Objetivo: enfriar el yen
La intervenci¨®n concertada del G-7 frena la apreciaci¨®n de la divisa japonesa
El pasado jueves, mientras los helic¨®pteros lanzaban agua para enfriar los reactores de la central nuclear de Fukushima, los bancos centrales m¨¢s importantes del mundo ultimaban los detalles de una acci¨®n conjunta para rebajar la temperatura de otro tipo de calent¨®n: el del yen.
La concatenaci¨®n de desgracias que sufri¨® Jap¨®n durante los ¨²ltimos 10 d¨ªas (terremoto, tsunami y amenaza nuclear) tuvo dos efectos financieros inmediatos: fuerte ca¨ªda de la Bolsa de Tokio y fulminante apreciaci¨®n de la moneda nipona. El yen, que llevaba meses recuperando terreno frente al d¨®lar, aceler¨® esta tendencia tras el desastre natural, alcanzando el tipo de cambio m¨¢s alto con el billete verde desde la II Guerra Mundial. Los da?os materiales causados por el terremoto y el sobreesfuerzo que tendr¨¢ que hacer el Gobierno con el gasto p¨²blico tendr¨¢n un claro impacto (a¨²n por determinar) en el crecimiento de la econom¨ªa japonesa. Si ha esto se le a?ade una divisa desbocada en un pa¨ªs eminentemente exportador, la losa ser¨¢ mucho m¨¢s pesada.
Conscientes de este peligro, que trasladar¨ªa m¨¢s tensi¨®n a los mercados financieros en un momento en el que la recuperaci¨®n econ¨®mica mundial a¨²n es fr¨¢gil, los ministros de Econom¨ªa y los responsables de los bancos centrales de los pa¨ªses del G-7 (compuesto por Reino Unido, Canad¨¢, Francia, Alemania, Italia, Jap¨®n y Estados Unidos) decidieron el pasado viernes llevar a cabo una intervenci¨®n monetaria concertada (venta masiva de yenes en el mercado) para frenar la apreciaci¨®n de la moneda japonesa frente al d¨®lar. La ¨²ltima vez que el G-7 anunci¨® una acci¨®n conjunta fue hace m¨¢s de una d¨¦cada. Entonces, en 2000, actuaron para evitar el desplome del euro, que acababa de ser lanzado al mercado monetario.
La maniobra del G-7 result¨® ser un b¨¢lsamo para el mercado de divisas. En la sesi¨®n del viernes, el yen experiment¨® la mayor ca¨ªda frente al d¨®lar desde 2008. Aun as¨ª, la moneda japonesa se encuentra todav¨ªa un 2% por encima del tipo de cambio que ten¨ªa frente al d¨®lar en la jornada previa al terremoto.
Antes de verse respaldado por las otras potencias econ¨®micas, Tokio ya hab¨ªa estado actuando por su cuenta en el mercado de divisas. El Gobierno japon¨¦s ha visto la mano de los grandes fondos especulativos detr¨¢s de la subida del yen. La interpretaci¨®n que ha hecho el mercado tras el desastre natural es que Jap¨®n podr¨ªa verse forzado a repatriar parte de sus ahorros en activos denominados en otras divisas, principalmente en deuda estadounidense, para financiar el gasto que deber¨¢ afrontar en la reparaci¨®n de los da?os. La pr¨¢ctica del carry trade (pedir prestado en Jap¨®n por sus bajos tipos de inter¨¦s para comprar activos en otros mercados) tambi¨¦n podr¨ªa haber retroalimentado la fortaleza del yen, ya que, al apreciarse este, muchos operadores habr¨ªan deshecho posiciones para limitar p¨¦rdidas.
La intervenci¨®n concertada en el mercado de divisas tambi¨¦n sirvi¨® de colch¨®n para la Bolsa japonesa. En su ¨²ltima sesi¨®n de la semana, el ¨ªndice Nikkei subi¨® un 2,72%. A pesar de este rebote, el balance para la renta variable japonesa desde que la tierra tembl¨® arroja unas p¨¦rdidas del 11,7%. Los valores m¨¢s castigados en el mercado de Tokio durante la semana fueron
Tokyo Electric Power, Toshiba y Japan Steel.
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