Las cercan¨ªas m¨¢s caras de Espa?a

La advertencia estaba lanzada, pero ayer fue el propio presidente de la Generalitat quien confirm¨® alto y claro que Catalu?a no aplicar¨¢ la pol¨¦mica reducci¨®n del 5% en el precio de los billetes de tren, a menos que el Gobierno central pague la diferencia. Durante una visita en Bruselas, Artur Mas afirm¨® que su Gobierno "no pagar¨¢ las decisiones que se toman en Madrid sin consultar" y que afectan las competencias catalanas. El Ministerio de Fomento y su titular, Jos¨¦ Blanco, ya dejaron claro, por su parte, el mi¨¦rcoles que no piensan hacerse cargo del sobreesfuerzo econ¨®mico de la bajada, que la Generalitat cifr¨® en 26 millones. As¨ª pues, el lunes los billetes del sistema de cercan¨ªas de toda Espa?a bajar¨¢n un 5%. En Catalu?a, los precios quedar¨¢n congelados. Rodalies, m¨¢s caro que el resto de sistemas de Espa?a, aumenta la brecha de precios.

En Barcelona existe un sistema de precios integrado cuando se adquieren abonos de al menos 10 viajes. Esto significa que se puede comprar una tarjeta para 10 trayectos que se use indistintamente en metro, autob¨²s, Ferrocarrils y Rodalies de la zona 1. Adem¨¢s, se pueden hacer transbordos entre transportes. En Madrid, por ejemplo, no existen abonos integrados para tren y metro. Lo que s¨ª hay en ambas ciudades (como en todos los n¨²cleos de Espa?a con servicio de cercan¨ªas) es la compra de billetes solo para el tren. Los sencillos y abonos de Rodalies, cuyos precios fija la Generalitat de Catalu?a desde el traspaso de competencias, son los m¨¢s caros.

Un trayecto en zona 1 y 2 de Madrid cuesta hoy 1,35 euros. En Barcelona, la zona 1 vale 1,45 euros; en Sevilla, 1,40 euros. El abono de 10 viajes exclusivo para Rodalies de Barcelona cuesta 7,85 euros. El abono de 10 en Madrid, 7,40 euros. Cuando el lunes las cercan¨ªas de Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza y otras ciudades bajen el 5%, habr¨¢ a¨²n m¨¢s diferencia con los billetes de Barcelona, porque el precio en esos otros lugares se reducir¨¢ cerca de siete c¨¦ntimos por billete.

Mas no se limit¨® a afirmar que los catalanes pueden acabar siendo los que m¨¢s caro paguen el billete de cercan¨ªas por una decisi¨®n de su Gobierno, sino que tambi¨¦n puso en duda la eficacia de las medidas anunciadas por el Gobierno para ahorrar energ¨ªa. De esta manera, medidas como impulsar el cambio de bombillas del alumbrado p¨²blico por otras de menor consumo han sido calificadas por el presidente de la Generalitat de "brindis al sol".

"Esta historia de que en Madrid se decide y nosotros pagamos, cuando encima nos piden que recortemos el presupuesto auton¨®mico, no cuadra", explic¨® Mas a la prensa en su primera visita a la capital belga desde que asumi¨® el cargo.

2"?Quieren tomar decisiones de ahorro energ¨¦tico? Que nos las consulten y entonces decidiremos", apunt¨® el presidente Artur Mas, quien reproch¨® al Gobierno central que adopte medidas de manera unilateral sobre competencias que afectan a las comunidades aut¨®nomas. "Decidir en Madrid y pagar la fiesta nosotros no puede ser", afirm¨® el l¨ªder de CiU.

La Generalitat no quiere pagar los 26 millones de euros que asegura que le costar¨ªa rebajar el precio del transporte p¨²blico. Entre otras cosas, porque asegura que su esfuerzo inversor en dichos transportes ha ido creciendo cada a?o. En la Regi¨®n Metropolitana de Barcelona, que incluye la poblaci¨®n de las comarcas de Alt Pened¨¨s, Baix Llobregat, Barcelon¨¨s, Garraf, Maresme, Vall¨¨s Occidental y Vall¨¨s Oriental, el transporte p¨²blico cost¨® en 2009 (¨²ltimo informe anual completo disponible) alrededor de 1.200 millones de euros. Ese dinero se paga de dos formas: con los ingresos tarifarios, es decir, lo que los usuarios pagan por un billete, y con subvenciones de la Administraci¨®n p¨²blica. Los billetes de los ciudadanos, actualmente, cubren cerca del 40% del coste real del servicio. El otro 60% se sufraga con ayudas.

Las aportaciones que el Gobierno central hace a ese trozo de la tarta de subvenciones, seg¨²n cifras de la Autoridad Metropolitana del Transporte, ha ido reduci¨¦ndose sensiblemente. "Son subvenciones que se dan por habitante. En el caso de Catalu?a, se ofrecen por residente en la Regi¨®n Metropolitana. En Madrid, abarcan a los habitantes de toda la comunidad", explica una portavoz de ATM.

En la Regi¨®n Metropolitana viv¨ªan 4,92 millones de personas en 2008. La aportaci¨®n del Estado ese ejercicio al mantenimiento del transporte p¨²blico fue de 173 millones. Es decir, que se transfirieron cerca de 35 euros por habitante ese a?o. En 2010, la aportaci¨®n del Estado fue de 150 millones, o lo que es lo mismo, de unos 29 euros por habitante. Para el a?o en curso, seg¨²n los presupuestos, pondr¨¢ 27 euros por habitante, el 30% menos que en 2008.

El precio del pastel de los transportes, una red cada vez m¨¢s amplia y m¨¢s completa, ha ido creciendo. Tambi¨¦n el n¨²mero de habitantes ha aumentado hasta superar los cinco millones este a?o. As¨ª pues, con las subvenciones del Estado mermando, han sido las Administraciones auton¨®micas y regionales (igual que en Madrid), las que han estirado sus aportaciones. La Generalitat dispon¨ªa en 2008 de, aproximadamente, 52 euros por persona para mantener la red p¨²blica de la Regi¨®n Metropolitana. En 2010 puso 58 euros. El Ayuntamiento de Barcelona entre 2008 y 2010 ha pasado de poner 18 euros a m¨¢s de 23 euros.

Si los precios en el sistema integrado de transportes de Barcelona se reducen el 5%, tal como pidi¨® el Ministerio de Fomento, el d¨¦ficit tarifario ser¨¢ todav¨ªa mayor. "No necesariamente. Quiz¨¢ la comunidad logre con ese incentivo de precio aumentar el n¨²mero de viajeros, o puede que logre ser m¨¢s eficiente y rebajar sus costes. As¨ª se reducir¨ªa el d¨¦ficit e incluso, la necesidad de ayudas", se?al¨® un portavoz de Fomento.

El responsable del Departamento de Territorio y Sostenibilidad no lo ve tan f¨¢cil. Llu¨ªs Recoder manifest¨® ayer sus dudas sobre que una bajada del 5% pueda compensarse con un crecimiento de viajeros. Acumular 26 millones a golpe de nuevos usuarios no le parece tan f¨¢cil. "Los usuarios aumentan cuando se mejora el servicio, y para eso hace falta m¨¢s inversi¨®n", a?adi¨®. Y esta inversi¨®n lleva reclam¨¢ndola desde que lleg¨® a su cargo y, en lugar de grandes obras -como otros consejeros han hecho al principio de sus legislaturas-, comenz¨® a anunciar recortes. Recoder record¨® ayer que el Gobierno central solo ha invertido 306 de los 4.000 millones de euros previstos hasta 2015 en Plan de Cercan¨ªas.