La deuda externa se reduce por primera vez en una d¨¦cada
El endeudamiento disminuy¨® un 1,2% en 2010 - Las necesidades de capital de las cajas de ahorro son ahora la principal inc¨®gnita para los mercados
La deuda externa remite al fin. A lo largo de 2010, la econom¨ªa espa?ola logr¨® dar la vuelta a una de las tendencias m¨¢s escrutadas por los que participan en los mercados. Porque, lo que a la luz cegadora de la burbuja inmobiliaria y financiera de la d¨¦cada anterior era combustible para una m¨¢quina de invertir y crear puestos de trabajo, es ahora, para esos mismos inversores, analistas y agencias de calificaci¨®n, un motivo de desconfianza insuperable.
El par¨®n de la econom¨ªa y la menor necesidad de bancos y empresas de capital for¨¢neo han puesto fin a la escalada del endeudamiento exterior de la ¨²ltima d¨¦cada. Se saldan las deudas a su vencimiento y no se contraen nuevas. En marzo del a?o pasado toc¨® techo, al llegar a la cota de 1,79 billones de euros. Desde entonces, el volumen de la deuda con el resto del mundo enfil¨® una suave cuesta abajo.
La deuda exterior fue de 1,74 billones al cierre de 2010, un 164% del PIB
Los bancos saldan sus deudas y no recurren tanto al cr¨¦dito for¨¢neo
El par¨®n de la econom¨ªa y de la inversi¨®n arrastra a las importaciones
Sube la deuda p¨²blica y baja la de empresas, familias y entidades financieras
Los ¨²ltimos datos del Banco de Espa?a, revisados la semana pasada, confirman que la tendencia ha cambiado. Al cierre de diciembre, la deuda externa bruta (pr¨¦stamos y valores distintos de acciones) hab¨ªa ca¨ªdo a 1,74 billones, una cifra inferior en casi 50.000 millones al r¨¦cord alcanzado en marzo. Y, por primera vez en la ¨²ltima d¨¦cada -el Banco de Espa?a solo ofrece datos comparables desde 2002-, el volumen de deuda con el resto del mundo es menor (un 1,2%) que en el mismo periodo del a?o anterior.
"La reducci¨®n de la deuda con el exterior es algo que cab¨ªa esperar, imprescindible en la larga etapa de ajuste que nos queda por delante", se?ala ?ngel Laborda, director del gabinete de coyuntura econ¨®mica de la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorros (Funcas). "En realidad no ha hecho m¨¢s que empezar, y de forma muy modesta", apunta. En t¨¦rminos relativos, la deuda externa equivale, al cierre de 2010, al 164% del PIB, cuando en 2009 llegaba al 167% del PIB.
Es la propia crisis la que ha puesto fin a una d¨¦cada de endeudamiento excesivo. El par¨®n de la econom¨ªa espa?ola se ha traducido en una congelaci¨®n del consumo, y por extensi¨®n, de las importaciones. Eso y la disminuci¨®n de las remesas de los inmigrantes (ahora en muchos casos desempleados) a sus pa¨ªses de origen, han menguado el d¨¦ficit exterior. Espa?a se coloc¨® como la econom¨ªa m¨¢s dependiente del resto del mundo en el peor momento posible: en 2007, en el umbral de la Gran Recesi¨®n, el d¨¦ficit exterior se situ¨® en el 10% del PIB. Tres a?os despu¨¦s no llega al 4%.
La limitada capacidad de ahorro de la econom¨ªa espa?ola y el desequilibrio que se acumulaba, a?o a a?o, en los intercambios con el resto de pa¨ªses no fue impedimento para que, al calor del boom inmobiliario y financiero, Espa?a mantuviera un elevado ritmo de inversi¨®n, m¨¢s propio de los pa¨ªses emergentes. El resto del mundo no ten¨ªa problemas en prestar dinero a empresas, familias y bancos espa?oles y alimentar as¨ª un endeudamiento vertiginoso. Lo llamativo de Espa?a, no es su nivel de deuda externa (muchos pa¨ªses avanzados tienen m¨¢s del 167% del PIB que tuvo Espa?a en 2009), sino la rapidez en lograrla: se triplic¨® de 2002 (0,6 billones) a 2009 (1,76).
La crisis transform¨® la etapa del cr¨¦dito f¨¢cil en una sequ¨ªa de pr¨¦stamos. Y tambi¨¦n a las econom¨ªas m¨¢s dependientes, y con menos capacidad de crecer (y a Espa?a se le grip¨® el motor inmobiliario), en sospechosas. Ahora, si se presta dinero a entidades, Administraciones y empresas espa?olas, es siempre a un precio mucho mayor. No es solo que, con la econom¨ªa atascada, se invierta mucho menos; tambi¨¦n que es m¨¢s dif¨ªcil financiarse desde el exterior. "Que Espa?a empezara a bajar su nivel de endeudamiento viene dado por las condiciones de la crisis, era casi una necesidad", comenta Xavier Segura, economista jefe de CatalunyaCaixa.
"Lo positivo es que estos datos muestran que la econom¨ªa est¨¢ reaccionando, que los desequilibrios no van a m¨¢s, y es un signo que los mercados van a tener en cuenta", seg¨²n Laborda. El d¨¦ficit p¨²blico y la deuda externa han sido dos argumentos recurrentes contra la desconfianza en Espa?a durante la recesi¨®n. Y, en 2010, ambos dejaron de ir a peor. "Este tipo de datos es el que nos permite separarnos del pelot¨®n de pa¨ªses m¨¢s castigado por los inversores" coincide Segura, en referencia a Grecia, Irlanda y Portugal.
Ambos economistas alegan que el descenso del endeudamiento es un camino sin vuelta atr¨¢s, aunque no descartan m¨¢s sustos. Como evidencia la evoluci¨®n de 2010, ahora es el endeudamiento p¨²blico con el exterior el que crece (pas¨® de 0,29 a 0,3 billones), mientras que empresas y familias y entidades financieras, con m¨¢s dificultades para acceder a los mercados, reducen su nivel de deuda. En 2010 la deuda de empresas y familias cay¨® de 0,46 a 0,44 billones, y la de las entidades financieras pas¨® de 0,78 a 0,76 billones.
A bote pronto, las mayores dudas se concentran en las necesidades de recapitalizaci¨®n de las cajas de ahorros. Si, como en Irlanda, el Estado tiene que nacionalizar varias entidades, la deuda p¨²blica crecer¨¢ por encima de lo previsto. M¨¢s a¨²n cuando esas previsiones se basan ya en un recorte del d¨¦ficit p¨²blico muy ambicioso. "Pero, a medio plazo, lo determinante ser¨¢ si la econom¨ªa es capaz de volver a crecer a buen ritmo. Solo eso permitir¨¢ bajar el nivel de deuda externa de forma significativa", advierte Segura.
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