Candidato a reinar en el Lido

Sali¨® el primero, mir¨® al tendido y ya no tuvo que hacer nada m¨¢s. George Clooney (Kentucky, 1961) es al Lido, lo que Von Clausewitz a la guerra: un referente imprescindible. Lleg¨® el actor con su nueva pel¨ªcula bajo el brazo, The Ides of March, se llev¨® un largo aplauso por parte de la cr¨ªtica en el pase correspondiente y acudi¨® luego al ba?o de masas de la rueda de prensa. Con ¨¦l, todo el reparto de su inmenso filme: Philip Seymour Hoffman, Evan Rachel Wood, Paul Giamatti y Marisa Tomei.

Flanqueando a Clooney, su compa?ero de correr¨ªas Grant Heslov. Entre este, Tomei, Giamatti y Seymour Hoffman no llegaron a las cien palabras, ya que, como era presumible, las preguntas corr¨ªan siempre en la misma direcci¨®n: el se?or de traje gris, voz de locutor de radio, sonrisa sin tacha y bronceado perfecto. "Si digo la verdad, este proyecto est¨¢ en preproducci¨®n desde 2007, pero entonces lleg¨® Obama y todos est¨¢bamos de buen humor y no parec¨ªa demasiado apropiado. Un par de a?os despu¨¦s ya se nos hab¨ªa pasado el buen humor y nos pareci¨® que ya era el momento", afirm¨® Clooney sonriendo.

El int¨¦rprete retom¨® el proyecto ante el desencanto con la era Obama

"Me gusta dirigirme a m¨ª mismo", brome¨® el realizador

Seymour Hoffman: "La vida no es m¨¢s que un gran acto de seducci¨®n"

Giamatti: "Frente a Washington, Hollywood parece una fiesta infantil"

Para regocijo de propios y extra?os (o quiz¨¢ sea cosa de la crisis) no hubo en esta ocasi¨®n tiempo para numeritos circenses o periodistas del coraz¨®n preguntando memeces que nada tienen que ver con un festival de cine. Todo transcurri¨® en un relajado ambiente cin¨¦filo ali?ado con los chistes del protagonista de la funci¨®n: "Me encanta dirigirme a m¨ª mismo, a veces me digo: 'Qu¨¦ gran toma, George".

Sin embargo, la conferencia de prensa se puso seria en cuanto entr¨® en juego el aut¨¦ntico leitmotiv de la ma?ana: la pol¨ªtica. "No creo que este sea un filme pol¨ªtico, de hecho podr¨ªa aplicarse a cualquier otro ¨¢mbito, Wall Street, por ejemplo", dijo Clooney. "Hasta en esta misma sala podr¨ªa estar pasando algo parecido ahora mismo", remat¨® Seymour Hoffman antes de volver al modo est¨¢tico.

Tambi¨¦n la seducci¨®n monopoliz¨® en cierto modo la comparecencia, eso despu¨¦s de que el actor-director esquivara las preguntas sobre su posible entrada en pol¨ªtica con la elegancia de un espadach¨ªn experimentado: "La seducci¨®n es la base de esta pel¨ªcula, c¨®mo todos podemos ser seducidos y manipulados y podemos hacer lo propio para conseguir lo que queremos", afirmaba Rachel Wood, estupenda en la pel¨ªcula. "La vida no es m¨¢s que un gran acto de seducci¨®n", dec¨ªa levantando otra vez la cabeza Seymour Hoffman, en una de esas sentencias que sueltan los monstruos (en formato art¨ªstico) de cu¨¢ndo en cu¨¢ndo.

Se sucedieron las cuestiones sobre Shakespeare, Obama y hasta Dominique Strauss-Kahn. "Que yo sepa, en todas partes donde he estado hay esc¨¢ndalos de este tipo, as¨ª que no es algo exclusivo de ning¨²n pa¨ªs. Por otra parte, Dios me libre de dar consejos a nadie, ni ahora, ni nunca", dijo Clooney a la -envenenad¨ªsima- pregunta de una periodista francesa. Y tambi¨¦n se indag¨® sobre los m¨¦todos del de Nueva Jersey para meterse en un papel. "Bueno, depende, para hacer Ocean's eleven por ejemplo me tir¨¦ varios a?os en Las Vegas bebiendo y apostando. Aprend¨ª mucho de aquel proceso", solt¨® antes de que la sala se diera cuenta de que todo aquello era cachondeo puro y duro.

Despu¨¦s, algo m¨¢s de alegr¨ªa con el reparto y bromas acerca del presupuesto: "La pel¨ªcula cost¨® unos 26 d¨®lares, no es algo que haya necesitado una gran cantidad de dinero. Creo que el reparto vio en el proyecto la solidez de un gran guion y nada m¨¢s. Estoy muy contento de haber podido contar con todos ellos; bueno, con todos no", dec¨ªa Clooney, serio esta vez pero con una retranca que no le cab¨ªa en la americana.

La rueda de prensa daba sus ¨²ltimos coletazos y tocaba saber qu¨¦ tienen en com¨²n la pol¨ªtica y la actuaci¨®n, en la que fue probablemente la pregunta m¨¢s celebrada por las estrellas. "Creo que la gran diferencia entre los actores y los pol¨ªticos es la responsabilidad. Espero y quiero creer que no nos parecemos demasiado", dijo Seymour Hoffman con parsimonia. Paul Giamatti, en la esquina, con cara de querer salir pronto de all¨ª, lo ve¨ªa algo distinto: "Yo creo que hay una l¨ªnea muy fina entre el actor y el pol¨ªtico y que esa l¨ªnea es cada vez m¨¢s borrosa". Aunque luego apostill¨®: "Ahora mismo, y con lo que est¨¢ pasando en Washington, Hollywood parece una fiesta infantil". Despu¨¦s, lo de siempre: cazadores de aut¨®grafos, m¨¢s aplausos y una certeza... el Le¨®n de Oro ya tiene su primer candidato en firme.