El escarabajo pasa por el gimnasio
El nuevo Beetle, la segunda entrega moderna del mito de Volkswagen apuesta por la deportividad, con una l¨ªnea musculosa y tacto de GTi al volante - Desde 21.120 euros
De flower power a power a secas. Uno de los carteles publicitarios del nuevo Beetle sintetiza con acierto el planteamiento que caracteriza a la segunda resurrecci¨®n del m¨ªtico escarabajo: la potencia. Y es que la ¨²ltima entrega de este inconfundible modelo pasa de la nostalgia jipi que envolvi¨® el lanzamiento de su antecesor -que contaba incluso con una flor interior- a una mentalidad m¨¢s deportiva y con mayor car¨¢cter. Se aprecia ya en la l¨ªnea, m¨¢s musculosa y con aires de cup¨¦, y tambi¨¦n en la conducci¨®n, m¨¢s din¨¢mica y con sensaciones que remiten al Golf GTi.
Llegar¨¢ a Espa?a en noviembre y, aparte de ser m¨¢s coche que el actual, crece en tama?o para mejorar la habitabilidad. La evoluci¨®n se completa con un equipamiento de serie superior y precios ligeramente inferiores: a partir de 21.120 euros.
El Beetle del siglo XXI mantiene su enfoque de coche de capricho y tiene al Mini de BMW como principal competidor. Sobresale por su imagen y calidad y, como el actual, aprovecha la base mec¨¢nica del Golf.
Ahora mide 4,27 metros de largo, 15 cent¨ªmetros m¨¢s, pero muestra una altura inferior que estiliza su figura y una anchura superior que otorga mayor empaque. Adem¨¢s, la carrocer¨ªa pasa de las formas abombadas del New Beetle a una estampa m¨¢s s¨®lida y horizontal. Por dentro se aprecian asimismo profundos cambios de dise?o y algunos gui?os al modelo original de 1938, como la guantera en el salpicadero, que se suma a la convencional. Sin embargo, varios de los mandos (volante, navegador...) recuerdan con claridad a otros modelos de Volkswagen, un detalle que resta exclusividad, ya que empa?a el aura de coche ¨²nico que se espera de ¨¦l.
El aumento de tama?o ampl¨ªa el espacio y refuerza el sentido pr¨¢ctico, porque el nuevo modelo resulta m¨¢s utilizable. Aunque sigue siendo un 2+2, con unos asientos traseros m¨¢s desahogados pero todav¨ªa inc¨®modos para los adultos: el respaldo es demasiado vertical y, a partir de 1,70 metros de alto, se da en el techo. El maletero s¨ª mejora apreciablemente: 310 litros, 101 m¨¢s.
En Espa?a se ofrecer¨¢n dos acabados: Design y Sport. El primero aporta suspensiones m¨¢s c¨®modas y una presentaci¨®n interior m¨¢s vistosa, con el salpicadero y paneles de puertas a juego con el color de la carrocer¨ªa. El otro a?ade una imagen m¨¢s deportiva, reglajes m¨¢s firmes y un habit¨¢culo en el que predominan los tonos oscuros y los adornos met¨¢licos. Al principio se lanzar¨¢n dos motores: 1.2 TSi de 105 CV con cambio manual de seis marchas (solo en Design y desde 21.120 euros) y 2.0 TSi de 200 CV con cambio autom¨¢tico DSG (solo en Sport y desde 28.310). En la primera mitad de 2012 aparecer¨¢n m¨¢s mec¨¢nicas, que podr¨¢n combinarse con las dos terminaciones: 1.4 TSi de 160 CV y 2.0 TDi de 140 CV, ambos con cambio manual de serie y el DSG como opci¨®n. En la segunda mitad del a?o que viene llegar¨¢ el 1.6 TDi de 105 CV (Design) y el 2.0 TSi con cambio manual (Sport).
Incluso con el motor m¨¢s peque?o, el Beetle pisa con aplomo, gira plano y transmite deportividad, aunque es con los propulsores m¨¢s potentes y el acabado Sport cuando aflora de verdad su nuevo planteamiento de GTi.
Una leyenda sobre ruedas
El escarabajo es uno de esos pocos coches que han logrado traspasar las fronteras del autom¨®vil y acabar ocupando su lugar en la historia. Como el Mini, el Citro?n 2CV y el Porsche 911. Aunque su concepci¨®n fue oscura, porque naci¨® del encargo de Hitler, termin¨® motorizando Alemania y haciendo honor a su nombre original: Volkswagen, o "coche del pueblo". Despu¨¦s sali¨® de su cuna y conquist¨® el mundo. Otro de sus momentos dorados lleg¨® en las d¨¦cadas de los a?os sesenta y setenta en EE UU, porque se convirti¨® en s¨ªmbolo del movimiento jipi. Y el cine tambi¨¦n contribuy¨® a su popularidad, al igual que la transgresora publicidad de esta ¨¦poca. El anuncio que muestra la fotograf¨ªa, por ejemplo, presenta un escarabajo pinchado con el lema: "nadie es perfecto".
El primer modelo se vendi¨® en 1938 y, aunque desde el principio se le conoci¨® popularmente como escarabajo, VW no adopt¨® esta denominaci¨®n hasta 1968. Hitler realiz¨® tres peticiones b¨¢sicas: cuatro plazas, bajo precio y 100 km/h de velocidad. Y su creador, Ferdinand Porsche, el famoso ingeniero austriaco que fundo la marca Porsche, consigui¨® los tres objetivos. A?os m¨¢s tarde, su hijo Ferry aprovech¨® los dise?os de su padre del escarabajo -y su innovador motor b¨®xer trasero refrigerado por aire- para idear otro mito, el Porsche 911, que sali¨® en 1964 y compart¨ªa ese mismo esquema mec¨¢nico.
El escarabajo se fabric¨® desde 1938 hasta 2003 en numerosos pa¨ªses, aunque la ¨²ltima unidad sali¨® de la factor¨ªa mexicana de Puebla. En total se produjeron 21,5 millones. En 1972, de hecho, super¨® al hist¨®rico Ford T como modelo m¨¢s fabricado, aunque en 2002 fue superado a su vez por otro grande, el Golf.
Empez¨® con un motor 1.0 de 22,5 CV. En los a?os cuarenta estren¨® un 1.2 de 34 CV, en los sesenta un 1.5 de 45 y, en los setenta, un 1.6 de 50 CV que fue evolucionando hasta 2003, sobre todo para ir cumpliendo con las normativas de emisiones.
LA EVOLUCI?N DEL DISE?O: DEL ORIGINAL A LOS RENOVADOS
El escarabajo original, de 1938, ha mantenido el mismo dise?o sin apenas cambios a lo largo de sus 65 a?os de vida. La modificaci¨®n de la luneta posterior fue una de las evoluciones m¨¢s llamativas. El primer modelo se lanz¨® con un cristal trasero dividido en dos partes, aunque a partir de 1953 se adopt¨® ya una ventanilla completa, similar a las actuales, que mejoraba la visibilidad.
El New Beetle, la reinterpretaci¨®n moderna del escarabajo, se comercializ¨® en 1998 y actualiz¨® con acierto su dise?o. Aunque sus formas, todav¨ªa m¨¢s abombadas que en el original, reduc¨ªan la habitabilidad y tanto sus plazas traseras como el maletero eran demasiado peque?os. Para algunos, adem¨¢s, resultaba excesivamente femenino. El Beetle, por su parte, vuelve a reinterpretar la inconfundible est¨¦tica, pero ahora con trazos m¨¢s rectos y s¨®lidos. Tambi¨¦n crece en tama?o y solventa, en parte, la falta de espacio. Pero sobre todo ofrece una visi¨®n con m¨¢s fuerza y car¨¢cter, y quiz¨¢ con menos simpat¨ªa, del icono de VW.
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