Terremoto en el Consejo

En apenas unos meses, el Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) no va a parecerse ni remotamente a la foto que ofrece hoy en su p¨¢gina web [y que ilustra esta informaci¨®n]. Hasta cuatro de los seis miembros que lo integran pueden ser sustituidos entre el pr¨®ximo 1 de noviembre y el 1 de junio de 2012, y eso cambiar¨¢ profundamente la forma de funcionar del sancta sanctorum de la entidad europea. "Se va a vivir una aut¨¦ntica revoluci¨®n en el seno del Consejo", en palabras de Julian Callow, economista jefe para Europa de Barclays Capital.

La m¨¢s evidente es la sustituci¨®n de Jean-Claude Trichet por Mario Draghi el pr¨®ximo martes, momento a partir del cual Francia quedar¨¢ sin representaci¨®n en el ¨®rgano ejecutivo de la entidad. Y Par¨ªs ha puesto el grito en el cielo, aunque no es la primera vez que le sucede.

Tan importante como la llegada de Draghi es la del economista jefe

Gonz¨¢lez-P¨¢ramo acaba su mandato en mayo del a?o que viene

Francia ya se qued¨® sin representante en este Consejo entre mayo de 2002 y noviembre de 2003, con la salida del gobernador de su banco central, Christian Noyer, para dar entrada al griego Lucas Papademos. Solo que Francia confiaba en hacer valer entonces, como as¨ª sucedi¨®, el pacto no escrito y acordado con Alemania en 1998 con la creaci¨®n del euro, por el que un franc¨¦s sustituir¨ªa a Wim Duisenberg como presidente de la entidad a mitad de mandato.

El escenario ahora no es tan claro. Junto a Draghi se sentar¨¢ otro italiano en el consejo, Lorenzo Bini-Smaghi, economista de reconocida reputaci¨®n y que accedi¨® ante el El¨ªseo a presentar su dimisi¨®n con la llegada de Draghi para facilitar el apoyo de Francia a su compatriota al m¨¢ximo puesto de la entidad.

Pero a la hora de la verdad Bini-Smaghi se resiste a cumplir la palabra dada. Lo hace bajo el argumento de que si el criterio que se impone para ocupar un puesto en el Consejo es el de la nacionalidad, la independencia del banco central quedar¨ªa en entredicho. Una posici¨®n que, seg¨²n distintas informaciones, cuenta con el respaldo de los servicios jur¨ªdicos del BCE y del propio Trichet, que le alientan en su negativa. La ¨²nica salida viable ser¨ªa su nombramiento para un puesto de mayor categor¨ªa, algo que parece no se acaba de encontrar.

"Uno tiene que cumplir las promesas hechas", advert¨ªa la diplomacia francesa el pasado fin de semana. "?Qu¨¦ se supone que debo hacer? ?Matarle?", respond¨ªa el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, al ser increpado por Nicolas Sarkozy al respecto. Berlusconi pod¨ªa haber dado a Bini-Smaghi esa salida y haberle nombrado sustituto de Draghi al frente del Banco de Italia, pero cambi¨® de opini¨®n a ¨²ltima hora y apost¨® por un hombre del propio banco, Ignazio Visco.

Pero tan importante como la sustituci¨®n en la Presidencia del BCE es el reemplazo del economista jefe de la entidad, miembro nato del Consejo Ejecutivo por el cargo. El pasado mes de septiembre, J¨¹rgen Stark present¨® su dimisi¨®n por sus desacuerdos con la decisi¨®n de comprar bonos soberanos por parte del BCE. Era el segundo alem¨¢n en presentar su dimisi¨®n, y por este mismo motivo -el anterior fue el presidente del Bundesbank, Axel Weber, que pon¨ªa as¨ª fin a su candidatura a la presidencia del BCE-, y su postura cuestionaba no solo la autoridad de Trichet, sino que arrojaba dudas sobre la legalidad de la medida conforme al mandato constitucional de la entidad europea.

El sustituto de Stark ser¨¢ J?rg Asmussen, viceministro de Finanzas alem¨¢n y miembro del opositor Partido Socialdem¨®crata (SPD). Los analistas consideran que Asmussen, de 45 a?os, tiene un sesgo mucho m¨¢s pragm¨¢tico que Stark, por lo que esperan de ¨¦l una menor oposici¨®n a la compra de bonos. Durante los ¨²ltimos a?os, Asmussen ha sido el encargado de dise?ar la respuesta del sistema financiero alem¨¢n a la crisis de la deuda, de ah¨ª que sus cr¨ªticos le consideren "demasiado cercano a la banca", aunque su conocimiento t¨¦cnico de la crisis queda fuera de toda duda. Su designaci¨®n cobra especial importancia con el nuevo presidente, considerado mucho m¨¢s anal¨ªtico que su antecesor y decidido a tener en cuenta en sus an¨¢lisis tanto los datos y perspectivas macroecon¨®micas como la evoluci¨®n del sistema financiero y del cr¨¦dito.

Asmussen fue, como el nuevo presidente del Bundesbank, alumno de Axel Weber, y ambos mantienen una estrecha amistad. Con su nombramiento se consuma, adem¨¢s, otra tradici¨®n en el banco central, la de designar a un alem¨¢n como economista jefe del banco -Otmar Issing fue el primero-. Este relevo se llevar¨¢ a cabo el pr¨®ximo 1 de enero para un mandato de ocho a?os.

El ¨²ltimo cambio previsto en el Consejo es el del espa?ol Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez-P¨¢ramo. Su nombre ha sonado entre los candidatos a dirigir el Ministerio de Econom¨ªa espa?ol despu¨¦s del 20 de noviembre, extremo que ¨¦l niega. Pero lo cierto es que el calendario que marca su mandato en el BCE, as¨ª como su carrera profesional y su formaci¨®n, le encaminan m¨¢s hacia la sede del Banco de Espa?a en la madrile?a plaza de Cibeles.

El mandato del actual gobernador termina en junio de 2012, y el de Gonz¨¢lez-P¨¢ramo, en mayo de ese mismo a?o. Dada su trayectoria profesional, es bastante probable que su nombramiento pudiera contar con el benepl¨¢cito tanto del Gobierno como de la oposici¨®n, lo que permitir¨ªa recuperar la tradici¨®n del acuerdo entre ambos en la designaci¨®n de los m¨¢ximos responsables del Banco de Espa?a, a la que el exministro Pedro Solbes puso fin con la elecci¨®n de Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez para el cargo.

Los ¨²nicos que seguir¨¢n en sus puestos ser¨¢n el vicepresidente V¨ªtor Constancio, que asumi¨® su cargo en junio de 2010, y Peter Praet, que lo hizo en junio pasado.