"Si para sobrevivir tienes que renunciar a ti, ?para qu¨¦ sobrevivir?"

De la mano del productor Andr¨¦s Vicente G¨®mez, con quien comparti¨® un largo tiempo de desencuentro profesional y personal, Alex de la Iglesia (Bilbao, 1965) vuelve a la cartelera con la tragicomedia de tintes pataf¨ªsicos titulada La chispa de la vida, protagonizada por un elenco no menos pataf¨ªsico formado por Jos¨¦ Mota, Salma Hayek, Blanca Portillo y Juan Luis Galiardo. Que nadie se f¨ªe: solo el t¨ªtulo, tomado de aquel eslogan a la mayor gloria del brebaje refrescante m¨¢s famoso del mundo, incita al optimismo en esta historia negra, negra aunque sainetesca, sainetesca. Es el cine de Alex de la Iglesia, incapaz de evidencias y convenciones.

Pregunta. Cada d¨ªa, el com¨²n de los mortales pasa por el aro tres o cuatro veces. El jefe, la pareja, los hijos, los padres, los amantes... ?No es ese el tema de La chispa de la vida?

"El motor de esta pel¨ªcula es rabia y venganza, como en otras m¨ªas..."

"?La 'ley Sinde'? Sigo en desacuerdo con ella, deber¨ªa haber otra, con consenso"

Respuesta. Trata exactamente de eso, trata de comprender que la vida es pasar por el aro, y sobre todo ahora, que vas a encontrarte con situaciones en las que tendr¨¢s que renunciar a ti mismo para sobrevivir. Y ese es el conflicto: si para sobrevivir tienes que renunciar a ti, ?para qui¨¦n o para qu¨¦ sobrevivir? Hay que bajarse de este tiovivo, si no, seremos un mu?eco m¨¢s.

P. Ha dicho usted que esta era su pel¨ªcula m¨¢s amarga. Todas las que hace lo son, ?no?

R. Todas lo son pero es curioso: con esta hay mucha gente que me ha dicho que est¨¢ llena de esperanza. Igual es cierto.

P. Utilizar aquel maravilloso eslogan de La chispa de la vida como t¨ªtulo... ?atiende a una v¨¢lvula de esperanza, en plan "no todo est¨¢ perdido, amigos, echadle chispa a la cosa que a¨²n podemos salvarnos"... o a la pura y dura iron¨ªa para, en realidad, querer decir La putada de la vida?

R. Buena pregunta porque...

P. Es que "la chispa de la vida", con un t¨ªo tirado en el suelo y una barra clavada en la cabeza, como el personaje de Jos¨¦ Mota...

R. El motor de esta pel¨ªcula es rabia y venganza. Como Balada triste de trompeta y otras pel¨ªculas m¨ªas. Pero aqu¨ª las conclusiones no son las mismas, las conclusiones son esperanza y optimismo. As¨ª que esta pel¨ªcula tiene vida propia. En un principio lo que me gustaba del t¨ªtulo era acabar con eso de al mundo entero quiero dar un mensaje de paz... porque la historia es, en un principio, todo lo contrario. Pero al final recuperamos la dignidad. Podemos dar una patada, podemos. Hay esperanza. Si no la hubiera esto no se sostendr¨ªa. L¨®gicamente, no se sostiene por los que manejan el espect¨¢culo, sino por los que est¨¢n debajo. Si no, esto se hubiera hundido como la Atl¨¢ntida. Si esto se sostiene es porque aguanta sobre una superficie de gente honrada. Que, claro, va siendo exterminada en el proceso.

P. Y esa patada de la que hablaba la pega en el culo de los pol¨ªticos, de los periodistas, de la afici¨®n de la gente por el morbo...

R. S¨ª. La verdad es que a m¨ª me da mucho miedo darme cuenta de que cada vez respeto menos a todo el mundo. Aunque de pronto me veo a m¨ª mismo como un personaje m¨¢s de toda esta comedia.

P. Un t¨ªo con una barra de hierro metida en la cabeza que no se quiere mover para no palmarla: ?puede ser una met¨¢fora del hoy tan c¨¦lebre axioma Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy?

R. La gente tiene un miedo atroz a moverse. Aunque en esta pel¨ªcula, se mueve y se salva. Uno no es lo que sue?a ni lo que pretende, uno es lo que hace.

P. ?C¨®mo ha sido el reencuentro Alex de la Iglesia / Andr¨¦s Vicente G¨®mez?

R. Yo pens¨¦ que no iba a trabajar jam¨¢s con Andr¨¦s Vicente G¨®mez. Lo que pasa es que ¨¦l es como esos personajes m¨¢s all¨¢ de la vida. ?l es mi Long John Silver, es un pirata, es el gran productor, un t¨ªo que sabes que va a generarte problemas y angustias, pero que tambi¨¦n te dar¨¢ lo mejor. Le admiro, le quiero, le odio, le amo, le tengo miedo. Es el cine. Con su dolor y sus alegr¨ªas. Es la persona que m¨¢s sabe de cine de aquellas con las que yo he trabajado.

P. Los grandes productores... como ¨¦l o como Querejeta. Ya van quedando pocos.

R. Representan un universo que ya no existe. Grandes animales en extinci¨®n. Ya no veremos personajes as¨ª, y eso da miedo.

P. Bueno, tantas cosas del cine a la manera cl¨¢sica se van... ?c¨®mo ve el cine de hoy, o sea, la relaci¨®n de la gente con el cine?

R. El cine es como la sociedad, solo que visto a trav¨¦s de un espejo grotesco. Una de las cosas que m¨¢s me entristecen es que alguien con un inter¨¦s concreto econ¨®mico y pol¨ªtico haya enturbiado la relaci¨®n entre cine y p¨²blico. Eso ha sido algo trabajado. Nosotros hemos hecho mucho por estropearlo todo, ?eh?, metemos la pata cada d¨ªa, yo la meto, somos excesivos, absurdos, pero nuestra relaci¨®n con el p¨²blico es imposible de perder, trabajamos para ¨¦l.

P. Pero ?habla en abstracto, o de alguien en concreto?

R. En abstracto no, hay gente, hay grupos, corporaciones medi¨¢ticas interesadas en que no se haga cine y que el dinero se invierta en televisi¨®n, en energ¨ªa e¨®lica o en qu¨¦ s¨¦ yo. Ahora que no soy presidente de la Academia lo puedo contar.

P. Pues ahora que no es presidente, diga: ?ha rumiado frustraci¨®n, arrepentimiento?

R. Debo decir que sigo pensando lo mismo. Dej¨¦ de trabajar en la Academia por un desacuerdo sobre la ley [Sinde] y sobre c¨®mo se estaba tramitando y sigo en desacuerdo. Tiene que haber una ley, pero no esta, sino otra, hecha con el consenso de todos los afectados. Aparte de eso, los dos mejores a?os de mi vida fueron los que pas¨¦ en la Academia.

P. ?Qu¨¦ tal su relaci¨®n con la exministra Gonz¨¢lez-Sinde?

R. Pues me gustar¨ªa que viniera al estreno. Y esa es la clave: yo puedo estar absolutamente en contra de tu forma de ver el mundo, colega, y ser tu amigo. Es posible, joder, es posible. Pero en este pa¨ªs eso no se entender¨¢ jam¨¢s.