Y la acampada de Sol contin¨²a

Varios miles de personas participaron anoche en la asamblea general de Madrid, el principal ¨®rgano de decisi¨®n del Movimiento 15-M. En el orden del d¨ªa, el punto de mayor relevancia era la continuidad o no de la acampada dispuesta en la Puerta del Sol desde hace ya dos semanas. Frisando ya la medianoche, se vot¨® continuar.

Hab¨ªa grupos que apostaban por mantener la protesta, pese al creciente enfado de comerciantes y a la presi¨®n de las autoridades regionales y municipales. Otros prefer¨ªan, por el contrario, ir reduciendo la presencia de tiendas y tenderetes, y trasladar as¨ª gradualmente el foco de atenci¨®n al movimiento vecinal, inaugurado el s¨¢bado con las asambleas en 41 barrios de la capital y 80 municipios de la regi¨®n. Hab¨ªa tambi¨¦n quien deseaba dejar un "puesto de informaci¨®n" en el centro, como testigo y recuerdo de la movilizaci¨®n popular. Y quienes insist¨ªan en consensuar el siguiente paso con los concentrados en otras ciudades, que tambi¨¦n decidieron anoche su futuro inmediato.

En la decisi¨®n de quedarse ha pesado el apoyo a los de Barcelona

Antes de la votaci¨®n, se escucharon las opiniones de unos y otros. Especial importancia tuvo la intervenci¨®n de los acampados, las decenas, a veces cientos de personas que pernoctan en la plaza p¨²blica, y que trasladaron a la asamblea problemas a tener en cuenta: de seguridad, con especial atenci¨®n a los robos y la presencia de armas blancas; de suministro de alimentos, material de todo tipo y electricidad; de convivencia y por el malestar de vecinos y comerciantes, y hasta un detalle que puede resultar menor excepto para aquel que lo sufre, las inclemencias de una primavera de sol aciago y persistentes chaparrones. "La existencia del campamento est¨¢ supeditada a la soluci¨®n de estos problemas", se dej¨® claro antes de permitir unos minutos de reflexi¨®n a los asistentes, abrir el turno de palabra y, al fin, votar.Tras dilatadas deliberaciones, la asamblea popular celebrada ayer en la Puerta del Sol decidi¨® mantener las tiendas y tenderetes en la plaza, donde llevan ya dos semanas, con la intenci¨®n declarada, eso s¨ª, de "reestructurarse". Las comisiones o grupos de trabajo quisieron dejar muy clara la diferencia entre este ¨²ltimo concepto y la decisi¨®n tajante de marcharse. "No nos vamos. El movimiento contin¨²a. Vamos a reestructurar el campamento porque somos responsables. Los grupos de trabajo seguir¨¢n en el espacio p¨²blico, y empezar¨¢n desde ya a trabajar en esta reestructuraci¨®n", expuso una portavoz.

A continuaci¨®n se a?adieron puntualizaciones a la decisi¨®n de quedarse, ya que comienza a haber "problemas de convivencia y con la electricidad" que est¨¢n generando una "situaci¨®n de inseguridad. As¨ª, la comisi¨®n de Infraestructuras solicit¨® que no se mantuviese el campamento "indefinidamente"; la de Informaci¨®n, que la pr¨®rroga, en caso de aprobarse, no durase "m¨¢s de una semana"; y la de Alimentaci¨®n, que se tomara en consideraci¨®n eliminar la cocina para evitar los problemas a la hora de servir comidas, ocasionados en su opini¨®n por personas ajenas al movimiento que acuden ¨²nicamente por ese reclamo y ni tan siquiera respetan los turnos.

La decisi¨®n de quedarse en la Puerta del Sol no responde exactamente al sentir m¨¢s generalizado de las asambleas de barrio celebradas el s¨¢bado en toda la Comunidad de Madrid. No es que se llegara a la unanimidad en esas concentraciones populares, pero la idea de dejar el centro de la capital y prolongar el movimiento a nivel vecinal consigui¨® que muchas manos se agitasen en alto. Para el que todav¨ªa ande perdido, ese gesto es similar a un aplauso mudo y simboliza la aceptaci¨®n de una propuesta. Barrio por barrio, pueblo por pueblo, los 121 portavoces de cada zona expresaron esta postura ayer a mediod¨ªa. Las voces divergentes propon¨ªan quedarse otra semana m¨¢s, al menos hasta que la iniciativa vecinal tomara cuerpo. Otros quer¨ªan que las lonas, maderas y carteles se quedaran a vivir en el kil¨®metro cero de manera indefinida. Pero eran los menos. Los m¨¢s conciliadores (o indecisos) dejaban la decisi¨®n en manos de los dem¨¢s. Lo que s¨ª ten¨ªan claro casi todos es que, si la acampada se levantaba, deber¨ªan seguir concentr¨¢ndose peri¨®dicamente en la Puerta del Sol y dejar una caseta de informaci¨®n permanente sobre el 15-M.

Sin embargo, en la reuni¨®n de las ocho de la tarde, la Comisi¨®n de Barrios quiso dejar claro que se sumar¨ªan a lo que se decidiese esa noche, fuera lo que fuera. Y lo que se decidi¨® fue quedarse "por ahora".

La misma diversidad de opiniones se respiraba durante todo el d¨ªa bajo las lonas de pl¨¢stico. Marcos, que colabora con la Comisi¨®n de Barrios y ha dormido casi todos los d¨ªas en la Puerta del Sol, era de los que quer¨ªan quedarse. El cansancio no le vale, a t¨ªtulo personal, como excusa para el abandono: "Si quisi¨¦semos irnos, habr¨ªa cada d¨ªa menos gente y no es as¨ª. Hay veces que no cabemos". Julio y Paula, padre e hija, tampoco pensaban igual. Mientras ¨¦l, funcionario, opinaba que hay que irse antes de que la polic¨ªa intervenga y pueda haber problemas, ella cre¨ªa que nadie deber¨ªa marcharse hasta que se consiga algo de lo que han pedido. Por ejemplo, que se eduque en modales y respeto en las escuelas p¨²blicas. Esa es la petici¨®n que esa ni?a de 10 a?os introdujo en el buz¨®n de sugerencias de la Comisi¨®n de Propuestas en la que colabora su padre.

En definitiva, es esto lo que falta por concretar en el movimiento 15-M. Las propuestas. El consenso de m¨ªnimos al que se ha llegado esta semana se queda corto: reforma de la ley electoral, lucha contra la corrupci¨®n, separaci¨®n efectiva de los poderes p¨²blicos y m¨¢s control ciudadano sobre los pol¨ªticos. Los barrios tienen la misi¨®n de concretar m¨¢s estas propuestas y poner en com¨²n varios asuntos. Es la l¨ªnea que se est¨¢ siguiendo desde la Comisi¨®n de Barrios, y que se empez¨® a desarrollar el s¨¢bado.

En la decisi¨®n de quedarse ha pesado mucho la intenci¨®n de transmitir apoyo a los acampados en Barcelona (tras la intervenci¨®n policial del pasado viernes); y a los detenidos en la manifestaci¨®n del 15 de mayo, el germen del movimiento. Adem¨¢s, varios cientos de personas se unieron para protestar ante la Embajada de Francia en Madrid por la carga policial contra los miles de manifestantes concentrados en Par¨ªs, en la plaza de la Bastilla.

A la asamblea le ha quedado una ¨²ltima decisi¨®n pendiente: cu¨¢ndo volver a votar si levanta o no el campamento.