Escenarios de futuro
Para una econom¨ªa como la gallega, el papel que desempe?an operadores financieros de referencia regional es muy relevante. Galicia se sit¨²a en una periferia econ¨®mica y sigue siendo una comunidad aut¨®noma de desarrollo socioecon¨®mico limitado en t¨¦rminos comparativos. Tenemos dificultades para atraer inversiones extranjeras directas, y con escasas excepciones, en particular la de Citro?n, son las iniciativas aut¨®ctonas y emprendedores gallegos los que garantizan nuestro bienestar econ¨®mico actual y futuro. Y esas iniciativas de desarrollo end¨®geno tienen dos socios fundamentales por su base y enfoque territorial: la Xunta y las entidades financieras gallegas. Galicia y sus empresas estar¨ªan mucho peor sin Estado de las Autonom¨ªas, sin Novacaixagalicia (NCG) y sin un banco absolutamente peculiar en el mapa bancario espa?ol, por su fundaci¨®n y por su encaje, como es el Pastor.
Galicia estar¨ªa mucho peor sin autonom¨ªa, sin la caja y sin banco como el Pastor, ¨²nico en Espa?a
Por eso celebramos tanto cuando se logr¨® el acuerdo de fusi¨®n, con el respaldo del Banco de Espa?a. Por una vez, los gallegos conseguimos superar las tensiones centr¨ªfugas que imponen los localismos y pensamos en t¨¦rminos de pa¨ªs. La amenaza ahora viene de fuera. Un cambio regulatorio inesperado y que se obsesiona con las cajas, hasta pedirles lo que no se demanda a los bancos en Espa?a ni a nadie en Europa. Una petici¨®n, adem¨¢s, que choca con las exigencias que se impon¨ªan a NCG hace una semana y que vuelve a sembrar la sensaci¨®n de desconcierto e improvisaci¨®n en la acci¨®n del Gobierno central.
Sin embargo, es evidente que nuestra capacidad de influencia sobre ese marco regulatorio es pr¨¢cticamente nulo y que, al menos y gracias a la presi¨®n de la Confederaci¨®n de Cajas de Ahorro, se mantiene la posibilidad para las cajas de sobrevivir o transformarse parcialmente. Ni una ni otra opci¨®n son f¨¢ciles. Pero existen. Y eso debe llevarnos a una fase posterior a la de la indignaci¨®n y la queja; la del an¨¢lisis de las posibilidades y de la acci¨®n.
En primer lugar, necesitamos saber qu¨¦ recursos adicionales deber¨ªa conseguir NCG en los pr¨®ximos seis meses para llegar a ese 9%-10% de ratio de capital que parece se le va a exigir. Esta es una tarea fundamentalmente interna a la caja y su actual direcci¨®n, que debe valorar todas las posibilidades legales existentes a partir del texto del decreto de inminente publicaci¨®n. Una vez conocida la cifra debemos explorar si es posible cubrirlo con cuotas participativas dirigidas a inversores gallegos: fundaciones, empresas y particulares. Se dice que esto es pr¨¢cticamente imposible, sobre todo despu¨¦s del gran apoyo que han brindado desde Madrid hablando de nacionalizaciones y agujeros. No obstante, contamos con tres factores que empujan a favor. El primero es fruto del dif¨ªcil proceso de fusi¨®n que dio lugar a NCG. Fue tanto el esfuerzo y tan intenso el debate, sin parag¨®n en el resto de autonom¨ªas, que ha provocado que los ciudadanos sean particularmente conscientes de la importancia de NCG en el terreno de la obra social, la financiaci¨®n de la actividad de las pymes y la inclusi¨®n financiera. Qu¨¦ ser¨ªa del mecenazgo en Galicia sin la obra social de NCG y la Fundaci¨®n Pedro Barri¨¦ de la Maza, existen docenas de municipios en los que s¨®lo est¨¢ presente NCG, son minor¨ªa las peque?as empresas gallegas que no utilizan a NCG como plataforma de servicios financieros. El segundo es la existencia de fortunas y empresarios que, en la misma operaci¨®n, pueden obtener una buena rentabilidad privada (?qui¨¦n duda de la capacidad de generaci¨®n de beneficios de NCG en el medio y largo plazo?) y hacer el ejercicio de responsabilidad social m¨¢s importante en la historia econ¨®mica de la Galicia auton¨®mica.
El hecho de que esos empresarios entren en la operaci¨®n arrastrar¨ªa a muchos otros que ganar¨ªan confianza. Finalmente, la Xunta y su presidente se juegan mucho. Los r¨¦ditos pol¨ªticos generados por el ¨¦xito de la fusi¨®n se diluir¨ªa si antes de las siguientes elecciones NCG fuera v¨ªctima de una nacionalizaci¨®n destructora.
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