La UE aplaza a marzo el pacto por la competitividad ante la falta de consenso
Merkel y Sarkozy no logran convencer a sus socios, molestos con las formas empleadas - Varios pa¨ªses y los sindicatos rechazan suprimir las cl¨¢usulas salariales
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, tendr¨¢n que modular su propuesta del Pacto por la Competitividad en zona euro y esperar a marzo para intentar lograr el apoyo de sus socios. Los jefes de Estado y de Gobierno reunidos ayer en Bruselas fueron incapaces de abordar los aspectos concretos del Pacto por la Competitividad, seg¨²n reconoci¨® el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien asegur¨® que Merkel "no realiz¨® ninguna propuesta concreta", durante la reuni¨®n. B¨¦lgica y Austria se mostraron abiertamente en contra de alguna de las ideas.
Horas antes, sin embargo, Merkel y Sarkozy hab¨ªan comparecido en una conferencia de prensa para anunciar a bombo y platillo su voluntad de alcanzar este acuerdo. "Queremos concluir un Pacto de competitividad", dijo Merkel, "y mostrar que nuestra cooperaci¨®n pol¨ªtica es cada vez m¨¢s estrecha". Sarkozy por su parte fue m¨¢s asertivo al se?alar que "estamos de acuerdo sobre un plan estructural para aportar la respuesta a los desaf¨ªos que afectan a Europa". El presidente franc¨¦s subray¨® que "es un eje entre Alemania y Francia extremadamente fuerte al servicio de una ambici¨®n europea estructural que nos permita responder a los desaf¨ªos de nuestras econom¨ªas".
La iniciativa alemana supone ningunear a la Comisi¨®n Europea
El Pacto por la Competitividad, que ayer propugnaron los l¨ªderes de los dos principales econom¨ªas europeas, es, sin embargo, una iniciativa de Alemania que ha elaborado como contrapartida para aceptar aumentar los fondos disponibles del mecanismo de rescate europeo y aceptar una mayor flexibilidad en la utilizaci¨®n de sus fondos. El Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera cuenta con una dotaci¨®n de 440.000 millones, de los que solo son utilizables 250.000, para poder seguir gozando de la calificaci¨®n m¨¢xima AAA.
Berl¨ªn est¨¢ dispuesto a aumentar la cuant¨ªa disponible y flexibilizar su empleo si los miembros de la zona euro est¨¢n a favor de aplicar una serie de medidas definidas en los seis puntos del pacto: (prohibici¨®n de indexaci¨®n de salarios a la inflaci¨®n, incluir l¨ªmites de deuda en las constituciones nacionales, armonizar la base del impuesto de sociedades, reconocimiento de diplomas acad¨¦micos, aumentar la edad de jubilaci¨®n y establecer un mecanismo de resoluci¨®n de crisis para los bancos).
La iniciativa alemana plantea dos tipos de problemas. Uno de m¨¦todo y otro de falta de respeto a la soberan¨ªa de los pa¨ªses. Por una parte, Merkel quiere que los compromisos se alcancen por acuerdo entre los ministros de Econom¨ªa y no por el m¨¦todo comunitario. Ello supone un claro ninguneo de la Comisi¨®n Europea cuyo presidente, Jos¨¦ Manuel Barroso, record¨® esta semana en el Parlamento que hab¨ªa que respetar lo establecido en el Tratado.
El otro frente lo formaron ayer algunos Estados que se opusieron a la manera de imponer la propuesta por parte de Alemania. El primer ministro belga, Ives Leterme, mostr¨® su total desacuerdo en la pretensi¨®n alemana de suprimir la indexaci¨®n de los salarios con la inflaci¨®n, que en B¨¦lgica afecta al 96% de los trabajadores. Leterme manifest¨® que "los Estados miembros deben tener margen para desarrollar sus propias pol¨ªticas".
Por su parte, Werner Faymann, canciller de Austria, cuyo pa¨ªs tiene una larga tradici¨®n de concertaci¨®n social, expres¨® su rechazo a alas "interferencias" en las negociaciones salariales. En relaci¨®n con la pol¨ªtica sobre pensiones, Faymann manifest¨® que "no creo posible que la Uni¨®n Europea regule a edad de jubilaci¨®n porque hay grandes diferencias entre pa¨ªses".
John Monks, secretario general de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos dijo que no se trataba de un Pacto por la Competitividad "sino de un pacto da?ino para el nivel de vida, que se basaba en m¨¢s desigualdades y m¨¢s trabajo precario". En su opini¨®n "supone ignorar todas las lecciones de la actual recesi¨®n", se?alando que los d¨¦ficits p¨²blicos y el aumento de la deuda son inevitables y deseables "incluso para impedir que la situaci¨®n sea a¨²n peor". Para el l¨ªder del CES, "Europa corre el riesgo de acabar con su modelo social y su principio fundamental que es la autonom¨ªa de las negociaciones colectivas".
Fuentes jur¨ªdicas han se?alado la que la propuesta de Merkel en materia salarial est¨¢ en contra de la Constituci¨®n de su pa¨ªs que garantiza la autonom¨ªa de las partes en las negociaciones sobre las condiciones de trabajo.
Propuestas franco-alemanas
- Eliminar la indexaci¨®n autom¨¢tica de salarios con la inflaci¨®n. Se quiere impedir que los salarios aumenten autom¨¢ticamente en funci¨®n de los incrementos de los precios. Berl¨ªn considera que esta pr¨¢ctica, consagrada en los convenios en algunos pa¨ªses fruto del acuerdo entre sindicatos y patronales, es una de las principales causas de la inflaci¨®n. B¨¦lgica y Austria, y sobre todo la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, se han mostrado en contra.
- Adaptar la edad de jubilaci¨®n a la evoluci¨®n demogr¨¢fica. En la pr¨¢ctica supone aumentar la edad legal de jubilaci¨®n. Alemania ya acord¨® elevarla a 67 a?os tal como acaba de pactar Espa?a. Si se considera la edad real de jubilaci¨®n las diferencias entre pa¨ªses son m¨ªnimas.
- Reconocimiento mutuo de diplomas. Con el reconocimiento mutuo de titulaciones y de los programas de formaci¨®n por parte de los distintos pa¨ªses se pretende estimular la movilidad laboral.
- Incluir en las constituciones nacionales disposiciones que fijen un l¨ªmite de d¨¦ficit o deuda. Merkel quiere que los pa¨ªses europeos sigan el modelo de Alemania, que el a?o pasado modific¨® su ley b¨¢sica, para establecer que el d¨¦ficit del Gobierno federal no podr¨ªa superar el 0,35% del PIB en 2015 y los presupuestos de los l?nder, deber¨ªan estar en equilibrio en 2019.
- Armonizar la base sobre la que se aplica el impuesto sobre sociedades. Se trata de un primer paso hacia la reducci¨®n de las importantes diferencias que existen en la aplicaci¨®n de este impuesto entre los diferentes pa¨ªses de la UE. De momento, no se plantea armonizar los tipos sobre los que ya existen importantes diferencias entre los pa¨ªses como Irlanda (12,5%) y los grandes pa¨ªses europeos que oscilan entre el 25% y el 30%.
- Establecer un programa de resoluci¨®n de crisis en el sector bancario. Se quiere establecer un mecanismo de resoluci¨®n de crisis en el sector bancario para evitar que los contribuyentes tengan que volver a pagar la factura si se producen nuevas crisis de entidades financieras.
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