Italia grava las rentas m¨¢s altas con un impuesto "solidario" del 10%
Berlusconi suprime 36 provincias y 1.500 municipios con su plan para ahorrar 45.000 millones
El Gobierno de Silvio Berlusconi aprob¨® ayer un programa de ajuste adicional de 45.500 millones de euros para los dos pr¨®ximos a?os que incluye fuertes recortes y un aumento impositivo considerable para los m¨¢s ricos. El plan contempla la supresi¨®n de municipios peque?os, la liberalizaci¨®n de servicios municipales, el recorte presuestario y un impuesto adicional de hasta el 10% para las rentas altas. "Mi coraz¨®n sangra", dijo un apenado primer ministro; "este Gobierno presum¨ªa de no haber metido nunca jam¨¢s las manos en los bolsillos de los italianos". "Es un paquete equilibrado y justo", a?adi¨®, "en el que hemos trabajado d¨ªa y noche para que pueda gustar a las instituciones europeas".
El Gobierno retrasa la edad de jubilaci¨®n de las mujeres de los 62 a los 65 a?os
La medida m¨¢s llamativa, bautizada como "impuesto solidario", estar¨¢ en vigor durante los dos pr¨®ximos ejercicios, aunque podr¨ªa prolongarse hasta 2014. Aquellos que perciben m¨¢s de 90.000 euros anuales pagar¨¢n el 5% sobre la cantidad que exceda esa cifra en su declaraci¨®n de la renta, mientras que los que ganan m¨¢s de 150.000 tendr¨¢n que abonar el 10% sobre lo que perciban por encima de esa cantidad. Adem¨¢s se elevar¨¢ del 12% al 20% el tipo impositivo sobre las rentas financieras -sin tocar, eso s¨ª, las vinculadas a los t¨ªtulos del Tesoro- y se intensificar¨¢ la lucha contra la evasi¨®n fiscal.
Pero el plan de choque afecta a muchos sectores. Se cierra el grifo para las administraciones locales, que van a tener que renunciar a 6.000 millones de euros en 2012 y otros 3.500 millones en 2013. Asimismo se agrupar¨¢n 1.500 ayuntamientos peque?os y se disolver¨¢n 34 administraciones locales de menos de 300.000 habitantes. Los ministerios ver¨¢n reducido su presupuesto en 6.000 millones de euros en 2012 y en 2.500 millones durante el siguiente ejercicio, para "demostrar que el esfuerzo es conjunto", seg¨²n afirm¨® Berlusconi.
Tambi¨¦n est¨¢ prevista una subida de impuestos sobre el tabaco (no precisada), la supresi¨®n de los puentes festivos y el traslado de las fiestas a los domingos, salvo las de car¨¢cter religioso. Las pensiones tampoco se libran del ajuste, con un ahorro estimado de 1.000 millones en esta partida. Tampoco se concretan medidas al respecto, aunque s¨ª se anuncia que las mujeres deber¨¢n retrasar la edad de jubilaci¨®n a los 65 a?os (ahora 62 a?os) en 2015.
El objetivo es alcanzar el equilibrio financiero a finales de 2013, tal y como impuso el Banco Central Europeo (BCE). Se trata de una "actualizaci¨®n", seg¨²n la defini¨® el titular de Econom¨ªa, Giulio Tremonti, del plan aprobado en julio, que preve¨ªa ajustes de 79.000 millones de euros y un d¨¦ficit cero en 2014. A los mercados entonces no les bast¨®: Italia entr¨® en la diana de los especuladores y el BCE tuvo que actuar de urgencia comprando deuda p¨²blica en el mercado secundario. Jean-Claude Trichet y su sucesor, Mario Draghi (hasta octubre director del Banco de Italia), enviaron una carta a Roma en la que dictaban tiempos y recetas para empezar a hacer frente a la brutal deuda p¨²blica del pa¨ªs.
El Consejo de Ministros detall¨® las medidas de ajuste en dos decretos y, adem¨¢s, aprob¨® la modificaci¨®n de los art¨ªculos 81 y 41 de la Constituci¨®n. El primero introduce la prohibici¨®n de presentar presupuestos en n¨²meros rojos (es decir, los futuros Gobiernos no podr¨¢n planificar gastos sin tener entradas que los cubran); el segundo abre la puerta a las liberalizaciones. El plan se completa con privatizaciones de servicios municipales y medidas para flexibilizar el mercado laboral.
La crisis econ¨®mica se inserta en una crisis pol¨ªtica m¨¢s profunda. Antes de que empezaran los latigazos de los mercados y, como consecuencia, los reproches de las instituciones europeas, Roma ya ten¨ªa sus propios problemas. El fantasma de una eventual bancarrota los est¨¢ dejando al descubierto, sin que se logre el efecto de cohesi¨®n nacional que el presidente de la Rep¨²blica ha invocado varias veces.
Silvio Berlusconi est¨¢ entre dos fuegos. Uno externo, con muchos frentes: oposici¨®n, agentes sociales y administraciones locales. El otro, el m¨¢s peligroso para la supervivencia del Gobierno, es una guerrilla interna. La oposici¨®n reacciona contrariada a las nuevas iniciativas del Gabinete. "Piden responsabilidad. Les echar¨ªamos una mano si admitieran haberse equivocado y explicaran lo que quieren hacer", se queja Pier Luigi Bersani, del Partido Democr¨¢tico (de centro izquierda).
"Estoy sin palabras por su falta de ideas", espet¨® Gianfranco Fini, presidente de la C¨¢mara y exsocio de Berlusconi, ahora en la oposici¨®n de centroderecha. La patronal dice que no entiende las propuestas del Ejecutivo; los sindicatos denuncian que las medidas afectan a las clases d¨¦biles, jubilados y j¨®venes precarios, y la mayor confederaci¨®n de trabajadores (CGIL) saca del ba¨²l la amenaza de huelga general.
Los administradores locales, tambi¨¦n varios del partido de Berlusconi, vuelven a afilar sus armas. "Practican recortes a la calidad de vida de los ciudadanos", se enfurece Gianni Alemanno, alcalde de Roma y peso pesado del partido, el Pueblo de la Libertad. "Es el tercer ajuste que hace caja atacando a los ¨®rganos locales", reflexiona Roberto Formigoni, tambi¨¦n del PdL y gobernador de Lombard¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.