Tras el Banco Base, volver a empezar
La interrupci¨®n de la fusi¨®n de Banco Base crea una oportunidad para reconducir un proceso que conduc¨ªa a la creaci¨®n de una entidad a la vez sist¨¦mica y fr¨¢gil. La estrategia del regulador sigue buscando la consolidaci¨®n de balances bajo el argumento de que el sistema es solvente, con independencia de que hubiera instituciones m¨¢s problem¨¢ticas que otras. Esta estrategia tiene el m¨¦rito de minimizar de momento la exposici¨®n del contribuyente a los problemas de solvencia de algunas cajas.
Pero plantea dos problemas. Primero, las p¨¦rdidas siguen sin reconocerse, y las inyecciones de capital necesarias para eliminar las dudas del mercado no tienen lugar. As¨ª, las instituciones en apuros pueden seguir descapitaliz¨¢ndose a base de nuevos dividendos, como en el escandaloso caso de esta semana de CAM. Adem¨¢s, las fusiones entre entidades d¨¦biles incrementan el riesgo sist¨¦mico, al aumentar el n¨²mero de entidades grandes en apuros.
Es dif¨ªcil de digerir que la entrada de capital p¨²blico no afecte al cargo de los actuales gestores
Segundo, el modelo de gesti¨®n no se toca. Pero, sin cambios en la gesti¨®n, ?c¨®mo van los inversores extranjeros a invertir? Es extra?o, y sin precedente en las reestructuraciones bancarias espa?olas del pasado, que se espere que el capital privado entre de forma minoritaria y dispersa y deje su inversi¨®n precisamente en manos de quien tan mal ha gestionado la entidad.
El nuevo decreto RD 2/2011 pod¨ªa haber ayudado a resolver este problema simplemente poniendo como condici¨®n para pedir capital al FROB la dimisi¨®n autom¨¢tica de sus gestores. Esto les hubiera colocado ante la disyuntiva correcta: si est¨¢n convencidos de la salud de sus instituciones, no hay por qu¨¦ rehuir el test de mercado y si no lo est¨¢n, han de dimitir. La alegr¨ªa con la que las cajas solicitan dinero del FROB sugiere que los gestores no tienen preocupaci¨®n alguna en lo que se refiere a su continuidad al frente de sus entidades. El que la entrada de capital p¨²blico no tenga consecuencias sobre la continuidad de los equipos directivos es dif¨ªcil de digerir.
La ruptura del Banco Base permite solucionar los dos problemas anteriores. La v¨ªa f¨¢cil a corto plazo es insistir en que la entidad es solvente y optar por una venta ligada a un esquema de protecci¨®n de activos. Esto debe hacerse preservando los incentivos para la recuperaci¨®n de malos cr¨¦ditos, lo que requiere, al contrario que se hizo en el caso de CCM (y como el Reino Unido s¨ª ha hecho con RBS), exigir a la entidad que adquiera la CAM que absorba por ejemplo el 30% inicial de perdidas y permitir que el resto lo asegure el FROB, algo peligroso en t¨¦rminos fiscales pero factible. El comprador debe ser una entidad fuerte, preferentemente extranjera, aunque sea muy dif¨ªcil. As¨ª se evita una mayor concentraci¨®n de riesgos inmobiliarios y la disminuci¨®n de la competencia y se trae capacidad de gesti¨®n y absorci¨®n de riesgos que no pueden traer los fondos de capital riesgo y fondos soberanos que se han barajado hasta ahora.
Pero la renuncia de Cajastur a hacerse cargo de CAM, supone que esta instituci¨®n est¨¢ herida de muerte y que s¨®lo se la puede salvar con gran esfuerzo del erario p¨²blico. Pi¨¦nsese en lo que ha ocurrido: se ha dejado a otra entidad acercarse a los n¨²meros de CAM y esta ha decidido, a pesar de las presiones del supervisor, renunciar a la fusi¨®n. ?Qu¨¦ se espera que piense un inversor alternativo que no ha tenido acceso a esta informaci¨®n? Si CAM es insolvente, la soluci¨®n es clara: una intervenci¨®n seguida por un proceso concursal que permita eliminar del sistema financiero espa?ol unas deudas muy problem¨¢ticas. El riesgo para Espa?a de tal decisi¨®n no es cero, pero tampoco lo es el de seguir negando que hay problemas. El beneficio puede ser alto, ya que supondr¨ªa separar, definitivamente, la solvencia del estado de la de la de algunas entidades que no tuvieron la precauci¨®n que cab¨ªa exigirlas.
Luis Garicano es catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la London School of Economics. Tano Santos es catedr¨¢tico de Econom¨ªa y Finanzas en la Universidad de Columbia en Nueva York.
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