La situaci¨®n de los prejubilados de Babcock queda en manos del Gobierno
Empleo intenta ligar la situaci¨®n de los trabajadores a un nuevo expediente
La situaci¨®n de Babcock resulta cada vez m¨¢s parecida a un serial de cientos de cap¨ªtulos, cuya trama se complica cada vez m¨¢s y su desenlace nadie ve claro. La serie tiene un final tasado, el pr¨®ximo 31 de mayo, fecha en la que acaban para los trabajadores las garant¨ªas que ofreci¨® en su d¨ªa la Sociedad Espa?ola de Participaciones Industriales (SEPI), el organismo p¨²blico que abord¨® la privatizaci¨®n de la empresa. Pero a medida que se acerca crece la sospecha de que para que acabe bien, las instituciones van a tener que echarle mucha imaginaci¨®n.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo ha acabado de liarlo todo. Por si no fuese suficiente con que la empresa est¨¦ en concurso de acreedores, que las garant¨ªas de la SEPI a los trabajadores que heredaron los mejores salarios del entorno acaben en dicha fecha, y que 150 de los 364 trabajadores actuales se vayan a la calle el pr¨®ximo d¨ªa 15, el Tribunal Supremo acaba de dar la raz¨®n a un grupo de unos 20 miembros de la alta direcci¨®n que denunciaron el Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) de 2004. En ese ERE figuraba una cl¨¢usula por la que la empresa se compromet¨ªa a analizar la situaci¨®n de cada uno de ellos, habida cuenta de que los topes de sus prejubilaciones se hallaban por debajo de sus expectativas.
Babcock carece de dinero para pagar a los empleados los permisos retribuidos
El problema resulta considerable. La empresa ha tenido que volver a contratar a 190 empleados -descontados los jubilados y fallecidos del total de 258 a que afecta la sentencia- en puertas de despedir a 150 y de cerrar la empresa con otros m¨¢s de 200 a los que les cubrir¨ªan las garant¨ªas de la SEPI, que les permitir¨ªan cobrar una indemnizaci¨®n superior a la que estipula la actual normativa, adem¨¢s de otras ventajas.
El problema se complica cuando la empresa, nada m¨¢s dar de alta a los prejubilados desde 2004, les comunica que pasan a situaci¨®n de permiso retribuido. Es decir, se van a casa cobrando. El problema es que no hay dinero para pagarles, con lo que generan una deuda a la empresa que les acaba de contratar. Y no cobran de ninguna parte; tampoco de la p¨®liza de prejubilaci¨®n que la SEPI suscribi¨® en 2004, cuando firm¨® el acuerdo social con los trabajadores, y que se desactiva al haber sido contratados de nuevo.
El Gobierno vasco tiene ahora parte de la soluci¨®n, tras confirmar con la Abogac¨ªa del Estado que es posible actualizar el ERE, aprobarlo en el Pa¨ªs Vasco para eliminar problemas y salvar el escollo de los denunciantes con una negociaci¨®n que mejore sus prestaciones.
Los departamentos de Empleo e Industria, intentan desbrozar el camino hacia una soluci¨®n para este colectivo de prejubilados, pero con el problema asociado del tiempo. Babcock, la empresa que represent¨® como ninguna en su ¨²ltima etapa p¨²blica el modelo de sociedad en el que el tr¨¢fico pol¨ªtico serv¨ªa tanto para cubrir las elevadas p¨¦rdidas como para encontrar pedidos, se extingue definitivamente.
Siete a?os despu¨¦s
- Vuelta al trabajo. Un total de 258 empleados prejubilados en 2004 a trav¨¦s de un ERE fueron llamados ayer por Babcock para que vuelvan al trabajo al fallar el Tribunal Supremo en contra del expediente. De los 258, un total de 65 ya est¨¢n jubilados y tres han fallecido.
- Inactividad. A instancias de la administraci¨®n concursal que se encarga actualmente de la compa?¨ªa, Babcock decidi¨® reincorporar a todos estos prejubilados, para ayer mismo comunicarles que pasan a la situaci¨®n de permiso retribuido. El problema es que la empresa no tiene dinero con qu¨¦ retribuirles.
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