Crisis, recuperaci¨®n y aterrizaje
El sector tur¨ªstico viene ganando protagonismo como atenuador de la crisis econ¨®mica en Espa?a, profunda y ya muy larga. Tras dos a?os de declive, el turismo creci¨® ya en 2010 por encima de la econom¨ªa general y, sin ir m¨¢s lejos, da se?ales para 2011 de una clara mejor¨ªa en la actividad, con crecimientos de los flujos (exteriores) que pueden situarse en torno al 4% (cifra m¨¢s real que los aumentos de dos d¨ªgitos pregonados por algunos). Con una previsi¨®n de crecimiento econ¨®mico exigua para nuestro pa¨ªs este a?o, los resultados tur¨ªsticos adquieren, pues, tintes de esperanza y optimismo ante el pesimismo reinante.
El sector tiene su importancia en la econom¨ªa espa?ola. Con un PIB generado que supone m¨¢s del 10% del total, ayuda a compensar, en gran medida, nuestro significado desajuste comercial exterior y exhibe una indudable competencia internacional. De hecho, Espa?a es una potencia tur¨ªstica, y en pocas ocasiones tenemos la oportunidad de decir esto. Desgraciadamente, solo nos acordamos del sector cuando lo necesitamos, y olvidamos frecuentemente su tama?o, su capacidad y la posici¨®n espa?ola en el mercado mundial. La necesaria asunci¨®n de la realidad y las posibilidades que ofrece nuestro pa¨ªs debe obligar a la acci¨®n por parte de los agentes y a una acci¨®n alineada con la representatividad del sector. Esto es, la pol¨ªtica de apoyo tur¨ªstico en nuestro pa¨ªs debe tener una posici¨®n de privilegio en el listado de pol¨ªticas econ¨®micas sectoriales del Gobierno, sea este el que sea. A menudo, los apoyos financieros se quedan cortos en su dimensi¨®n (por ejemplo, Plan Renove de Instalaciones Tur¨ªsticas) y tambi¨¦n se echa en falta en Espa?a el apoyo del sector privado, no solo en funci¨®n de la formulaci¨®n de propuestas de acci¨®n, sino tambi¨¦n en clave presupuestaria. El ejemplo m¨¢s claro de esta involucraci¨®n est¨¢ en la promoci¨®n tur¨ªstica.
O apostamos decidida y estructuralmente por la Espa?a tur¨ªstica o nos vamos al garete
Los diferentes planes estrat¨¦gicos, globales o monogr¨¢ficos, ya han hecho el diagn¨®stico de la situaci¨®n y marcado por d¨®nde deben ir los tiros. No me repetir¨¦ en exceso. En todo caso, quisiera concretar algunas de las l¨ªneas de actuaci¨®n que, en mi opini¨®n, requieren prioridad en estos momentos: primero, necesitamos m¨¢s dinero para promoci¨®n y comercializaci¨®n, tanto tradicional como digital. Y esta promoci¨®n debe dirigirse, de una manera especial, pero no solo, a los mercados poco explotados (asi¨¢ticos, norteamericano). Segundo, no se trata ¨²nicamente de una cuesti¨®n del montante total de dinero para inversi¨®n, sino de su uso. Las inversiones tur¨ªsticas deben contar con un an¨¢lisis escrupuloso de su rentabilidad socioecon¨®mica, y m¨¢s en un momento como el actual, de escasez de recursos globales. Tercero, es clave la colaboraci¨®n p¨²blico-privada (de poca tradici¨®n en Espa?a) en todas sus modalidades. Los Gobiernos ni lo pueden hacer todo ni son los responsables de todo. Los empresarios deben arrimar el hombro y asumir tambi¨¦n sus responsabilidades. Cuarto, no hay una Espa?a tur¨ªstica, sino muchas. Tenemos destinos. Entre otras cosas, esto quiere decir que las realidades y previsiones pueden ser distintas seg¨²n el territorio del que hablemos, y por tanto, tambi¨¦n las pol¨ªticas. El turismo es un ejemplo claro, por naturaleza, de la necesidad de una pol¨ªtica coordinada, pero tambi¨¦n deber ser sensible a las heterogeneidades existentes. Quinto, el llamado modelo de sol y playa tiene todav¨ªa mucho recorrido y este ser¨¢ mayor, y mejor, si se a¨²na con las posibilidades que ofrece nuestro pa¨ªs en t¨¦rminos culturales, lo cual nos volver¨ªa a llevar a la promoci¨®n. Sexto, sobre las estrategias empresariales. La pol¨ªtica de precios debe estar relacionada con la calidad de los servicios tur¨ªsticos y los mercados target. En todo caso, y a nivel general, hemos de mantener precios razonables y ofrecer servicios complementarios de calidad, lo cual nos llevar¨ªa a las necesidades formativas e innovativas. Finalmente, y no menos importante, es parad¨®jica la insuficiencia de datos, su accesibilidad, y de an¨¢lisis rigurosos sobre el sector en nuestro pa¨ªs, lo cual lastra el dise?o de las pol¨ªticas. Sin informaci¨®n ni an¨¢lisis veraces tomamos las decisiones de manera arbitraria e ineficiente.
A estas alturas no s¨¦ si hemos aprendido algo del pasado. Pero creo que el presente nos est¨¢ ense?ando que, o apostamos decidida y estructuralmente por la Espa?a tur¨ªstica, o nos vamos al garete.
Juan Antonio Duro Moreno es profesor Departamento de Econom¨ªa Universitat Rovira i Virgili.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.