La rebeli¨®n de Abbas en su ocaso

Los dirigentes de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) justifican la decisi¨®n de acudir a la ONU por su hartazgo, al cabo de dos d¨¦cadas de negociaciones infructuosas. Pero hay tambi¨¦n un elemento personal: Mahmud Abbas, presidente de la OLP y de la Autoridad Palestina, parece, a sus 76 a?os, especialmente harto y deseoso de acabar su vida pol¨ªtica enfrent¨¢ndose a Estados Unidos e Israel en una gran batalla diplom¨¢tica.

Nabil Shaath, veterano jefe del equipo negociador palestino y miembro de la delegaci¨®n que viaja a Nueva York, explic¨® ayer a un grupo de reporteros que ¨¦l no era partidario de acudir al Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos ya hab¨ªa anunciado su veto, sino de presentar la petici¨®n ante la Asamblea General, donde la iniciativa tendr¨ªa garant¨ªas de ¨¦xito. "La decisi¨®n fue del presidente Abbas y ahora la comparto", dijo Shaath.

Abbas, indignado por la presi¨®n de Occidente, tom¨® la decisi¨®n m¨¢s radical

El negociador revel¨® tambi¨¦n que Abbas tom¨® su decisi¨®n en el ¨²ltimo momento, el jueves, despu¨¦s de que los enviados estadounidenses Dennis Ross y David Hale le entregaran una declaraci¨®n con la que intentaban convencerle de que renunciara a la ONU y volviera a negociar.

El texto, cuyo autor principal era el exprimer ministro brit¨¢nico Tony Blair, delegado del Cuarteto (EE UU, UE, Rusia y ONU) para Oriente Pr¨®ximo, no propon¨ªa que se paralizara la construcci¨®n de colonias israel¨ªes en los territorios ocupados. En ese sentido, supon¨ªa un retroceso respecto a las condiciones previamente establecidas por el presidente Barack Obama. Pero lo que indign¨® a Abbas fue que ni siquiera se hiciera referencia a los asentamientos, y se hablara de simples "cambios demogr¨¢ficos". El l¨ªder palestino, enfurecido, decidi¨® plantear batalla en el Consejo de Seguridad y obligar a Estados Unidos a asumir las consecuencias pol¨ªticas de su veto en el mundo ¨¢rabe.

Shaath, un profesional de la negociaci¨®n habitualmente muy suave en sus declaraciones, defini¨® a Blair como "un diplom¨¢tico israel¨ª". Eso da una idea del fracaso de Blair como mediador.

Mahmud Abbas es un hombre temperamental que en su momento opt¨®, por razones puramente t¨¢cticas, por la v¨ªa negociadora en lugar de la lucha armada, y es un viejo enemigo de Israel. Su tesis doctoral, en una universidad sovi¨¦tica, versaba sobre las relaciones entre el sionismo y el nazismo y defin¨ªa el Holocausto como "una fantas¨ªa sionista, una fant¨¢stica mentira". Su pasado es tan turbulento como el de otros viejos l¨ªderes regionales. Menahem Begin, ex primer ministro israel¨ª, mat¨® a 91 personas con una bomba en el hotel King David de Jerusal¨¦n y acab¨® ganando el Premio Nobel de la Paz. Nadie est¨¢ libre de odios y culpas en el conflicto israelo-palestino. Y Abbas, desprestigiado por lo que muchos palestinos consideran una cooperaci¨®n excesiva con Israel, debe haberse sentido definitivamente humillado por las presiones recibidas en las ¨²ltimas semanas para que se olvidara de la ONU. ?l mismo confes¨® d¨ªas atr¨¢s que jam¨¢s hab¨ªa sufrido una presi¨®n tan intensa.

Israel ha amenazado con represalias. EE UU ha amenazado con cortar la financiaci¨®n de las precarias instituciones palestinas. Abbas, cuyo mandato expir¨® hace tiempo, es un l¨ªder crepuscular que solo se mantiene al frente de la Autoridad Palestina porque si no estuviera ¨¦l alguien de Ham¨¢s ocupar¨ªa su puesto. Y ha decidido que no quiere pasar a la historia como un t¨ªtere de israel¨ªes y estadounidenses. Su decisi¨®n de ir a la ONU es como un grito final de protesta.

Nabil Shaath explic¨® ayer que la financiaci¨®n estadounidense ser¨ªa compensada por los saud¨ªes y que, ocurriera lo que ocurriera en la ONU, ser¨ªa forzoso retomar las negociaciones con Israel. Para subrayar que la OLP se manten¨ªa dentro del posibilismo, consider¨® "posible" que la petici¨®n de ingresar en la ONU como miembro de pleno derecho se estancara en el Consejo de Seguridad (EE UU puede recurrir a maniobras dilatorias) y que en ese caso no hab¨ªa ning¨²n obst¨¢culo legal para recurrir simult¨¢neamente a la Asamblea General, con la ambici¨®n m¨¢s modesta de convertirse en un Estado no miembro.

"Los sondeos indican que entre el 60% y el 80% de los palestinos respaldan el recurso a la ONU, contamos con el apoyo de 127 pa¨ªses y tenemos, creo, la raz¨®n", declar¨® Shaath.