Luz verde al primer ensayo europeo con c¨¦lulas madre embrionarias
Un hospital brit¨¢nico evaluar¨¢ si la terapia es segura contra un tipo de ceguera
Trece a?os despu¨¦s de que cient¨ªficos de la Universidad de Wisconsin descubrieran la forma de obtener c¨¦lulas madre de los embriones humanos, la investigaci¨®n en este campo comienza a salir de los laboratorios para llegar a la cama de los enfermos. De momento es de forma experimental, pero son los primeros pasos para que pueda ser alg¨²n d¨ªa una realidad.
El Moorfields Eye Hospital de Londres acoger¨¢ el primer ensayo cl¨ªnico europeo -hay tres en marcha ya en EE UU- en el que se emplear¨¢ una terapia basada en el uso de c¨¦lulas embrionarias. La empresa estadounidense Advanced Cell Technology (ACT) anunci¨® la semana pasada que, una vez ultimada la tecnolog¨ªa y tras los resultados satisfactorios de las pruebas hechas con animales, ha obtenido todos los permisos de las autoridades sanitarias brit¨¢nicas para tratar a 12 pacientes que presentan una enfermedad ocular incurable, la distrofia macular de Stargardt. Esta enfermedad afecta a una de cada 10.000 personas.
Hay otros tres experimentos de este tipo en marcha en Estados Unidos
La investigaci¨®n en c¨¦lulas madre comienza a salir de los laboratorios
De momento, como corresponde a los ensayos fase I, se analizar¨¢ la seguridad y tolerancia de la terapia. Esta primera etapa est¨¢ prevista que dure hasta 2013. Si todo va bien, a partir de entonces ser¨¢ el turno de probar la eficacia del tratamiento para este tipo de ceguera. "En el caso de que los resultados sean satisfactorios, el tratamiento no estar¨¢ listo antes de seis o siete a?os", advierte Carlos Sim¨®n, responsable del grupo de medicina regenerativa del Centro de Investigaci¨®n Pr¨ªncipe Felipe de Valencia.
Las c¨¦lulas madre embrionarias se obtienen de los ¨®vulos fecundados congelados sobrantes de los ciclos de reproducci¨®n asistida y son aquellas capaces de generar cualquier tejido humano. Gracias a ello, se convirtieron hace algo m¨¢s de una d¨¦cada en la gran esperanza de la medicina del futuro para tratar enfermedades hasta ahora incurables. La teor¨ªa dec¨ªa que si se llegaba a descifrar las claves sobre c¨®mo diferenciar estas c¨¦lulas en los dos centenares de tipos celulares diferentes que componen los tejidos humanos, se podr¨ªan usar como fuente ilimitada de material de repuesto de ¨®rganos lesionados. Bastar¨ªa, por ejemplo, con transformar las c¨¦lulas madre en neuronas dopamin¨¦rgicas para sustituir a las lesionadas por el p¨¢rkinson o en cardiomiocitos para regenerar la funci¨®n de un coraz¨®n infartado.
La terapia que se seguir¨¢ en el centro londinense bebe de esta filosof¨ªa. Los pacientes de distrofia macular de Stargardt tienen las c¨¦lulas del epitelio pigmentario retiniano lesionadas, lo que les produce la p¨¦rdida de la visi¨®n central. La t¨¦cnica desarrollada por ACT consiste en manipular c¨¦lulas madre hasta convertirlas en este tipo de c¨¦lulas de la retina. Una vez obtenido el cultivo, se inyectan entre 50.000 y 200.000 c¨¦lulas nuevas y sanas en la parte posterior del ojo, a trav¨¦s de una delgada aguja por detr¨¢s de la retina, con la idea de que reemplacen a las lesionadas y mejore la visi¨®n del paciente.
Los investigadores conf¨ªan en que un trasplante de este tipo no solo suponga un tratamiento efectivo para esta enfermedad, sino para otras en las que tambi¨¦n existe una degeneraci¨®n de la m¨¢cula (una parte de la retina). "Existe un potencial real de que personas con problemas de ceguera originados en la retina que se puedan beneficiar en el futuro del trasplante de c¨¦lulas obtenidas de c¨¦lulas madre", sostiene James Bainbridge, el cirujano del hospital Moorfields que dirigir¨¢ el ensayo en el hospital londinense.
ACT obtuvo en oto?o pasado la autorizaci¨®n del Gobierno estadounidense para realizar un ensayo similar al que se desarrollar¨¢ en Inglaterra y otro, bajo el mismo formato, pero dirigido a pacientes con otra patolog¨ªa: la degeneraci¨®n macular asociada con la edad. La elecci¨®n de estas enfermedades no tiene nada de casual. Los problemas degenerativos de retina est¨¢n entre las principales causas de la ceguera. ACT calcula que unos 30 millones de personas en Estados Unidos y Europa padecen este tipo de lesiones, los que supone un mercado potencial mundial de entre 25.000 y 30.000 millones de d¨®lares (entre 18.532 y 22.238 millones de euros).
Unos meses antes, en verano de 2010, las autoridades sanitarias estadounidenses dieron permiso al que fue el primer ensayo cl¨ªnico del mundo en usar c¨¦lulas embrionarias humanas. En este caso, la autorizaci¨®n se concedi¨® a la empresa Geron para tratar -con una sola inyecci¨®n de unos dos millones de c¨¦lulas nerviosas cultivadas- a 10 personas que sufrieran lesiones medulares graves como consecuencia de un accidente que les hubiera dejado sin actividad motora o sensorial por debajo del trauma.
Existen numerosos interrogantes de lo que puede deparar el ensayo reci¨¦n aprobado a ACT. Por un lado est¨¢ el riesgo de que aparezcan teratomas, un tumor benigno asociado a la proliferaci¨®n de las c¨¦lulas madre embrionarias. La posibilidad es baja, seg¨²n la investigadora del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona Nuria Montserrat. "Hay que tener en cuenta que lo que se inyecta al paciente es un producto diferenciado, no las c¨¦lulas madre", subraya. "En estos casos, los investigadores se aseguran que en los preparados que se administran no haya remanentes de c¨¦lulas madre ni precursores celulares que puedan crear problemas", a?ade. "Existe un esfuerzo a nivel mundial de 20 a?os en los que se han elaborado diversos protocolos de diferenciaci¨®n para evitar este tipo de problemas".
Por otro lado, est¨¢ la inc¨®gnita del problema de rechazo que pueda surgir. Los tipos celulares (las c¨¦lulas del epitelio pigmentario retiniano, en este caso) que se obtienen de las c¨¦lulas madre conservan determinados rasgos de identidad (el haplotipo) que pueden despertar una reacci¨®n en el hu¨¦sped al ser trasplantados. Lo normal es que, como indica Carlos Sim¨®n, se tenga que dar un tratamiento inmunosupresor convencional al paciente para que su cuerpo no perciba como extra?as las c¨¦lulas y las combata. Aunque al tratarse de un ¨®rgano externo "quiz¨¢s el rechazo no sea tan fuerte como pudiera surgir en un trasplante hep¨¢tico", comenta Montserrat.
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