El Gobierno prepara un plan para la inserci¨®n laboral de 600.000 parados

Los parados sin formaci¨®n corren el riesgo de quedar ajenos a la ansiada recuperaci¨®n del mercado laboral. Consciente de ese peligro, el Gobierno prepara un plan para insertar en el mundo laboral a unos 600.000 j¨®venes sin estudios, el 12% de los actuales desempleados. Se trata de ofrecer programas formativos a esos parados para que adquieran una cualificaci¨®n que les facilite una ocupaci¨®n. El Ministerio de Trabajo busca alg¨²n est¨ªmulo (econ¨®mico o de otra ¨ªndole) que anime a estos j¨®venes a participar en los programas, seg¨²n fuentes del Ejecutivo. Si hubiera remuneraci¨®n de por medio o si la formaci¨®n fuese intensiva, los beneficiarios del plan abandonar¨ªan las listas del paro, lo que contribuir¨ªa a aliviar las cifras, al menos a corto plazo.

El colectivo corre el riesgo de quedar al margen de la recuperaci¨®n

Los contratos temporales podr¨¢n volver a convertirse en fijos de 33 d¨ªas

La pretensi¨®n inicial del Gobierno consist¨ªa en buscar una especie de renta que incentivara a estos j¨®venes sin titulaci¨®n a formarse. Pero las estrecheces presupuestarias han llevado a Trabajo a reconsiderar la idea. Este departamento contaba con un colch¨®n de gasto en desempleo que previsiblemente no se consumir¨ªa. Pero con los indicios m¨¢s que razonables de que muchas comunidades aut¨®nomas sobrepasar¨¢n su objetivo de d¨¦ficit este a?o, el Gobierno insta a todos los departamentos a ahorrar cualquier posible partida que quede por debajo de lo previsto. El objetivo es compensar -como ocurri¨® el a?o pasado- las desviaciones de d¨¦ficit que arrojen las autonom¨ªas.

Con esas limitaciones, Trabajo estudia qu¨¦ tipo de incentivo puede introducir y si cabe esa posibilidad de una remuneraci¨®n por participar. M¨¢s all¨¢ del indudable beneficio al parado, configurar el programa con una renta asociada o como formaci¨®n intensiva (un m¨ªnimo de 400 horas al a?o o el equivalente para periodos m¨¢s cortos) permite sacar a ese colectivo de las listas del paro en la mayor¨ªa de los casos. Al no estar en disposici¨®n de aceptar un empleo, los servicios p¨²blicos no los consideran desempleados mientras dure el programa. Con la cota de paro rozando los cinco millones de personas, el 21% de la poblaci¨®n activa, cualquier incidencia en esa abultada cifra resulta relevante, m¨¢xime con las elecciones en el horizonte.

De todos los parados, el colectivo compuesto por los j¨®venes sin formaci¨®n preocupa especialmente. "Es uno de los problemas m¨¢s graves, pues corre el peligro de hacerse cr¨®nico", aseguran fuentes gubernamentales. Para conseguir que estos parados tuvieran ya una certificaci¨®n acreditada cuando la reactivaci¨®n del empleo comience a consolidarse, la formaci¨®n deber¨ªa ofrecerse en un periodo relativamente corto, preferiblemente a trav¨¦s de dos canales ya existentes: formaci¨®n profesional o formaci¨®n para el empleo.

La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodr¨ªguez, se reuni¨® ayer con empresarios y sindicatos para plantearles las tareas pendientes en la mesa de empleo, entre ellas este plan para j¨®venes. El Gobierno conf¨ªa en contar con los agentes sociales en esta suerte de segunda reforma laboral, pero estar¨ªa dispuesto a sacar adelante las medidas sin esos apoyos. Respecto al escaso tiempo disponible para aprobar cualquier novedad, las mismas fuentes aseguran que casi ninguna medida requiere cambios legales, con lo que la tramitaci¨®n ser¨ªa ¨¢gil.

Otra de las decisiones que deber¨¢ adoptar Trabajo en pocos d¨ªas corresponde a la renovaci¨®n o no del programa Prepara, la renta de 400 euros que reciben ahora unas 100.000 personas que participan en programas de formaci¨®n. El plan, heredero de los 426 euros que se otorgaban antes a parados sin rentas que hubieran agotado prestaci¨®n y subsidio, se aprob¨® en febrero para un periodo de seis meses que concluye en agosto. Los sindicatos han pedido que se prorrogue, aunque las directrices de Econom¨ªa para ahorrar al m¨¢ximo ponen en cuesti¨®n su mantenimiento.

M¨¢s all¨¢ de estas dos cuestiones a¨²n inciertas, Trabajo puso ayer sobre la mesa otros proyectos m¨¢s perfilados. El principal consiste en una nueva regulaci¨®n del empleo a tiempo parcial que aumenta la protecci¨®n social y aumenta la flexibilidad de jornada para los contratos indefinidos. Otra de las tareas pendientes es dar car¨¢cter permanente a la financiaci¨®n del despido que hace ahora el Fondo de Garant¨ªa Salarial para todas las empresas. Este fondo p¨²blico, nutrido con aportaciones empresariales, seguir¨¢ pagando una parte de los despidos econ¨®micos, aunque el Gobierno quiere acotarlo solo a los procedentes.

Adem¨¢s, se pretende que cualquier contrato temporal pueda convertirse en el indefinido con despido m¨¢s barato (33 d¨ªas por a?o), como ocurr¨ªa hasta diciembre de 2010. Trabajo estudia tambi¨¦n un modelo dual que combine empleo y formaci¨®n, similar al que existe en Alemania.