba en la sociedad gastron¨®mica Gaztelupe durante la tamborrada de San Sebasti¨¢n el 19 de enero de 1993- de uno de sus mejores amigos, el ex futbolista de la Real Sociedad y empresario donostiarra Jos¨¦ Antonio Santamar¨ªa, a quien Polanski lleg¨® a dar un min¨²sculo papel en su pel¨ªcula Piratas.
Veintitr¨¦s a?os despu¨¦s de aquella no-entrevista sobre el Mal, Rajmund Roman Liebling (Par¨ªs, 1933) sigue huyendo del mundanal ruido y de su correa de transmisi¨®n, la prensa. Sin embargo, la luz se ha vuelto a hacer en la atribulada existencia de uno de los tipos m¨¢s inquietantes y m¨¢s brillantes del cine del ¨²ltimo medio siglo.
La absoluci¨®n de Polanski emitida por los jueces suizos y su negativa a atender la demanda de extradici¨®n de la justicia estadounidense -que quiere juzgarle sea como sea por el caso Geimer- ha desembocado en una rehabilitaci¨®n total del cineasta. Si su detenci¨®n en Suiza ya provoc¨® un indignado movimiento de solidaridad y apoyo por parte de algunos elefantes del cine mundial que pusieron el grito en el cielo llevados por un inquebrantable sentimiento gremial (Pedro Almod¨®var, Wim Wenders, Jean-Luc Godard, Bertrand Tavernier, Woody Allen, Martin Scorsese, David Lynch...), la vida reciente del director de El pianista (Palma de Oro en Cannes en 2002 y Oscar al mejor director en 2003) se ha traducido en una incesante gama de ¨¦xitos.
Todo comenz¨® el pasado 4 de diciembre en Tallin (Estonia), durante la ceremonia de entrega de los Premios del Cine Europeo. Tras su personal traves¨ªa del desierto, Roman Polanski ve¨ªa c¨®mo los colegas de profesi¨®n le rend¨ªan armas en forma de un homenaje plagado de recompensas: premio a la mejor pel¨ªcula, al mejor director, al mejor gui¨®n, al mejor actor (Ewan McGregor) y a la mejor banda sonora (Alexandre Desplat) fueron los galardones que cosech¨® su pel¨ªcula El escritor. El hombre de la noche no viaj¨® a Estonia, pero el Concert Hall de Tallin entero se puso de pie cuando Polanski apareci¨® en la pantalla gigante, por videoconferencia, para agradecer los premios. Toda una venganza.
Muy recientemente, el pasado d¨ªa 16, la Academia de los Premios Lumi¨¨re (una especie de Globos de Oro a la francesa) volv¨ªa a tributar en Par¨ªs un sonoro homenaje al director, guionista y actor con un reconocimiento al conjunto de su carrera y las estatuillas de mejor director y mejor gui¨®n para El escritor. Nuevas ovaciones y nuevas emociones para el cineasta maldito... y rehabilitado. Un cineasta que, el 25 de febrero, en la pr¨®xima edici¨®n de los otros premios del cine franc¨¦s, los C¨¦sar, optar¨¢ de nuevo al aplauso, ya que El escritor tiene hasta ocho nominaciones, entre ellas la de mejor pel¨ªcula.
La guinda de la nueva versi¨®n rehabilitada de este Polanski blanqueado llega como ten¨ªa que llegar: en forma de pel¨ªcula. Su t¨ªtulo original es God of carnage y es una adaptaci¨®n de la obra teatral de Yasmina Reza Un Dios salvaje. La autora de Arte y Polanski, amigos desde hace tiempo, escribieron juntos el gui¨®n de la pel¨ªcula durante el arresto domiciliario del director en su chal¨¦ de Gstaad. De hecho, Reza se hab¨ªa reunido con Polanski justo dos d¨ªas antes de que la polic¨ªa suiza detuviera a este en el aeropuerto de Z¨²rich. God of carnage, cuyo rodaje arrancar¨¢ en febrero en Francia, est¨¢ protagonizada por Jodie Foster, Kate Winslet y Christoph Waltz (el hilarante y terror¨ªfico comandante nazi de Malditos bastardos de Tarantino).
Roman Polanski ha vuelto. Menos... Mal.
Babelia
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