El deshielo abre los dos pasos navegables del ?rtico

Las dos grandes rutas de navegaci¨®n en el ?rtico, la que bordea Rusia y la que sigue las costas de Canad¨¢ y Alaska, est¨¢n ahora abiertas simult¨¢neamente, seg¨²n indican las observaciones realizadas por sat¨¦lite. El llamado paso del noreste (el asi¨¢tico) es transitable para los buques desde mediados de agosto y ahora el del noroeste (el americano) parece tambi¨¦n navegable por su ruta m¨¢s directa, seg¨²n ha informado la Agencia Europea del Espacio (ESA). La misma situaci¨®n, la de las rutas entre el Atl¨¢ntico y el Pac¨ªfico navegables a la vez, se registr¨® en el verano de 2008, y fue la primera ocasi¨®n desde que comenzaron las observaciones con sat¨¦lites, en los a?os setenta.

En las ¨²ltimas tres d¨¦cadas se ha registrado una gran disminuci¨®n de la extensi¨®n m¨ªnima (al final del verano) de la capa helada del oc¨¦ano septentrional, pasando de unos ocho millones de kil¨®metros cuadrados, a principios de los a?os ochenta, al m¨ªnimo hist¨®rico: menos de 4,24 millones de kil¨®metros cuadrados, en 2007.

La capa helada flotante de ese mar septentrional se forma en invierno y en verano se funde una extensi¨®n variable, pero el ritmo de fusi¨®n se est¨¢ acelerando y se est¨¢n midiendo ya m¨ªnimos que los expertos en cambio clim¨¢tico proyectaban para dentro de algunas d¨¦cadas. Los cient¨ªficos que analizan los datos de los sat¨¦lites han constatado que la extensi¨®n de la cubierta de hielo est¨¢ este a?o, de nuevo, por debajo de la media.

"El m¨ªnimo se registrar¨¢ dentro de tres o cuatro semanas y depende mucho de las condiciones meteorol¨®gicas", se?ala Leif Toudal Pedersen, cient¨ªfico del Instituto Meteorol¨®gico Dan¨¦s. En 2007, cuando se produjo el r¨¦cord de m¨ªnima extensi¨®n de cubierta helada ¨¢rtica, el tiempo fue inusual en la regi¨®n, con cielos despejados y vientos que inyectaron aire caliente. Este a?o las condiciones meteorol¨®gicas son diferentes, indica la ESA, pero la apertura simult¨¢nea de los dos pasos del ?rtico es un indicador muy preocupante.

El hist¨®rico paso del noroeste, en el archipi¨¦lago ¨¢rtico canadiense, escenario de expediciones ¨¦picas, arriesgadas y ambiciosas sobre todo el siglo XIX, puede ser un atajo para el transporte entre Europa y Asia. Pero, al abrirse la ruta de navegaci¨®n se abre tambi¨¦n la puerta a las migraciones de especies marinas, as¨ª como a los intereses pol¨ªticos y econ¨®micos en la regi¨®n.