UE: los pol¨ªticos suspenden
Mientras que la gran mayor¨ªa de los bancos europeos aprobaban el viernes las pruebas de resistencia, los pol¨ªticos suspend¨ªan una vez m¨¢s las pruebas de esfuerzo, demostrando que el nivel de liderazgo del Viejo Continente nunca ha estado tan bajo. La inestabilidad de los mercados de deuda ha pasado de Grecia, Irlanda y Portugal, a Espa?a e Italia, poniendo en peligro toda el ¨¢rea del euro.
Qu¨¦ tiempos aquellos en que gobernaban en Europa Fran?ois Mitterrand, Helmut Kohl, Margaret Thatcher, Felipe Gonz¨¢lez y, por supuesto, Jacques Delors. Qu¨¦ diferencia con los pol¨ªticos actuales, incapaces de consensuar una salida a la crisis mientras observan c¨®mo se va cayendo todo el andamiaje de la estructura europea que tanto cost¨® levantar.
La UE debe negociar nuevos compromisos de disciplina fiscal para asegurar el futuro del euro
Los pol¨ªticos no tienen liderazgo suficiente para convencernos de que toda Europa est¨¢ en peligro
Me lo dec¨ªa hace unos d¨ªas un buen amigo de la banca: "La respuesta de la UE a la crisis de la deuda soberana es como si un equipo de bomberos llegara a sofocar un gran incendio y en vez de echar agua sobre las llamas se dedicara primero a revisar los sistemas de seguridad y los extintores y a investigar las causas del incendio, mientras el fuego se propagaba con fuerza por todo el edificio".
Esta semana, Europa ha sobrepasado todas sus l¨ªneas rojas. La discusi¨®n entre la Comisi¨®n Europea y el Banco Central Europeo a costa del nuevo plan de rescate a Grecia ha sido aprovechada por los especuladores para ampliar el espectro de sus ataques en busca de beneficios r¨¢pidos, con la inestimable ayuda de las agencias de calificaci¨®n. De Grecia se pas¨® a Portugal y a Irlanda, y en pocas horas los inversores hac¨ªan saltar las alarmas de la prima de riesgo de Espa?a e Italia. Y eso son palabras mayores.
Mientras tanto, los presuntos l¨ªderes europeos intentaban sofocar el enorme incendio con vasos de agua y no eran capaces ni de cerrar una cita para sentarse a buscar soluciones.
Un primer an¨¢lisis de la situaci¨®n muestra tres grupos en conflicto. En el primero se encuentran Grecia, Irlanda y Portugal, ingresados en la UVI desde hace meses y que se aferran a la vida con fuerzas desiguales mientras esperan nuevos medicamentos despu¨¦s de la cirug¨ªa que han tenido que afrontar.
En el lado opuesto, Alemania, Austria, Holanda y Finlandia, los pa¨ªses m¨¢s sanos del hospital europeo, cuyos habitantes est¨¢n empezando a decir no a seguir donando sangre para salvar a los m¨¢s enfermos. Sus ciudadanos no quieren poner m¨¢s dinero para rescatar a Grecia, y los pol¨ªticos no tienen el liderazgo suficiente para convencerles de que toda Europa est¨¢ en peligro.
Y en el centro, la clase media europea, liderada por Francia, que insiste en buscar soluciones urgentes, porque ve que pueden caer enfermos en cualquier momento, como le ha sucedido a Espa?a e Italia esta semana. Quieren poner en marcha un tratamiento preventivo que sofoque el riesgo de una pandemia financiera en Europa. Este grupo cuenta con el apoyo de la d¨¦bil Presidencia Europea y de la Comisi¨®n.
Adem¨¢s de los tres grupos hay un cuarto en discordia, al que le est¨¢ tocando desempe?ar el papel de malo de la pel¨ªcula: el Banco Central Europeo, que a la hora de la verdad tuvo que salir a los mercados a salvar a la Europa del euro. Aunque no lo diga en p¨²blico, Jean-Claude Trichet sabe que el grueso de la deuda soberana griega est¨¢ en manos de los bancos griegos y que un haircut los pondr¨ªa en una situaci¨®n de insolvencia grave. ?Qui¨¦n pondr¨ªa entonces el dinero para recapitalizarlos?
?Qu¨¦ hacer ante esta situaci¨®n? Sobre la deuda griega ya hemos debatido mucho en este foro. Solo dos o tres ideas. Sigo opinando que hay que reestructurar, aprovechando el segundo plan de rescate, e inmediatamente despu¨¦s buscar soluciones para que el capital acuda a Grecia, para renovar los vencimientos de los pr¨®ximos a?os. Y si queremos que el sector privado renueve los vencimientos hay que asegurar su viabilidad a largo plazo. Para ello, la ¨²nica v¨ªa es que la UE garantice en parte esos nuevos bonos a largo plazo y tipos de inter¨¦s razonables. Unos bonos Brady a la europea.
El problema es que la crisis no se cierra solucionando el caso griego. Ni siquiera planteando una buena salida para Irlanda y Portugal. El problema real ha salido a la luz esta semana con especial virulencia: se puede atacar a otros pa¨ªses m¨¢s potentes de la UE, siguiendo el esquema de la profec¨ªa que se autocumple. Si ataco a Italia o a Espa?a, los tipos de la deuda suben tanto que hacen inviable su refinanciaci¨®n.
El lunes pasado, los especuladores encontraron una one way bet -apuesta en una sola direcci¨®n-, que situ¨® la prima de riesgo de Italia y Espa?a en unos l¨ªmites que empezaban a ser peligrosos, sin que los portavoces europeos salieran al paso.
?Qu¨¦ debieron hacer el lunes los l¨ªderes europeos y qu¨¦ deber¨ªan hacer si se recrudece el ataque? En primer lugar, darse cuenta de que si Italia y Espa?a disparan su prima de riesgo por encima de los 400 puntos b¨¢sicos, se puede entrar en un camino de no retorno que pondr¨ªa en peligro toda el ¨¢rea del euro. Y para frenarlo habr¨ªa que salir al paso con una declaraci¨®n institucional de que "todos somos Espa?a e Italia, y si alguien apuesta contra ellas saldr¨¢ perdiendo".
Adem¨¢s de las palabras, la Uni¨®n Europea tiene que pasar a los hechos. Ya se ha demostrado que el Pacto del Euro, aprobado por el Consejo Europeo en marzo de este a?o, no es suficiente. Hay que sentarse a negociar nuevos compromisos que aseguren el futuro del euro sobre la base de una disciplina fiscal compartida y una pol¨ªtica com¨²n que fomente el crecimiento econ¨®mico. Aunque para ello har¨ªa falta un liderazgo que, hoy por hoy, no existe.
Para propuestas concretas, recomiendo los art¨ªculos publicados en La Cuarta P¨¢gina de EL PA?S el martes (Compromisos cre¨ªbles para la eurozona) y el mi¨¦rcoles pasado (?Por qu¨¦ se durmi¨® Europa?). Merecen la pena.
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