Pandilleros contra extraterrestres

Junto al posthumor hiperrealista de Ricky Gervais y Stephen Merchant y la s¨¢tira transgresora y cruel de Chris Morris, Armando Iannucci y Steve Coogan, el humor televisivo brit¨¢nico tambi¨¦n acogi¨® a otro tipo de sensibilidades en su ¨²ltimo -o ya pen¨²ltimo- relevo generacional. Series como Spaced (1999-2001), The Mighty Boosh (2003-07) y The Adam and Joe Show (1996-2001) propon¨ªan una celebraci¨®n de la inmadurez explotando los registros de una comedia postmoderna, donde se mezclaban irreverente nostalgia pop e incisivas lecturas del presente cultural. Creado por Joe Cornish y Adam Buxton, The Adam and Joe Show alternaba ecos de esa ut¨®pica televisi¨®n pirata imaginada por Wayne's World -la habitaci¨®n propia como trinchera resistente para una infancia postergada- con parodias de ¨¦xitos cinematogr¨¢ficos protagonizadas por peluches o recreaciones de formatos televisivos habitadas por figuras de acci¨®n de la franquicia Star Wars.

Quiz¨¢ era el destino natural de algunos practicantes de esta tercera v¨ªa del neohumor acabar dando forma a una necesaria reformulaci¨®n de las maneras de ese cine espect¨¢culo que celebraban con l¨²cido descaro: hoy Simon Pegg, protagonista de Spaced, es presencia habitual en blockbusters y tanto Edgar Wright, director de esa misma serie, como Joe Cornish han formado parte del equipo de guionistas de Las aventuras de Tint¨ªn. Lo m¨¢s interesante es ver c¨®mo, al mismo tiempo, todos ellos intentan construir sus discursos propios en ese nuevo contexto. Cuando Wright ya es un director en toda regla, Cornish debuta en la direcci¨®n con un trabajo m¨¢s que notable.

Colocando la ferocidad barriobajera de la serie Misfits al servicio de una relectura suburbial del cine de los ochenta -en otras palabras, un S¨²per 8 de la crispaci¨®n social-, Attack the Block enfrenta a un dispar grupo de pandilleros, camellos, adolescentes a la deriva y sibaritas del consumo t¨®xico con una invasi¨®n extraterrestre a escala trazada con maneras de vocacional serie B de la era digital. En la pel¨ªcula hay profundo conocimiento de causa -ese gui?o a Ballard-, irreprochable sensibilidad socio-pol¨ªtica -la visi¨®n del barrio como territorio abandonado a su suerte- y un mod¨¦lico planteamiento de producci¨®n, pero, sobre todo, energ¨ªa, sentido del espect¨¢culo, humor feroz y, lo m¨¢s importante, sentido l¨²dico a pleno rendimiento.