Solo este hombre puede salvar el euro
Draghi est¨¢ curtido en mil batallas, pero ahora tendr¨¢ que librar la mayor de su vida
Mario Draghi es un escalador entusiasta. Este economista de 64 a?os, de aspecto pulido, atl¨¦tico y algo enigm¨¢tico, disfruta con pasi¨®n sus largas jornadas en las monta?as, especialmente en los Alpes, donde pr¨¢ctica ese deporte de altura, que algunos de sus valedores consideran, incluso, un estilo de vida y de ver el mundo. En sus ascensos por las cumbres milenarias del Mont Blanc, la monta?a m¨¢s alta de los Alpes, Draghi dif¨ªcilmente habr¨¢ podido imaginar la envergadura del reto que est¨¢ a punto de asumir, cuando el pr¨®ximo martes, 1 de noviembre, atraviese la puerta de entrada de la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fr¨¢ncfort. Porque Draghi es, en estos momentos, el hombre llamado a la tit¨¢nica tarea de salvar el euro.
El entorno es ahora mucho peor que hace seis meses, cuando fue elegido
La comunicaci¨®n es una de las grandes inc¨®gnitas de esta nueva etapa
No podr¨¢ optar por la cautela que se espera de todo reci¨¦n llegado
Nadie duda de que seguir¨¢ adelante con el plan de compra de bonos
Fue socio de Goldman Sachs, que ayud¨® a Grecia a ocultar su deuda
El plan fue anterior a su llegada, pero el caso entraba en sus competencias
"Mario disfruta mucho con la escalada. El alpinismo es una actividad que exige calma, paciencia y constancia, que son tambi¨¦n algunas de sus principales caracter¨ªsticas en el trabajo. Puedo decir que no le he visto perder la calma o estar irritado ni en las peores situaciones", explica Francesco Giavazzi, profesor en la prestigiosa Universidad Bocconi de Mil¨¢n y antiguo colaborador de Draghi en el Tesoro italiano. Giavazzi es uno de esos amigos que acompa?an a Draghi en las escaladas y cita, entre esos momentos de m¨¢xima tensi¨®n, la crisis de la lira que vivieron juntos en septiembre de 1992, cuando la divisa italiana abandon¨® el sistema monetario europeo y se vio obligada a devaluar. Draghi apenas llevaba un a?o al frente del Tesoro.
Ahora no dispondr¨¢ de tanto tiempo. La falta de liderazgo pol¨ªtico en la Uni¨®n Europea ha llevado al BCE a jugar un papel que no le hab¨ªan asignado, en principio, ninguno de los tratados constitutivos de la Uni¨®n Europea. La crisis ha puesto en evidencia los primitivos mimbres de la gobernanza de la zona euro, y la entidad ha tenido que asumir casi en solitario la responsabilidad de lidiar con las presiones de los mercados e internarse incluso en el campo de la pol¨ªtica fiscal con la compra masiva de deuda p¨²blica, como ¨²nica v¨ªa para proporcionar liquidez a los Estados miembros que est¨¢n en el ojo del hurac¨¢n. La derogaci¨®n de facto de la plena separaci¨®n de las pol¨ªticas fiscal y monetaria que impon¨ªan los tratados ha sido fruto de la constataci¨®n de que s¨®lo el BCE dispone de suficiente m¨²sculo y de una capacidad de reacci¨®n r¨¢pida a la hora de afrontar contingencias de envergadura. Un papel que, en principio, quedaba reservado a los Gobiernos, pero que el BCE asumi¨® este verano sin tapujos al condicionar -mediante una carta "secreta"- las compras de t¨ªtulos italianos y espa?oles a la adopci¨®n de nuevas medidas de ajuste e incluso a cambios constitucionales por parte de sus Gobiernos.
El objetivo ¨²ltimo del BCE era ganar tiempo a toda costa, a la espera de un acuerdo pol¨ªtico que resolviera de una vez las causas de la crisis y no se limitara a poner parches a sus consecuencias. No ha sido as¨ª. Europa camina desde hace meses por el borde del abismo, incapaz de resolver sus contradicciones y la ra¨ªz de sus problemas. La uni¨®n fiscal es el siguiente paso inevitable, pero los Gobiernos se resisten. Los acuerdos alcanzados por los 17 esta semana dan un cierto respiro, pero resultan, en muchos casos, titulares de buenas intenciones pendientes de concretar.
Draghi no podr¨¢ optar por la cautela que se espera de todo reci¨¦n llegado a un cargo. Tendr¨¢ que tomar decisiones con rapidez y desde el primer momento. Tres d¨ªas despu¨¦s de asumir la presidencia dirigir¨¢ la primera reuni¨®n de la entidad sobre tipos de inter¨¦s. De ah¨ª partir¨¢ a la cumbre del G-20 en Cannes, donde los pa¨ªses emergentes analizar¨¢n si ayudan a la eurozona y en qu¨¦ condiciones. Nunca un reci¨¦n llegado asumi¨® una agenda tan apretada y de tanta responsabilidad.
"Su primera misi¨®n ser¨¢ intentar mantener el euro unido y en funcionamiento. No va a ser f¨¢cil", asegura Julian Callow, economista jefe para Europa de Barclays Capital. "La verdad es que el entorno es mucho peor que hace seis meses, cuando Draghi fue elegido sustituto de Jean-Claude Trichet", reconoce Natacha Valla, economista para Europa de Goldman Sachs. "Tiene muchos retos por delante: la crisis soberana, la estabilidad financiera..., aunque quiz¨¢ lo m¨¢s complicado sean las decisiones de pol¨ªtica monetaria, que tendr¨¢n lugar en un escenario mucho m¨¢s complicado. La econom¨ªa se est¨¢ desacelerando, pero los precios se han disparado y habr¨¢ que estar atentos a su evoluci¨®n", concluye.
Esta misma semana, Draghi expresaba su preocupaci¨®n por "los significativos riesgos a la baja para el crecimiento en la eurozona dada la expansi¨®n a un ritmo muy moderado de la producci¨®n industrial". Lo cual no augura nada bueno si tenemos en cuenta que ya en el segundo trimestre la zona euro apenas creci¨® un 0,2%, tras el 0,8% registrado entre enero y marzo. Alemania y Francia han recortado sus previsiones de crecimiento para 2012 hasta el 1%. Pese a ello, las presiones inflacionistas no dejan de crecer. Desde octubre de 2010 la inflaci¨®n se ha situado por encima del objetivo de referencia del 2% y en septiembre pasado alcanz¨® el 3%.
En ese escenario, el mercado espera la primera decisi¨®n de Draghi sobre los tipos, en el 1,5% desde abril. "Nos gustar¨ªa que hubiera una bajada de tipos en la primera reuni¨®n, pero somos muy esc¨¦pticos. Especialmente dada la situaci¨®n de Italia, lo que podr¨ªa dar lugar a cr¨ªticas de que acomoda la pol¨ªtica del banco central a la situaci¨®n de su pa¨ªs", apunta Eric Le Coz, director general de Carmignac, la gestora que hace un mes provoc¨® cierto revuelo al publicar en varios medios internacionales -incluido EL PA?S- un anuncio con una carta de despedida a Trichet, que ten¨ªa duros reproches a su gesti¨®n.
"La clave es el enfoque m¨¢s o menos ortodoxo que el BCE pueda adoptar bajo su mandato y, muy importante, c¨®mo lo comunique. Vamos a ver c¨®mo se defiende el jueves de los halcones alemanes", se?ala Jos¨¦ Ram¨®n Iturriaga, de Abante Asesores.
La comunicaci¨®n, una de las misiones que seg¨²n los estatutos de la entidad recaen en exclusiva sobre el presidente, ser¨¢ precisamente uno de los cap¨ªtulos m¨¢s sometidos al escrutinio general y una de las principales inc¨®gnitas de la nueva etapa. "La l¨ªnea general de Draghi ser¨¢ la de continuidad, aunque habr¨¢ algunos cambios importantes, por ejemplo, en comunicaci¨®n. Trichet sol¨ªa adelantar con un mes las decisiones sobre pol¨ªtica monetaria, algo que no creo que vaya a hacer Draghi", apunta Callow. "El otro cambio fundamental ser¨¢, sin duda, el reforzamiento del an¨¢lisis econ¨®mico en la toma de decisiones, como suced¨ªa en el BCE cuando Otmar Issing era el economista jefe", anticipa el economista brit¨¢nico.
Quienes le conocen coinciden en que la caracter¨ªstica profesional m¨¢s interesante de Draghi es su enfoque anal¨ªtico, la toma en consideraci¨®n de los distintos elementos a la hora de abordar un problema o una decisi¨®n, que algunos atribuyen a sus a?os de formaci¨®n en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT). Deja de lado el dogmatismo, escucha mucho y tiene en cuenta esas opiniones al tomar una decisi¨®n. "Eso le ha mantenido al margen de las presiones pol¨ªticas o de los mercados", asegura un antiguo responsable econ¨®mico que le ha visto trabajar en reuniones internacionales.
Buena prueba de esa independencia pol¨ªtica es que Draghi, considerado un hombre de Carlo Azeglio Ciampi y heredero del centro-izquierda italiano que representan ¨¦l, Tomaso Padoa-Schioppa y Romano Prodi, fue nombrado luego gobernador del Banco de Italia por Silvio Berlusconi en 2005. "De centro-izquierda pero cat¨®lico", matiza Alfredo Pastor, profesor de econ¨®micas del IESE y antiguo secretario de Estado de Econom¨ªa, que conoci¨® a Draghi "brevemente" en el MIT, en 1972, gracias a unos amigos comunes.
Si los cambios de estilo son importantes, m¨¢s a¨²n lo es la nueva responsabilidad que asume el presidente del BCE. Draghi compatibilizar¨¢ la presidencia del banco con la del consejo de riesgo sist¨¦mico, lo que facilitar¨¢ que la situaci¨®n del sistema financiero y lo que se conoce como el an¨¢lisis macroprudencial se incorpore a los indicadores a seguir por la pol¨ªtica monetaria europea. "Eso supondr¨¢ que se tendr¨¢ en cuenta la evoluci¨®n del cr¨¦dito pa¨ªs por pa¨ªs, algo que si hubiera pasado en estos a?os habr¨ªa permitido detectar los desequilibrios del cr¨¦dito de Espa?a o de Irlanda. No hay duda de que al ostentar los dos cargos Draghi incorporar¨¢ este an¨¢lisis del sistema financiero a las decisiones del BCE en mayor grado que su antecesor", observa Julian Callow. Parte de esa labor la ha desarrollado al frente del Consejo de Estabilidad Financiera en estos a?os de crisis, lo que le ha ayudado a forjar su reputaci¨®n internacional. "No creo que tenga que hacer ning¨²n gesto para tranquilizar a nadie porque tiene una reputaci¨®n excelente. Se la ha forjado en ese Consejo, un organismo que podr¨ªa haber sido completamente irrelevante y que ¨¦l ha dotado de contendido y de importancia", subraya Pastor.
Pese a ese curr¨ªculo, no ha sido f¨¢cil para el italiano llegar hasta aqu¨ª. Solo una vez que Axel Weber, el anterior presidente del Bundesbank, dimiti¨® de su cargo, Draghi empez¨® a tener posibilidades reales de hacerse con el puesto. Antes tuvo que demostrar la firmeza de sus convicciones anti-inflacionistas, especialmente ante el Gobierno de Berl¨ªn, lo que puede ahora condicionar primeros pasos en el BCE.
"Hay que reconocer que el banco con Trichet ha sido extremadamente exitoso en el control de la inflaci¨®n, y ese es un reto importante para Draghi", recalca Callow. "?l ya ha empezado a exhibir sus credenciales alemanas, por decirlo as¨ª, con sus declaraciones en defensa ac¨¦rrima de la estabilidad de precios y la austeridad presupuestaria. La carta que el BCE envi¨® al Gobierno italiano y que ¨¦l firmaba con Trichet es una buena muestra de ello", aclara Natacha Valla.
Donde parece haber poco margen para los cambios es en la compra de bonos soberanos para garantizar la solvencia de los Estados. "No tiene otra opci¨®n. No s¨¦ si personalmente lo comparte o no, pero sus ¨²ltimas declaraciones suenan muy parecidas a las de Trichet", se?ala Callow. Esta misma semana Draghi ha reiterado que estas medidas tienen que tener car¨¢cter temporal y ha exigido la implementaci¨®n inmediata del fondo de rescate europeo, lo que liberar¨ªa a la entidad de esas competencias importadas. No todo ser¨¢n retos heredados. La crisis ha evidenciado los problemas que provoca la falta de un prestamista de ¨²ltima instancia para los Estados de la zona euro y deber¨¢ manejar la reestructuraci¨®n de la deuda de un pa¨ªs perteneciente a una uni¨®n monetaria, un gui¨®n pendiente de escribir.
El agravamiento de la situaci¨®n econ¨®mica y financiera en Italia pod¨ªa haber da?ado esa fama de buen gestor y brillante intelectual de Draghi, pero no ha sido as¨ª. M¨¢s a¨²n, la labor que ha llevado a cabo en el Banco de Italia ha sido decisiva para el pa¨ªs. "Cuando sustituy¨® a Antonio Fazio en el Banco de Italia, la instituci¨®n se encontraba en una situaci¨®n muy mala e hizo un gran trabajo para recuperar su credibilidad en poco tiempo", recuerda Alberto Alesina, titular de la c¨¢tedra Nathaniel Ropes de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Harvard. Fazio tuvo que dimitir por favorecer a una entidad italiana en la salida a Bolsa de la Banca Antonveneta. Lo ratifica Francesco Giavazzi.
El cap¨ªtulo m¨¢s oscuro en la biograf¨ªa de Draghi est¨¢ relacionado con su etapa en Goldman Sachs. Entre enero de 2002 y hasta su nombramiento como gobernador del Banco de Italia, en diciembre de 2005, Draghi fue socio y vicepresidente de Goldman Sachs International. El banco de inversi¨®n estadounidense fue el que dise?¨® el plan de ingenier¨ªa financiera que permiti¨® a Grecia camuflar su deuda y acceder, as¨ª, al euro en enero de 2002.
"El cargo de Draghi incorporaba la supervisi¨®n de empresas y Estados soberanos en Europa, Oriente Pr¨®ximo y ?frica", explica Marc Roche, autor del libro El banco. C¨®mo Goldman Sachs domina el mundo y gran conocedor de los entresijos de la firma. "Aunque el plan de Grecia se hizo antes de la llegada de Draghi a Goldman esos contratos tienen un seguimiento posterior, no se dise?a un plan y se termina. Y el seguimiento del plan, y por tanto el conocimiento del mismo y los problemas que conllevaba, estaban bajo competencia de Draghi", afirma Roche. Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo, el banco asegur¨® que para evitar un posible conflicto de intereses ¨¦l no ten¨ªa relaciones con los Estados. "Entonces, ?por qu¨¦ se incluye ese t¨ªtulo en su cargo?", replica Roche.
Draghi manten¨ªa desde hac¨ªa a?os una estrecha relaci¨®n con Robert Rubin, antiguo secretario del Tesoro con Bill Clinton y socio del banco durante 26 a?os, en los que lleg¨® a ser vicepresidente. "No creo en las teor¨ªas de la conspiraci¨®n, s¨®lo en los hechos. Pero es dif¨ªcil explicar c¨®mo llega Draghi desde el Tesoro italiano a Goldman Sachs. Lo cierto es que Goldman se benefici¨® de la privatizaci¨®n de la petrolera p¨²blica italiana Eni cuando Draghi era presidente del comit¨¦ de privatizaciones. Pese al tiempo que ha pasado no hay datos claros de c¨®mo se llev¨® a cabo esa privatizaci¨®n ni la participaci¨®n, directa o indirecta, que tom¨® Goldman en la empresa", subraya el autor franc¨¦s. S¨ª est¨¢ comprobado que Goldman se hizo con buena parte de los activos inmobiliarios de la petrolera. En sus a?os al frente del comit¨¦ de privatizaciones (1993-2001), los Draghi boys -como era conocido el grupo de altos funcionarios de los que se rode¨® en el Tesoro- supervisaron la venta de activos p¨²blicos por casi 100.000 millones de euros.
Pese a la controversia, esa etapa le ha dado un conocimiento de primera mano del funcionamiento de los mercados desde dentro que no ten¨ªa su antecesor y que puede ayudarle en la toma de decisiones. Esa trayectoria, unida a su brillante curr¨ªculo y su impecable formaci¨®n, hacen de ¨¦l un candidato poco discutible. "Es muy buen candidato. Tiene visibilidad internacional y un estatus reconocido", admite Valla. "Es un hombre extremadamente bien preparado y muy riguroso", recalca Pastor. "Su carrera como economista y funcionario es impresionante. Es una elecci¨®n excelente", asegura Alesina. "Est¨¢ tan pendiente de lo general como de los detalles e intelectualmente est¨¢ muy bien preparado", subraya Callow.
Parece que el 1 de noviembre el chico listo de la clase coge los mandos.
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