Un premio al m¨¦todo cient¨ªfico
Parece un contrasentido hablar de m¨¦todo cient¨ªfico en pol¨ªtica econ¨®mica, y m¨¢s en estos a?os de crisis econ¨®mica en los que muchas han sido las voces que se han alzado contra los economistas. Sin embargo, pienso que esta es la mejor forma de describir el trabajo de Sargent y Sims tanto por su objeto como por su m¨¦todo.
La interacci¨®n entre los agentes econ¨®micos (familias, empresas, etc¨¦tera) y las decisiones de pol¨ªtica econ¨®mica es el objeto central de la teor¨ªa macroecon¨®mica y el dise?o de pol¨ªticas e instituciones econ¨®micas. En esta interacci¨®n, las expectativas de los agentes juegan un papel esencial, que la pol¨ªtica econ¨®mica debe tener en cuenta. Por ejemplo, nuestras expectativas sobre si estamos entrando en una recesi¨®n o no afectan a nuestras decisiones de ahorro e inversi¨®n y, colectivamente, en que de hecho entremos en una recesi¨®n o no... La constataci¨®n de esta causalidad fue el origen de la llamada revoluci¨®n de las expectativas racionales a la que contribuyeron desde el inicio Thomas Sargent y Christopher Sims, junto a otros premios Nobel, como Robert Lucas, Edmund Phelps, Finn Kydland y Edward Prescott. En este sentido, el premio hace justicia reconociendo que, si m¨¢s no, faltaban estos dos nombres.
Los modelos de Sargent y Sims se usan tanto en la academia como en los bancos centrales
Es parte del m¨¦todo cient¨ªfico no solo reconocer los problemas centrales y desarrollar modelos abstractos que permitan analizar dichos problemas, sino tambi¨¦n desarrollar m¨¦todos que permitan contrastar dichos modelos con los datos emp¨ªricos. En este caso, con las series macroeco-n¨®micas de forma que se pueda analizar, por ejemplo, el efecto de distintas pol¨ªticas fiscales y monetarias. Sargent y Sims se distinguen por haber desarrollado, de forma complementaria, nuevos m¨¦todos econom¨¦tricos, para el an¨¢lisis de modelos din¨¢micos con expectativas, que hoy en d¨ªa son parte integrante de la caja de herramientas de los macroeconomistas emp¨ªricos, sea en al academia, en bancos centrales, etc¨¦tera.
Hay un principio que no toda contribuci¨®n cient¨ªfica tiene porque cumplir, pero que cuando se cumple le da un valor especial. Es el de la investigaci¨®n b¨¢sica que persigue en ¨²ltima instancia resolver problemas que afectan a nuestra sociedad. Detr¨¢s de los modelos y m¨¦todos desarrollados por Sargent y Sims hay dos cient¨ªficos sociales que siempre han seguido este principio. No es por casualidad que mas all¨¢ de los or¨ªgenes de la revoluci¨®n, ambos han trabajado en modelos en que la racionalidad es limitada o el dise?ador de la pol¨ªtica no est¨¢ seguro de cu¨¢l es el modelo correcto (y esto puede ayudar a explicar fen¨®menos observados) o que Sargent haya trabajado sobre problemas que nos afectan tanto como son el paro en Europa o lo que, con Neil Wallace, llam¨® la aritm¨¦tica desagradable. Desagradable porque nos hace entender como las pol¨ªticas monetarias y fiscales, y ahora se a?adir¨ªa, las del sector financiero, est¨¢n ¨ªntimamente unidas y que, por ejemplo, si no solucionamos las ¨²ltimas la primera lo pagar¨¢ con depreciaci¨®n del euro en el futuro. Lecciones que, desgraciadamente, a menudo se olvidan por los que deciden con un cierto desprecio por la teor¨ªa econ¨®mica.
Ramon Marimon es director del Programa Weber, profesor del Instituto Universitario Europeo y de la Universitat Pompeu Fabra, y presidente de la Barcelona Graduate School of Economics.
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