La ola del 15-M alcanza al 22-M
Las multitudinarias concentraciones marcan la v¨ªspera de la jornada electoral
La inmensa oleada pac¨ªfica de protestas del Movimiento 15-M se apoder¨® de la jornada de reflexi¨®n previa a las elecciones municipales y auton¨®micas de hoy. Unos comicios en los que 35 millones de espa?oles est¨¢n llamados a las urnas a elegir casi 70.000 cargos p¨²blicos de 8.116 ayuntamientos y 13 comunidades aut¨®nomas.
Las concentraciones, pese a la prohibici¨®n de la Junta Electoral Central, reunieron a decenas de miles de personas en las principales ciudades del pa¨ªs. Una eclosi¨®n social pocas veces vista en la historia de la democracia espa?ola, que prendi¨® tras las manifestaciones del pasado domingo convocadas por la plataforma ?Democracia Real Ya! Un movimiento, fuertemente anclado en las redes sociales y con base en la Puerta del Sol, que ha logrado una espectacular ola de adhesiones hasta convertirse en el centro de la campa?a.
El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, se reuni¨® en la ma?ana de ayer con la c¨²pula de su departamento para analizar las concentraciones y el dispositivo policial desplegado para garantizar el orden p¨²blico. La polic¨ªa hab¨ªa recibido la orden de no desalojar las concentraciones de la Puerta del Sol ni las de las dem¨¢s ciudades espa?olas mientras no se produjeran incidentes. Los efectivos desplegados para hoy, precis¨® Rubalcaba, ser¨¢n los mismos que durante cualquier jornada electoral.
El Tribunal Supremo rechaz¨® el viernes por la noche un recurso al veto de las concentraciones interpuesto por Izquierda Unida, que ayer por la ma?ana elev¨® otro recurso al Constitucional. Al tratarse de un recurso de amparo ordinario, el alto tribunal no tiene un plazo de tiempo fijado para estudiarlo.
Los partidos y los analistas, en la jornada de reflexi¨®n, se preguntaban a qui¨¦n favorecer¨¢ la protesta, si la polic¨ªa deber¨ªa o no intervenir. ?C¨®mo afectar¨¢ a la participaci¨®n? ?C¨®mo a los partidos peque?os?
Mientras eso ocurr¨ªa en el plano de la pol¨ªtica oficial, la de los partidos, en ese otro plano pol¨ªtico paralelo, cuyo epicentro est¨¢ en el kil¨®metro cero de la capital pero que alcanza a toda la geograf¨ªa espa?ola, miles de ciudadanos viv¨ªan la jornada de reflexi¨®n en otro ambiente.
Los concentrados pon¨ªan en com¨²n sus quejas y propuestas en asambleas ciudadanas, en comisiones y subcomisiones, y trataban con paciencia de elaborar un discurso com¨²n. Con sus propias reglas de juego, que van creando sobre la marcha. Sin jerarqu¨ªas, de manera horizontal. La Puerta del Sol de Madrid viv¨ªa pr¨¢cticamente ajena a las discusiones de unos pol¨ªticos que consideran que no les representan. Que no han sabido gobernar para ellos, la generaci¨®n mejor preparada de la historia, abocada a un horizonte deprimente. Que han protagonizado una campa?a enfocada casi como unas primarias para las elecciones generales de 2012.
"Necesitamos un fluorescente de 58 vatios". "Diego, de la comisi¨®n de Respeto, que vaya al punto de encuentro de Respeto". Los mensajes se suceden por la megafon¨ªa del campamento de la Puerta del Sol.
Los concentrados reparten crema solar, botellines de agua. La comisi¨®n de Alimentaci¨®n no puede con todas las donaciones de comida. Los ni?os juegan en la zona de guarder¨ªa. En la biblioteca, llena de prensa y libros, la gente descansa leyendo en los sof¨¢s. "Aqu¨ª se puede", reza el cartel, "leer el peri¨®dico y contrastar informaci¨®n, sentarse a leer y reflexionar". Esto, en palabras de uno de los portavoces, es una "Ciudad-Estado con vocaci¨®n de permanencia, dispuesta a pervivir m¨¢s all¨¢ del 22 de mayo".
Lejos de debilitarse, tras una semana de insolaciones, lluvia y falta de sue?o, el organismo vivo que forman los acampados de Sol no deja crecer y de generar m¨¢s informaci¨®n y cambios de los que ellos mismos son capaces de digerir. No hay nadie que tenga una visi¨®n de conjunto. Hacer una puesta a punto de lo que est¨¢ sucediendo bajo la mirada de miles de curiosos requiere ir -una por una- a todas las ya c¨¦lebres comisiones en las que se han organizado los acampados y que no paran de multiplicarse y crecer.
De estas comisiones, que canalizan el debate, depende la continuidad de este colectivo. A la veintena ya existente, en las ¨²ltimas horas se han sumado los grupos de Pymes, Lenguaje y Pensamiento, Exterior o Inem. Pero cuando lean estas l¨ªneas habr¨¢ surgido alguna nueva.
Ayer por la tarde las asambleas se extend¨ªan ya por las plazas adyacentes a Sol. Al menos se celebr¨® una docena, de hasta 500 personas cada una. En la plaza de Pontejos, la comisi¨®n de Pol¨ªtica a Largo Plazo intentaba encontrar v¨ªas para desarrollar asambleas de barrio.
Esta comisi¨®n ha convocado asambleas de vecinos en todos los barrios de Madrid para el pr¨®ximo s¨¢bado 28 a las 12.00. Y el domingo 29 se invita a representantes de todas estas asambleas a participar en una Asamblea del Pueblo de Madrid que, por supuesto, tambi¨¦n se ha acordado celebrar en Sol, a las 12.00.
Ya han aprobado 16 propuestas que pueden leerse en un documento colgado en www.madrid.tomalaplaza.net. Esto, aseguran, no ha hecho m¨¢s que comenzar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.