Tiempos dif¨ªciles
Tras una semana pasada de infarto en los mercados internacionales, la relativa tranquilidad de esta semana -hasta ayer- permite un primer balance.
La intervenci¨®n del BCE, comprando deuda espa?ola e italiana, provoc¨® una disminuci¨®n relevante de su diferencial con el bono alem¨¢n, que hab¨ªa adquirido proporciones alarmantes -e inasumibles- en los d¨ªas anteriores.
No fue su ¨²nica decisi¨®n importante. En los d¨ªas previos, el BCE hab¨ªa anunciado su disposici¨®n a mantener por seis meses las facilidades extraordinarias de liquidez, lo que constituy¨® una buena noticia para las entidades de cr¨¦dito europeas -y espa?o-las-. Tambi¨¦n parece posible una demora en la elevaci¨®n de los tipos de inter¨¦s, aproximando as¨ª la estrategia del BCE a la adoptada por la Reserva Federal, a fin de incentivar el crecimiento.
Si las medidas que apruebe hoy el Gobierno parecen insuficientes, la situaci¨®n podr¨ªa empeorar
La prohibici¨®n de las operaciones que "impliquen constituci¨®n o incremento de posiciones cortas sobre acciones espa?olas del sector financiero", hab¨ªa mejorado tambi¨¦n la situaci¨®n de volatilidad de los mercados y, en particular, de las acciones de los bancos europeos.
No debemos enga?arnos. Aunque positivas, son medidas transitorias, que no resuelven los problemas de fondo que est¨¢n planteados. El BCE est¨¢ supliendo la falta de efectividad de los acuerdos adoptados en la Uni¨®n Europea y la ausencia de un consenso pol¨ªtico sobre la pol¨ªtica a seguir a medio plazo. La fr¨ªa acogida de los mercados al plan de Merkel-Sarkozy, evidenciada ayer en las fuertes ca¨ªdas de la Bolsa, amenaza con prorrogar la necesidad de que el BCE siga actuando.
Y es que el problema de fondo, el m¨¢s grave de todos, es la evidencia de una clara desaceleraci¨®n de las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas, incluida la alemana. Ante esta perspectiva, el sesgo bajista de los mercados resulta dif¨ªcilmente evitable, aunque pueda acentuarse como consecuencia de una determinada tipolog¨ªa de operaciones.
El efecto de Basilea III sobre el cr¨¦dito deber¨ªa ser tambi¨¦n ponderado cuidadosamente en un momento en que la recuperaci¨®n econ¨®mica es prioritaria.
La incertidumbre sobre la recuperaci¨®n econ¨®mica internacional puede afectar de manera especialmente a la econom¨ªa espa?ola, muy dependiente en estos momentos del sector exterior, y de sus posibilidades y condiciones de financiaci¨®n internacional. Sin el tir¨®n de la demanda externa y con dificultades de acceso a los mercados financieros, la recuperaci¨®n espa?ola se aleja.
Un crecimiento d¨¦bil no permitir¨¢ la creaci¨®n de empleo y prolongar¨¢ un contexto dif¨ªcil para los bancos espa?oles, por la combinaci¨®n de la ca¨ªda de la actividad econ¨®mica, una mora elevada y las persistentes dificultades de acceso a la financiaci¨®n internacional.
En definitiva, la reestructuraci¨®n del sector financiero seguir¨¢ produci¨¦ndose en un contexto adverso, aunque es imprescindible que contin¨²e. La fortaleza de los bancos espa?oles es m¨¢s necesaria ahora que nunca.
En este estado de cosas, parece claro que la decisi¨®n de Bankia y Banca C¨ªvica de no retrasar su estreno en Bolsa hace algunas semanas fue acertada. Las dificultades de julio parecen mejores que la incertidumbre actual.
?Qu¨¦ se puede hacer en esta situaci¨®n? Los grandes pa¨ªses europeos, Alemania, Reino Unido y, ¨²ltimamente, y tal vez con menos voluntad, Italia y Francia, han adoptado una estrategia clara: un duro ajuste fiscal y reformas estructurales.
El riesgo de las pol¨ªticas de ajuste es el efecto que pueden tener sobre el crecimiento econ¨®mico, nuestro mayor problema.
Sin embargo, parece inevitable seguir el mismo camino que nuestros vecinos y evidenciar un compromiso pol¨ªtico firme con la reducci¨®n del d¨¦ficit de las Administraciones p¨²blicas y las reformas estructurales. No hay margen de error. Si las medidas que el Gobierno adopte hoy se perciben como insuficientes por los mercados, la situaci¨®n podr¨ªa empeorar.
Francisco Ur¨ªa es socio responsable del Sector Financiero de KPMG.
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