El cine en 3D pierde dimensi¨®n

A Michael Bay, con un imperio que incluye taquillazos como Armaggedon o Pearl Harbor, le convencieron casi a la fuerza para hacer Transformers: el lado oscuro de la luna en 3D con Steven Spielberg como productor, m¨¢s de 200 millones de d¨®lares de presupuesto (139 millones de euros) y el apoyo incondicional de grandes de la industria. ?l se hab¨ªa mofado de la estereoscop¨ªa. Lleg¨® a jactarse en p¨²blico de lo que consideraba una tonter¨ªa cuando todo Hollywood perd¨ªa la cabeza por el 3D. Pero James Cameron y Jeffrey Katzenberg le ganaron para la causa. "El primer d¨ªa fue maravilloso", recuerda. Toda la maquinaria funcion¨® y se sinti¨® tan a gusto con el nuevo equipo que hasta pens¨®: "Al final, el 3D no va a estar nada mal". Eso, hasta que a la ma?ana siguiente su productor, Ian Bryce, le despert¨® confirmando sus peores temores. "Mike, lo hemos perdido todo", le dijo. "El primer d¨ªa completo. El disco duro se ha perdido", recuerda hoy ya con iron¨ªa.

Con la audiencia en retroceso, el sector se siente m¨¢s libre para la cr¨ªtica

Cameron: "El espectador le pide a Hollywood calidad por su dinero"

La industria ha convertido en estereosc¨®picos filmes hechos en 2D

"El nuevo cineasta usar¨¢ este sistema como nosotros el 2D", dice Scorsese

Su an¨¦cdota de rodaje no es m¨¢s que un reflejo de lo que le pasa al 3D, que ha evolucionado del titubeo inicial a la burbuja de Avatar -estrenada en diciembre de 2009-, que ahora se desinfla con cada estreno. Las nuevas propuestas estereosc¨®picas no logran el objetivo deseado de que los espectadores vuelvan a disfrutar de la experiencia cinematogr¨¢fica. Cada nuevo filme en 3D se recibe con la misma pregunta: ?hasta cu¨¢ndo durar¨¢ la moda?

A pesar de que la taquilla estadounidense recaud¨® 3.900 millones de d¨®lares (2.691 millones de euros) entre mayo y agosto, un 4% por encima del pasado a?o, y de que un ¨²ltimo an¨¢lisis se?ala que el 3D fue la salvaci¨®n de Hollywood en 2010, la tendencia clara de este a?o es a la baja en lo que se refiere a los pases estereosc¨®picos. El p¨²blico prefiere las sesiones normales. Entre otras cosas, por el elevado precio de cada entrada (un pase para ver una pel¨ªcula en 3D cuesta hasta 5 d¨®lares -3,45 euros- m¨¢s que una entrada normal) y por la mala calidad de muchos de los estrenos que se aprovechan de esta nueva tecnolog¨ªa. Por ejemplo, la ¨²ltima entrega de Harry Potter (y la primera en 3D de la saga) hizo historia en su recaudaci¨®n. Fue la m¨¢s taquillera en su debut, con una recaudaci¨®n de 168,5 millones de d¨®lares (116,26 millones de euros) en el fin de semana de su estreno. Pero tan solo el 43% de su taquilla lleg¨® de los pases en 3D. Lo mismo ocurri¨® con Piratas del Caribe: en mareas misteriosas. En el caso de Michael Bay y sus Transformers, el filme tuvo un ¨¦xito agridulce: el 60% de su taquilla vino del 3D, pero es una cifra que est¨¢ muy por debajo de lo que consigui¨® Avatar (83%) hace a?o y medio y en muchas menos salas.

A estas alturas del juego estereosc¨®pico, los detractores se cuentan en la industria, entre los artistas y en Wall Street, donde las acciones de firmas vinculadas al 3D como RealD cayeron un 10% el pasado junio. Como cae de manera continuada el porcentaje de espectadores que acude a ver un filme en 3D a pesar del aumento en el n¨²mero de salas capacitadas para una proyecci¨®n estereosc¨®pica, los profesionales cada vez se sienten m¨¢s libres para expresar una opini¨®n que cre¨ªan a contracorriente. "Avatar me parece una pel¨ªcula m¨¢s bien floja pero en 3D es fant¨¢stica", se sincer¨® Jodie Foster con EL PA?S. "Otras no lo necesitan. Alicia en el pa¨ªs de las maravillas en 3D es demasiado oscura. Es mucho mejor en 2D", a?ad¨ªa. Incluso aquellos que este a?o estrenaron en 3D como Bay o Martin Campbell, detr¨¢s de Green lantern, no ocultan sus recelos ante el sistema. "Si me das la opci¨®n, siempre elegir¨¦ 2D. Pero si al p¨²blico le gusta el 3D, espero que dure", afirm¨® Campbell, un enamorado de la filmograf¨ªa de David Lean, con pel¨ªculas tan envolventes como El puente sobre el r¨ªo Kwai o Lawrence de Arabia sin necesidad de grandes alardes tecnol¨®gicos. "Se llama buena narrativa", a?adi¨®, inc¨®modo con las cortapisas t¨¦cnicas del 3D.

Otros se niegan, al menos por el momento, a pasar por el aro. "No soy un gran aficionado del 3D", declar¨® Christopher Nolan cuando se neg¨® a convertir su ¨²ltimo filme, Origen. Ahora tampoco quiere rodar en 3D la tercera entrega de Batman, The dark knight rises. "Batman es una figura m¨¢s grande que la realidad y no es compatible con la ilusi¨®n de intimidad del 3D", argumenta el cineasta apelando a criterios est¨¦ticos. Nolan admite su fascinaci¨®n por Avatar, pero por su uso de los efectos visuales. "El filme no se reduce a su 3D", a?ade. Joe Johnston, director de Capit¨¢n Am¨¦rica, el primer vengador, es m¨¢s honesto al reducir su inter¨¦s por este formato a las exigencias del estudio. "Paramount as¨ª lo quiso", ha respondido al ser preguntado sobre el rodaje de su ¨²ltimo largometraje en 3D.

La p¨¦rdida de p¨²blico ha sido gradual. Solo el pasado a?o, el porcentaje de la taquilla que lleg¨® de las sesiones tridimensionales descendi¨® del 83% de Avatar al 45% de Gru, mi villano favorito. Este a?o se mantiene la misma curva descendente. Aunque el estreno en Estados Unidos del ¨²ltimo Piratas del Caribe: en mareas misteriosas fue sonado, solo el 47% de su taquilla vino de los pases en 3D, y eso que el 65% de sus proyecciones fueron estereosc¨®picas. Es un fen¨®meno que se repiti¨® con Kung Fu Panda 2 -el 65% de sus pases fueron en 3D y solo el 45% de la recaudaci¨®n lleg¨® de la estereoscop¨ªa-.

El hecho de que pasada la novedad, a todos nos duele pagar m¨¢s por la entrada es un argumento que Katzenberg conoce bien pero no acepta. "No existe una industria en el mundo que no intente ofrecerle a sus clientes una experiencia premium", se?ala este defensor a ultranza del 3D. "Y una experiencia as¨ª viene acompa?ada de un precio mayor", a?ade sin intenciones de cambiar esta pol¨ªtica.

Como record¨® Bay, el 3D eleva el costo de la producci¨®n. Cuando una producci¨®n peque?a como Hannah Montana: Lo mejor de los dos mundos pas¨® a 3D, su presupuesto tambi¨¦n aument¨® de 7 a 17 millones de d¨®lares (de 4,83 a 11,73 millones de euros). En el caso del tercer Transformers, signific¨® 30 millones de d¨®lares m¨¢s (20,7 millones de euros). Y es una inversi¨®n que ¨²ltimamente no est¨¢ claro si es rentable.

"Es una apuesta", admiti¨® Cameron en una presentaci¨®n en defensa del 3D. All¨ª reconoci¨® la ca¨ªda, "aunque no dr¨¢stica", de la ¨²ltima maravilla del s¨¦ptimo arte. Pero su dedo no apunt¨® contra el p¨²blico, sino contra la industria. "Es la reacci¨®n natural de la audiencia, que le dice a Hollywood que quiere calidad por su dinero", afirm¨® en relaci¨®n a esa campa?a que circula en Internet y que reza "si no puedes hacer una buena pel¨ªcula, hazla en 3D". En su opini¨®n, los estudios se volvieron locos ante el ¨¦xito de los primeros estrenos en tres dimensiones y empezaron a convertir en estereosc¨®picas pel¨ªculas que nunca hab¨ªan planeado como experiencias tridimensionales. "Al final todo se reduce a un buen plan de negocios. Si quieres que la gente se gaste el dinero y el tiempo le tienes que dar algo bueno. Si quieres aumentar tus ingresos tambi¨¦n debes de aumentar tu inversi¨®n y hacerlo bien", zanj¨® Cameron.

Furia de titanes es un t¨ªtulo muchas veces repetido cuando se habla de mal 3D. El primer clavo del ata¨²d que le est¨¢n construyendo a este nuevo sistema, a pesar de que la cinta recaud¨® 130 millones de d¨®lares (89,7 millones de euros) en la taquilla mundial. Su conversi¨®n fue acelerada y escasamente planeada y su estreno abri¨® el debate sobre la diferencia entre 3D en origen y aquel que ha sido convertido en posproducci¨®n. Jon Landau, productor de Cameron en la aventura de Avatar es tajante. Si no es 3D original, no es 3D. "Como mucho ser¨¢ 2,8D", y brome¨® incluso con su futuro intento de darle una dimensi¨®n m¨¢s a la magia de Titanic. "Es como el coloreado de las pel¨ªculas. Nunca son los verdaderos colores. Lo mismo con el 3D. Haces trampas. Claro que cuanto m¨¢s tiempo y m¨¢s dinero inviertas, mejor ser¨¢ la ilusi¨®n de 3D", reconoci¨® Landau recientemente en Singapur.

Otros no est¨¢n tan convencidos de esta diferencia. Kenneth Branagh opt¨® por a?adir el 3D a su Thor en posproducci¨®n y si bien durante el rodaje el realizador reconoci¨® a este peri¨®dico que no sab¨ªa lo que har¨ªa en este sentido, su productor Kevin Feige, al frente de la transformaci¨®n cinematogr¨¢fica de los h¨¦roes de la productora Marvel, asegur¨® que la pel¨ªcula hab¨ªa sido concebida en 3D desde un principio. As¨ª las cosas, la conversi¨®n en posproducci¨®n cont¨® con los elementos necesarios para asegurar su calidad. Su resultado: un ¨¦xito de taquilla que ha superado los 400 millones de d¨®lares en todo el mundo y que garantiza un futuro en 3D al resto de los estrenos de Marvel.

Entonces, ?est¨¢ muerto el 3D? Escasamente, si miramos los 60 estrenos que pueblan hasta el 2012 las pantallas. Pero tras su explosi¨®n inicial busca su lugar en la industria. El mejor ejemplo fue este a?o la presencia del realizador alem¨¢n Werner Herzog y su documental Cave of forgotten dreams en este debate estereosc¨®pico. "No utilic¨¦ este proceso en las 58 pel¨ªculas que llevo dirigidas ni creo que lo vuelva a hacer", afirma el director de Fitzcarraldo. ?l ech¨® mano del 3D para mostrar las pinturas rupestres de una de las cavernas m¨¢s antiguas y menos conocidas de la historia y ya est¨¢. Por lo dem¨¢s, esta tecnolog¨ªa no le interesa. "Soy un esc¨¦ptico. Pero en esta pel¨ªcula no es que fuera necesario. Era imperativo rodar en 3D". A ese argumento el p¨²blico respondi¨® dejando m¨¢s de tres millones de d¨®lares (2,7 millones de euros) en la taquilla estadounidense de este documental, una cifra nada desde?able para una producci¨®n peque?a de alcance limitado.

Si hay un t¨ªtulo en el que confluyen defensores y detractores del 3D es en el pr¨®ximo estreno de Hugo Cabret, pel¨ªcula basada en el libro del mismo t¨ªtulo que Martin Scorsese ha rodado en 3D desde el principio. "A m¨ª no me convence el argumento de que para una buena estereoscop¨ªa haya que poner toda la energ¨ªa complic¨¢ndose la vida en el set con las c¨¢maras de 3D", afirma Branagh, desconfiado como muchos otros directores de un equipo t¨¦cnico grande y pesado, que todav¨ªa se est¨¢ desarrollando y que da grandes problemas a la hora de rodar, como vivi¨® Bay en sus carnes. "Pero me fascina ver lo que ha hecho Scorsese", a?adi¨® el brit¨¢nico, maravillado con este estreno. Al propio Scorsese tambi¨¦n le tiene intrigado el resultado final de su trabajo. "Hemos entrado en una nueva fase. El cine tiene m¨¢s de cien a?os y el mundo ha cambiado", se sincera. "Para m¨ª es un gran paso ir al 3D. Debes tenerlo en cuenta en el guion y yo todav¨ªa no pienso en esos t¨¦rminos. Pero es un proceso natural y la nueva generaci¨®n utilizar¨¢ este nuevo sistema como nosotros utilizamos el 2D", vaticina, muy lejos de ver muerta esta tecnolog¨ªa emergente.