Tr¨ªpoli vive sus horas finales bajo Gadafi
El dictador prepara a sus seguidores para defender con sangre la capital libia - La oposici¨®n anuncia un Gobierno de unidad nacional y elecciones en tres meses
Consciente de que Tr¨ªpoli es el ¨²ltimo agujero en el que su r¨¦gimen puede respirar, el coronel Muamar el Gadafi ha decidido armar a sus fieles para librar en la capital la ¨²ltima batalla. Sin apoyos internacionales y sin apenas ej¨¦rcito, el dictador solo tiene a los seguidores de su bandera verde, la de la revoluci¨®n que ¨¦l inici¨® en 1969. Hasta el mism¨ªsimo primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien fuera su principal aliado en Europa, afirm¨® ayer que el dirigente libio "ya no tiene el control".
El arsenal de la ciudad est¨¢ ahora a disposici¨®n de aquellos que quieran hacer la guerra por su cuenta contra sus propios vecinos, levantados en sus barrios contra Gadafi. Su idea de dar armas a los civiles amenaza con desatar una matanza en la capital. Solo las fuerzas rebeldes, una mezcla de ciudadanos armados con piedras, soldados y militares en la reserva que avanzan lentamente por los flancos este y oeste, pueden impedirlo. Pero no lo tienen nada f¨¢cil, los leales de Gadafi a¨²n bloquean a los rebeldes que vienen del este en la zona de Sirte, la ciudad natal del dictador, y controlan las carreteras de acceso a Tr¨ªpoli por el oeste.
El exministro de Justicia es el nuevo hombre fuerte del Gabinete provisional
Fuerzas rebeldes afirman que Gadafi solo controla el 15% del territorio libio
El hijo del dictador reconoce "errores en la gesti¨®n de la crisis"
En algunos barrios populares de la capital hubo ayer enfrentamientos
Mientras se prepara la batalla final, miles de extranjeros se desesperan por salir del pa¨ªs. El Consejo de Seguridad de la ONU acord¨® prohibir los viajes del c¨ªrculo de Gadafi, congelar sus bienes y llevar al dictador ante el Tribunal de La Haya.
Al mismo tiempo, como muestra del doble lenguaje del r¨¦gimen, Saif el Islam, hijo del l¨ªder libio, empleaba en una entrevista en la cadena Al Arabiya un tono inusitadamente conciliador, aceptaba que existe "una voluntad interior de cambio", reconoc¨ªa "errores en la gesti¨®n de la crisis" y anunciaba reformas en todos los niveles de la Administraci¨®n.
El considerado como heredero de Gadafi, educado en la London School of Economics, anunci¨® que est¨¢n intentando negociar con alguna de las ciudades en las que ha habido "problemas". El Islam asegur¨® adem¨¢s que algunos militares que han apoyado las revueltas lo han hecho por "miedo o por objetivos personales" y que "el pueblo libio no tiene futuro si no llega a un acuerdo". Insisti¨® en que la revoluci¨®n est¨¢ hecha por terroristas e instigada desde el extranjero. Aun as¨ª, el hijo de Gadafi aclar¨® que habr¨ªa "reformas" en todo el pa¨ªs.
Las llamadas a la reconciliaci¨®n del heredero de Gadafi tuvieron poco eco en los l¨ªderes rebeldes acantonados en el este del pa¨ªs, que aseguran que las fuerzas leales al r¨¦gimen apenas controlan ya el 15% del territorio. "Gadafi est¨¢ viviendo los ¨²ltimos momentos y esperamos el final de su r¨¦gimen en los pr¨®ximos d¨ªas", dijo ayer en Bengasi Fathi Tarbul, un abogado de 39 a?os cuya detenci¨®n el pasado 15 de febrero fue el detonante del levantamiento popular.
Pero el movimiento m¨¢s significativo de los desafectos al r¨¦gimen fue el del exministro de Justicia Mustaf¨¢ Abdulyalil, al anunciar ayer que la oposici¨®n formar¨¢ un Gobierno de unidad nacional integrado por civiles y militares y que en tres meses se celebrar¨¢n elecciones democr¨¢ticas, informa Efe.
Abdulyalil, que renunci¨® a su cargo esta semana en protesta por la sangrienta represi¨®n de las manifestaciones antigubernamentales, dijo a la cadena catar¨ª de televisi¨®n Al Yazira que ese Gobierno tendr¨¢ un "marco democr¨¢tico". Poco despu¨¦s del anuncio, informa Reuters, se conocieron las primeras adhesiones: la del exembajador en Estados Unidos, Ali Aujali, y la del n¨²mero dos de la legaci¨®n ante la ONU, Ibrahim Dabashi, que abandonaron sus cargos a comienzos de esta semana. "Apoyo el nuevo Ejecutivo de transici¨®n formado por Mustaf¨¢ Abdulyalil (...). Este Gobierno es el Gobierno de toda Libia", dijo Aujali. Incluso el diario Quryna, propiedad de Saif el Islam, se hab¨ªa hecho eco a lo largo del d¨ªa de ayer de la constituci¨®n de un Gabinete interino con sede en la ciudad de Bengasi.
Pero el protagonismo en el r¨¦gimen que suceda al de Gadafi parece estar muy disputado. En el este del pa¨ªs, emerge como otra de las caras visibles de la resistencia la figura del coronel Tarek Saad Husein. Seg¨²n The New York Times, este oficial ha ido aunando en ese lado las voluntades de civiles y algunos batallones de un Ej¨¦rcito caracterizado por su fragmentaci¨®n. Muchos son militares retirados que se han unido a la causa. Sin embargo, seg¨²n el servicio secreto italiano, el nuevo hombre fuerte del pa¨ªs ser¨¢ el exministro del Interior y camarada de Gadafi en la revoluci¨®n de 1969 Abdul¨¢ Yunis. El informe del espionaje italiano, que afirma que el dictador ha perdido completamente el poder, es lo que llev¨® ayer al primer ministro Silvio Berlusconi a afirmar que Gadafi est¨¢ vencido, seg¨²n La Repubblica.
Tras la sangrienta jornada del viernes, en la que la polic¨ªa dispar¨® contra los manifestantes causando al menos siete muertos, las calles de Tr¨ªpoli amanecieron ayer tranquilas, seg¨²n informaron los medios internacionales invitados por el r¨¦gimen a un estramb¨®tico paseo por la ciudad protagonizado por el propio Saif el Islam, que ense?¨® a los periodistas una ciudad en la que aparentemente no pasaba nada. El Islam se arranc¨® con otro comentario de los que frecuenta su progenitor. "No confundan los fuegos artificiales con petardos", dijo a los periodistas.
Seg¨²n la cadena BBC, Gadafi controla la mayor¨ªa de la ciudad, en la que viven dos millones de los seis y medio que habitan el pa¨ªs. Algunos testimonios recogidos por el diario The New York Times cuentan que las fuerzas del dictador pasaron la noche del jueves limpiando la ciudad de todos aquellos indicios del caos que han descrito esta semana decenas de testigos a trav¨¦s del tel¨¦fono. De acuerdo con la descripci¨®n del escenario que hacen estos medios, ya no hay carteles quemados de Gadafi, ni pintadas en las calles. Todo parece haber sido un mal sue?o.
Sin embargo, en algunos barrios populares de la capital se reprodujeron ayer las protestas contra el r¨¦gimen, seg¨²n la agencia Reuters. En el distrito de Tajura, cientos de personas desafiaron al Gobierno durante el funeral por uno de los siete fallecidos la v¨ªspera. Seg¨²n contaron los vecinos, las fuerzas de seguridad abrieron fuego el viernes contra los manifestantes tras la oraci¨®n. Los heridos, explican, est¨¢n siendo curados en las casas, despu¨¦s de que varias v¨ªctimas en las protestas hayan desaparecido de los hospitales p¨²blicos en d¨ªas previos.
Como no hay observadores en la parte occidental del pa¨ªs, es imposible hacerse una idea de cu¨¢nto tiempo le queda a Gadafi antes de que las tropas que avanzan lentamente por el este se hagan con el siguiente objetivo militar, Sirte, el pueblo del dictador, en el golfo del mismo nombre. Zauiya sufri¨® ayer una dura acometida de las fuerzas pro-Gadafi, con el resultado de al menos 50 muertos, seg¨²n inform¨® un residente a la agencia Reuters, mientras en Marsa el Brega se registraron duros enfrentamientos entre ambos bandos.
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