McLaren se la juega a todo o nada
La escuder¨ªa brit¨¢nica cambia radicalmente sus coches tras fracasar un dise?o muy arriesgado
La decisi¨®n no fue f¨¢cil. Pero Martin Whitmarsh, el director de la escuder¨ªa McLaren, opt¨® por una medida radical. Su coche, el MP4-26, se hab¨ªa mostrado err¨¢tico en todos los ensayos de la pretemporada del Mundial de f¨®rmula 1 que arranca este domingo en Melbourne. Ni siquiera en Barcelona, donde las dem¨¢s escuder¨ªas probaron sus ¨²ltimas novedades y elevaron su list¨®n, pudo ser competitivo el equipo brit¨¢nico. Fue entonces, a falta de 15 d¨ªas para el inicio del campeonato, en Australia, cuando el dirigente de Woking decidi¨® tomar el toro por los cuernos y proponer un cambio estructural en sus monoplazas.
McLaren no pod¨ªa exponerse a llegar a Melbourne con un coche incapaz de competir al nivel de Red Bull, Ferrari y el renovado Mercedes, que ascendi¨® el pelda?o que le quedaba para aspirar a las victorias con la mejora presentada en los ¨²ltimos entrenamientos. "Creo que hab¨ªamos sido demasiado atrevidos en algunos aspectos y especialmente en el dise?o de los escapes", confes¨® Whitmarsh, "y es evidente que no logramos sacar de ello el beneficio suficiente para ser competitivos. No est¨¢bamos satisfechos porque al coche le faltaba fiabilidad y competitividad".
"Fuimos demasiado atrevidos con los escapes", confiesa el director, Whitmarsh
Las variantes solo se han probado en el simulador, por lo que se ignora su valor real
Cuando el MP4-26 apareci¨® en los circuitos, en febrero, recibi¨® todos los elogios por ser el monoplaza m¨¢s innovador. Presentaba unos pontones en forma de L que permit¨ªan crear un canal para dirigir el flujo de aire desde el cockpit (habit¨¢culo del piloto) hasta la parte trasera del b¨®lido. Pero tan radical como eso era el planteamiento de los escapes, que, en principio, ten¨ªan su salida de gases en la parte trasera, dirigidos hacia el suelo, buscando un efecto de contrapresi¨®n.
La f¨®rmula era revolucionaria. O, quiz¨¢, no tanto, porque algunos viejos Benetton hab¨ªan utilizado un planteamiento similar a mediados de los a?os noventa. Sin embargo, ya en las primeras pruebas en Jerez y Valencia, pudieron comprobar Lewis Hamilton y Jenson Button que aquello no funcionaba. "No estamos para ganar carreras. No tenemos un buen coche", dijeron ambos. El equipo estaba preocupado.
Cambiaron los escapes buscando soluciones diversas, pero sin encontrar la fiabilidad m¨ªnima imprescindible. Hasta que decidieron que hab¨ªan sobrepasado todos los l¨ªmites tolerables y que deb¨ªan dar marcha atr¨¢s. Antes de embarcar los dos monoplazas hacia Australia, McLaren cambi¨® por completo el suelo y volvi¨® al sistema cl¨¢sico de escapes por detr¨¢s hacia el difusor, tal y como lo hab¨ªan usado la pasada temporada. As¨ª que, de golpe, estaban sufriendo una recesi¨®n de un a?o, pero recuperando los esquemas que, al menos, hab¨ªan permitido a Button y Hamilton darles cinco victorias en 2010.
"Hemos hecho cambios radicales que nos han obligado tambi¨¦n a dise?ar bastantes piezas nuevas. Veremos qu¨¦ resultado nos dan en Australia", explica Whitmarsh; "nuestras previsiones son que vamos a ganar alrededor de un segundo por vuelta si todo funciona tal y como esperamos. Pero es evidente que estamos corriendo un gran riesgo".
El principal problema que afronta McLaren es que todos estos cambios solo han podido ser probados en el simulador y, por tanto, no cuenta m¨¢s que con los datos que ha dado el ordenador. No se podr¨¢ comprobar su valor real hasta que ma?ana, viernes, el nuevo MP4-26 vuelva a rodar sobre un circuito.
"Nos equivocamos, es evidente", reflexiona Whitmarsh; "sin embargo, en el trayecto hacia atr¨¢s hemos atravesado sendas que han resultado muy interesantes y que nos han aportado soluciones creativas. No estamos donde esper¨¢bamos estar, pero hemos hecho lo que era correcto". En ese camino recuperaron a Pedro Mart¨ªnez de la Rosa como piloto probador.
Para una escuder¨ªa que invierte m¨¢s de 300 millones por temporada y que solo ha ganado un t¨ªtulo mundial en los ¨²ltimos 11 a?os, el de Hamilton en 2008, no parece suficiente. La credibilidad de Whitmarsh queda en entredicho ante el gran jefe de Woking, Ron Dennis.
McLaren llega a Australia con todas las dudas del mundo, pero con la esperanza de no perder el tren del campeonato desde el primer gran premio. "No puedo hacer previsiones para esta cita", asume el director del equipo, "pero tenemos claro que el objetivo es ganar carreras. Nos gustar¨ªa que la primera fuera en Melbourne".
Eso parece dif¨ªcil. A un solo d¨ªa de que los motores comiencen a rugir, McLaren apenas cuenta en las apuestas. Todos tienen la vista en Red Bull y Ferrari, a la espera de que Mercedes confirme la mejora que apunt¨® en Barcelona y que podr¨ªa auparle al primer plano. La batalla inicial se plantea entre Fernando Alonso, el alem¨¢n Sebastian Vettel, el australiano Mark Webber y el tambi¨¦n germano y siete veces campe¨®n mundial Michael Schumacher.
El misterio del aler¨®n trasero
Las discusiones entre los pilotos en los d¨ªas previos al inicio del Campeonato del Mundo de f¨®rmula 1 se centran en la repercusi¨®n que pueda llegar a tener el uso del aler¨®n trasero regulable. Mientras la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA) no acaba de definirse sobre las normas que regir¨¢n su utilizaci¨®n, aquellos comienzan a especular sobre la conveniencia o no de su aplicaci¨®n.
"Para m¨ª, ¨²nicamente deber¨ªa usarse durante la carrera, no en la serie clasificatoria", opin¨® ayer Mark Webber, de Red Bull. Otros, como Sebastian Vettel, el campe¨®n actual y compa?ero suyo, incluso plantean que puede resultar peligroso.
La cuesti¨®n es que el aler¨®n trasero regulable, impuesto este a?o en el reglamento, debe convertirse en uno de los elementos fundamentales para potenciar los adelantamientos, sumado a la potencia de 80 caballos que aportar¨¢ el KERS.
El aler¨®n tan solo podr¨¢ activarse cuando un coche est¨¦ a menos de un segundo del que le precede y en una zona que oscilar¨¢ entre los 800 y los 600 metros antes del final de la recta. Levantar la parte m¨®vil del ala aportar¨¢ entre 10 y 12 kil¨®metros por hora suplementarios. Sin embargo, tanto la FIA como los pilotos quieren comprobar su funcionamiento en los entrenamientos de Australia para acabar de definir su uso en la carrera y la clasificaci¨®n, que, en principio, debe ser libre.
La revista alemana Auto Motor und Sport desvel¨® ayer que la activaci¨®n del sistema es distinta en varias escuder¨ªas. Seg¨²n ella, McLaren recurre a levas detr¨¢s del volante y Ferrari y Mercedes han optado por un pedal para ser accionado con un pie. El sistema se anula al tocar el freno y el aler¨®n regresa a su posici¨®n normal, con lo que el coche recupera su fuerza aerodin¨¢mica.
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