Obama ve el fin de la guerra al terror
Un comando de fuerzas especiales de la Armada liquida en Pakist¨¢n al jefe de Al Qaeda - "El mundo es m¨¢s seguro ahora", afirma el presidente tras la ca¨ªda de Bin Laden - La operaci¨®n no fue dise?ada en exclusiva para acabar con su vida
La guerra contra el terrorismo adquiere una nueva dimensi¨®n tras la muerte de Osama bin Laden. Si Estados Unidos no la ha ganado ya, se encuentra en una posici¨®n inmejorable para ponerle punto final y cerrar un cap¨ªtulo que, con menos luces que sombras, ha marcado una era de la pol¨ªtica exterior norteamericana y ha afectado profundamente a la seguridad de muchos otros pa¨ªses. "El mundo es m¨¢s seguro ahora", concluy¨® ayer Barack Obama al valorar un ¨¦xito que, entre otras cosas, le da alas a su presidencia y le devuelve la moral de victoria a una naci¨®n todav¨ªa sumida en la depresi¨®n causada por los ataques del 11 de septiembre.
La venganza ha sido consumada. Con la perseverancia propia de pa¨ªses que tienen fe ciega en su destino hist¨®rico, Estados Unidos ha acabado abatiendo al principal responsable de aquellos cr¨ªmenes y ha descabezado al movimiento terrorista isl¨¢mico. Sin Bin Laden, a quien no se le vislumbra un sucesor, Al Qaeda y las organizaciones nacidas en su entorno quedan al borde del abismo.
Hillary Clinton: "La guerra contra el sindicato del terror no ha finalizado"
"Hemos cortado la cabeza a la serpiente", destaca el asesor de seguridad nacional
Se sospecha que el espionaje paquistan¨ª ten¨ªa conocimiento de su presencia
Un preso dio pistas en Guant¨¢namo de su paradero, seg¨²n la versi¨®n oficial
La Administraci¨®n norteamericana no quiere todav¨ªa darlo por hecho. Las primeras reacciones a la muerte de Bin Laden de un tiro en la cabeza han sido prudentes. "La guerra contra Al Qaeda y su sindicato del terror no ha finalizado", advirti¨® la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Pero es indudable que un nuevo sentimiento de optimismo se ha instalado en el pa¨ªs, si no por haber acabado ya con cualquier riesgo de una nueva acci¨®n terrorista, s¨ª por haber demostrado la superioridad de EE UU. Como tambi¨¦n dijo Clinton, "ha quedado claro que no pueden vencernos".
El principal asesor de seguridad nacional del presidente, John Brennan, afirm¨® que "Al Qaeda es un tigre herido al que todav¨ªa le queda vida", pero a?adi¨® que se "le ha cortado la cabeza a la serpiente" y eso representa "un momento decisivo en la guerra contra el terrorismo".
Ahora ser¨¢ necesario protegerse de una posible revancha por parte de Al Qaeda -se han tomado medidas de emergencia en embajadas y de protecci¨®n de otros intereses norteamericanos en el mundo- y, sobre todo, trasladar al terreno militar y estrat¨¦gico el ¨¦xito obtenido el domingo por un comando de fuerzas especiales. Es decir, habr¨¢ que concluir de forma adecuada la guerra de Afganist¨¢n y establecer con Pakist¨¢n y otros pa¨ªses musulmanes el grado de cooperaci¨®n que impida la resurrecci¨®n de Al Qaeda. Pero el m¨¦rito de esta operaci¨®n, su larga preparaci¨®n y su impecable ejecuci¨®n constituyen un revulsivo para la lucha contra el terrorismo y para el papel internacional de Estados Unidos en su conjunto.
15 a?os buscando a Bin Laden
Washington ha estado detr¨¢s de Bin Laden durante 15 a?os. En una ocasi¨®n estuvo cerca de ¨¦l, en las monta?as de Tora Bora, poco despu¨¦s de la invasi¨®n de Afganist¨¢n. Pero durante la mayor parte de ese tiempo no hubo pistas sobre su paradero. Se especul¨® con su muerte y se lleg¨® a darle por perdido para siempre. Pero Estados Unidos insisti¨®, convencido de que, sin su cabeza, nunca habr¨ªa verdadera justicia, y ahora todo ese esfuerzo se ve recompensado y hasta muchos de los errores cometidos durante este tiempo pueden verse ocultados.
El mayor de esos errores, Guant¨¢namo, es parad¨®jicamente la fuente de la que procede la informaci¨®n que llev¨® a localizar a Bin Laden en una mansi¨®n de Abbottabad, a 60 de kil¨®metros de Islamabad.
Seg¨²n la versi¨®n oficial, uno de los detenidos en esa c¨¢rcel revel¨® en agosto pasado el nombre en clave de un mensajero de Bin Laden, a quien la CIA consigui¨® identificar despu¨¦s y seguir hasta la residencia en la que finalmente muri¨®.
El asalto fue ejecutado por un comando de la unidad de ¨¦lite de la Marina SEAL -que corresponde a las iniciales en ingl¨¦s de tierra, mar y aire-, que opera bajo el mando del Comando Conjunto de Fuerzas Especiales. El ataque dur¨® 40 minutos. Participaron dos helic¨®pteros y, aunque uno de ellos se averi¨®, la misi¨®n pudo cumplirse sin p¨¦rdidas de vidas norteamericanas.
Operaci¨®n de EE UU en solitario
Estos son los datos fundamentales de una operaci¨®n que Estados Unidos realiz¨® en solitario y, seg¨²n la versi¨®n facilitada por Brennan, sin comunicarlo previamente a las autoridades paquistan¨ªes. La Casa Blanca intent¨® ayer aclarar ese y otros extremos controvertidos de este episodio.
Uno de ellos es, precisamente, el conocimiento que el servicio de inteligencia paquistan¨ª, del que siempre se ha sospechado por sus conexiones con el islamismo, ten¨ªa de la presencia de Bin Laden en una poblaci¨®n pr¨®xima a la capital y habitada principalmente por altos oficiales retirados. Brennan no quiso especular sobre esta materia
S¨ª descart¨®, sin embargo, que la operaci¨®n estuviera concebida exclusivamente para acabar con la vida de Bin Laden. Seg¨²n Brennan, el comando asaltante estaba preparado para hacer frente a la posibilidad de que el l¨ªder de Al Qaeda decidiera rendirse, aunque siempre se consider¨® como "altamente improbable". En lugar eso, de acuerdo con esta versi¨®n, Bin Laden y los hombres que le custodiaban ofrecieron resistencia, y varios de ellos murieron junto a su l¨ªder. No se sabe con precisi¨®n si el propio Bin Laden utiliz¨® un arma. Tan solo se ha dicho que "estuvo implicado en el tiroteo". La prioridad de la operaci¨®n, en todo caso, no era la de salvar la vida del l¨ªder de Al Qaeda, sino la de poner en el menor riesgo posible a los miembros del comando.
Brennan asegur¨® que los militares norteamericanos pusieron mucho cuidado en no matar a civiles o inocentes. En este sentido, se ha informado de que en la residencia asaltada viv¨ªan familiares de Bin Laden, incluidas varias mujeres tras las que el l¨ªder de Al Qaeda trat¨® de esconderse durante el tiroteo, seg¨²n la versi¨®n oficial.
[Reunidos en la Situation Room, o sala de crisis, de la Casa Blanca, Obama y los miembros del equipo de seguridad nacional siguieron en tiempo real la operaci¨®n militar, de 40 minutos de duraci¨®n, que acab¨® con la vida de Bin Laden, informa France Presse. "Fueron los momentos m¨¢s angustiosos en la vida de los que est¨¢bamos reunidos ah¨ª ayer [por el domingo]", ha dicho John Brennan, principal consejero de seguridad de Obama. "Los minutos eran largos como d¨ªas, y el presidente estaba muy inquieto por la seguridad de nuestros equipos" sobre el terreno. "Fueron momentos muy tensos, de respiraci¨®n contenida", a?adi¨®].
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