Todos est¨¢n de los nervios
Hasta Contador se contagia de un estado de ¨¢nimo que ayer provoc¨® m¨¢s ca¨ªdas y el abandono de Vinok¨²rov y Van den Broeck
Si se cumple la ley que dice que es tan importante la suerte como las piernas (eso de la suerte del campe¨®n, que en el Tour se formula recordando que, en sus tiempos grandes, de Indurain y de Armstrong se dec¨ªa que nunca se ca¨ªan), Contador, evidentemente, no ganar¨¢ el Tour.
Le tocar¨¢ el turno de una vez a uno de estos que van para eternos segundos, el joven Andy, el viejo Evans, que son los dos ¨²nicos de los que salieron del pasaje del Gois -enorme presagio, tanto como el mal tiempo inesperado en julio en la Francia habitualmente seca y canicular-, que a¨²n no se han ca¨ªdo. Pero no, no ser¨¢ el cuarto Tour de Contador, que ya se ha ca¨ªdo tres veces, la ¨²ltima ayer, tremenda culada y golpe en la rodilla despu¨¦s de que el manillar de su bici se enganchara con el sill¨ªn del gigante Karpets.
"Me he dado un buen golpe en la rodilla, est¨¢ inflamada", se queja el de Pinto
Claro que esta frase solo tiene sentido cuando se habla de un Tour de los de siempre. El de 2011, evidentemente, no lo es. Es un Tour extraordinario, disputado inexplicablemente al borde del ataque diario de nervios, que tendr¨¢, seguramente, un desenlace extraordinario. Quiz¨¢s, claro, acabar¨¢ con una victoria de Contador. Un Tour ordinario, de esos que le han permitido llegar a centenario desbordante de salud y m¨¢rketing -el gran orgullo de los organizadores de ahora son los miles de millones que lo siguen por la tele, si hasta en Tailandia se da en directo todos los d¨ªas-, habr¨ªa permitido que de ayer se cantara la fuga habitual y la habitual merecida alabanza al ganador, y que de ayer se contaran consideraciones t¨¢cticas, tales como una que le gusta mucho a Riis, el director de Contador, sobre las ventajas de marchar con retraso estos d¨ªas.
"Nuestro equipo no tiene que trabajar, lo reservo para los d¨ªas importantes", dec¨ªa en la salida el dan¨¦s. "Tendr¨¢n que desgastarse los del BMC y quiz¨¢s el Leopard, porque la fuga ser¨¢ dif¨ªcil de controlar. Es lo que ganamos por haber perdido tiempo en el corte tras la ca¨ªda del primer d¨ªa". Otro asunto del que se hablar¨ªa ser¨ªa eso que llama Bahamontes el af¨¢n de Contador por dejarse ver en las peque?as cuestas. "Tiene que dejar los ataques para los sitios en los que puede hacer da?o, para los Pirineos", dice el ?guila de Toledo, que no se pregunta, como hacen unos cuantos, los que dudan, qu¨¦ le pasa al campe¨®n de Pinto, por qu¨¦ esa necesidad de ense?ar las piernas casi tanto como los ojos, pues ¨²ltimamente corre sin gafas que le enmascaren.
De los nervios de Contador, corolario de la duda, tambi¨¦n se hablar¨ªa, de por qu¨¦ en un momento de calma, m¨ªnimo, en el pelot¨®n, es capaz de producirse entre m¨¢s de 180 una ca¨ªda en la que solo uno, precisamente Contador, se vaya al suelo. "Y me he dado un buen golpe en la rodilla que ya ten¨ªa golpeada de la otra ca¨ªda y se me ha inflamado bastante", dijo Contador, malhumorado no solo porque no entiende la raz¨®n de sus ca¨ªdas como porque en el arre¨®n final en las alturas de Saint Flour le toc¨® apretar los dientes para entrar con el grupo de los mejores.
En el descenso del Pas de Peyrol, el pelot¨®n, que bajaba a una velocidad exagerada para la carretera estrecha por la que circulaban, seg¨²n los propios ciclistas -"es que nos pasamos, vamos demasiado deprisa, no s¨¦ qu¨¦ nos pasa", dice Ventoso- tom¨® recta una curva y la cabeza, precisamente algunos de los ciclistas m¨¢s se?alados, se fue por un barranco mientras otros frenaban y ca¨ªan sobre el asfalto. "Se me pusieron los pelos de punta al ver los ca¨ªdos", dijo Contador de la ca¨ªda m¨¢s grave del Tour de las ca¨ªdas -aparte de la que involucr¨® a Flecha y Hoogerland, atropellados por un coche de la televisi¨®n francesa-. Un accidente que no solo elimin¨® a Vinok¨²rov -adi¨®s a su carrera para el kazajo, que ten¨ªa previsto retirarse en oto?o y que se rompi¨® la cabeza del f¨¦mur- y a Van den Broeck -clav¨ªcula rota para el belga-, de entre los favoritos (tambi¨¦n se rompieron huesos y abandonaron ayer Txurruka, en otra ca¨ªda, Willems, Brutt y Zabriskie), sino que tambi¨¦n cambi¨® completamente el sentido de la etapa, y quiz¨¢s de un Tour envenenado y dominado de tal manera por el gigantismo (es tal el estado de nervios que es muy dif¨ªcil dar un paso sin un sobresalto, un empuj¨®n, una voz) que el factor humano es totalmente secundario.
En las primeras nueve etapas, sin que haya habido necesidad de que nadie atacara, sin terreno para ello, han perdido el Tour o sus sue?os de podio tambi¨¦n Gesink, que resiste en carrera, Wiggins, Van den Broeck, Leipheimer, Horner, Kreuziger y Vinok¨²rov; y Contador ha perdido m¨¢s tiempo en un d¨ªa que el que perdi¨® durante todos los d¨ªas de sus tres Tours victoriosos. Hoy, al menos, descansan todos. Se supone que, pese a los nervios, ninguno se caer¨¢ entrenando.
El parte de guerra del Tour
- 1? etapa: A 9 kil¨®metros de meta una ca¨ªda en el pelot¨®n corta a Alberto Contador, que llega a 1m 21s del ganador, Philippe Gilbert. Seis kilom¨¦tros despu¨¦s hay otra ca¨ªda en la que est¨¢ Andy Schleck, pero no afecta a la clasificaci¨®n final.
- 5? etapa: Contador sufre dos ca¨ªdas. Brajkovic abandona con la clav¨ªcula rota.
- 6? etapa: Otro favorito, Wiggins, abandona con fractura de clav¨ªcula. Horner y Leiphemer se caen.
- 9? etapa: En el kil¨®metro 102, Vinok¨²rov cae por un terrapl¨¦n y se rompe el f¨¦mur. Tambi¨¦n abandonan Van den Broeck, Zabriskie y Willems, todos con diversas fracturas. A 35 kil¨®metros de meta, un coche de la organizaci¨®n tira a Flecha y Hoogerland, que iban fugados. Acaban a 17m del ganador.
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