Equilibristas financieros
Si en algo se parecen los equilibristas circenses y la actual arquitectura financiera mundial es en que el riesgo est¨¢ normalmente cubierto por una red de seguridad. El problema es que la red genera efectos perversos porque algunos equilibristas asumen riesgos a sabiendas que hay una red que les protege y otros arriesgan tanto que a veces caen fuera de la red. El sector bancario pasa estos d¨ªas por momentos de tensi¨®n e incertidumbre en Europa y Estados Unidos. Como ya ocurri¨® en 2008, los principales problemas que est¨¢n evidenciando las tensiones son de liquidez -el mercado interbancario europeo se est¨¢ secando nuevamente-, y los mercados burs¨¢tiles arrastran importantes p¨¦rdidas, especialmente los valores de entidades financieras.
Algo hemos aprendido, hay herramientas para reconducir la delicada situaci¨®n de la banca
Al igual que hace dos a?os, hay temores de contagio de un lado a otro del Atl¨¢ntico. En esta ¨²ltima semana, en Estados Unidos se han prodigado las noticias sobre la posibilidad de que la crisis de la deuda europea se traslade a la orilla norteamericana. La prensa especializada se ha hecho eco del temor de las autoridades monetarias de Estados Unidos sobre estas posibilidades de contagio. La Fed de Nueva York, sin ir m¨¢s lejos, ha intensificado en los ¨²ltimos d¨ªas el escrutinio sobre las filiales estadounidenses de los bancos europeos, al observar que las reservas de liquidez de algunos de ellos se estaban reduciendo notablemente. En el ¨²ltimo un a?o, la liquidez de entidades como Societ¨¦ G¨¦n¨¦rale o Deutsche Bank en Estados Unidos se han reducido a la mitad. Tan s¨®lo en las ¨²ltimas tres semanas, estas reservas han disminuido un 16%. Falta liquidez en la banca europea y se est¨¢ haciendo sentir en Estados Unidos, lo que est¨¢ generando desasosiego. Esta semana se ha llegado a decir: "No queda mucho para que el mercado interbancario se colapse". Est¨¢ por ver que esto sea as¨ª, con los mecanismos que tenemos actualmente para evitarlo. No puede obviarse tampoco la importancia que los cambios en las previsiones macroecon¨®micas han tenido en esta situaci¨®n de incertidumbre. Las expectativas de crecimiento y recuperaci¨®n de hace un a?o se han ido al traste y la crisis amenaza con convertirse en una contracci¨®n m¨¢s duradera. Todo ello en un contexto de grave crisis de deuda soberana.
Muchos se han apresurado a catalogar la confluencia de estas tensiones como un nuevo momento pre-Lehman Brothers. Sin embargo, algo debemos haber aprendido en los tres ¨²ltimos a?os y existen herramientas suficientes para, al menos, paliar estos efectos y tratar de reconducir esta situaci¨®n tan delicada. La semilla de la duda sobre la banca europea est¨¢ teniendo ya su respuesta. A la Fed le interesa que las reservas de liquidez de las filiales de bancos europeos en suelo estadounidense sean elevadas, especialmente si son en d¨®lares, dado que de este modo se garantiza una mayor estabilidad cambiaria para esta divisa. De hecho, la Fed paga el exceso de reservas que en ella depositan los bancos al 0,25% (y presta al 0,10%). Al Banco Central Europeo le interesa, asimismo, que estas reservas aumenten para que no se extiendan los problemas de liquidez de los grandes bancos. Por eso, facilita las operaciones de permuta (swaps) con d¨®lares norteamericanos. Por primera vez desde el pasado mes de febrero, alguna entidad ha usado ya estas facilidades especiales del BCE para tomar posiciones en d¨®lares por valor de 500 millones de euros. No ser¨¢ la ¨²ltima. Adem¨¢s, el BCE (ni qu¨¦ decir la Fed) han mostrado ya en el pasado reciente su capacidad para dotar de extraordinarias facilidades de liquidez a las entidades financieras cuando la situaci¨®n lo requiere, otra importante lecci¨®n aprendida post-Lehman. Eso s¨ª, lo que a¨²n no parece que hayamos terminado de aprender es que estos remiendos, por s¨ª solos, no resuelven el problema de fondo y generan riesgo moral, ya que los equilibristas m¨¢s arriesgados siempre esperan que les salve la red y no se disciplinan adecuadamente. Si se dan grandes facilidades financieras sin enmendar la arquitectura financiera y sin reestructurar unos sectores bancarios que presentan exceso de capacidad en todo el mundo se generan gigantes con pies de barro y el problema se repite una y otra vez. Es necesario que el apoyo financiero contingente se vea respaldado por la adecuada reestructuraci¨®n, reforma y saneamiento de la banca europea.
Se revela con demasiada frecuencia que el aluvi¨®n de fondos p¨²blicos inyectados en algunos de los sectores bancarios europeos en 2008 y 2009 no estuvo seguido de la adecuada reforma financiera y reestructuraci¨®n. En Espa?a se inici¨® un proceso ordenado en este sentido desde 2009 pero persisten significativos problemas de capitalizaci¨®n y saneamiento pendientes de cerrarse a¨²n. Y es muy probable que haga falta m¨¢s reestructuraci¨®n y concentraci¨®n del sector para reducir una capacidad de oferta excesiva. Asimismo, aun se debe separar las ovejas buenas de las malas porque el sistema financiero espa?ol sigue teniendo dificultades (serias) de financiaci¨®n en los mercados. Hay que comunicar claramente que el problema del sistema financiero espa?ol es de unas pocas entidades. Y es necesario demostrar que no se va a permitir operar a entidades inviables que generen un da?o irreparable al conjunto, para lo cual puede ser necesario aplicar los mecanismos existentes en el FROB con mayor contundencia.
Mientras tanto, tras las recientes turbulencias burs¨¢tiles en la banca europea, parece urgente establecer un mecanismo coordinado de backstop, de apoyo p¨²blico de capital (si fuera necesario) a las entidades financieras que pudiera detener el ¨ªmpetu de los especuladores. Esto requerir¨ªa una acci¨®n concertada europea y un cambio del discurso oficial financiero en Europa y en Espa?a. En estos d¨ªas se discuten f¨®rmulas, ninguna perfecta pero seguramente algunas de ellas viables y suficientes. Lo que se echa de menos es su aplicaci¨®n pr¨¢ctica a la mayor brevedad.
Santiago Carb¨® es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Granada
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