"Cuando se contrata a un artista, se le debe mantener"

Hay quien se ha acercado hasta las taquillas del Teatro Valle-Incl¨¢n de Madrid, una de las sedes del Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN), y a la hora de sacar entradas para ver el montaje que hoy se estrena, La mecedora, de Jean-Claude Brisville, ha torcido el gesto. Y es que Josep Maria Flotats solo participa como director, y no como actor, y eso que cuenta con una triada de int¨¦rpretes m¨¢s que solventes, como Helio Pedregal, Eleazar Ortiz y Daniel Muriel. El hecho es que Flotats, que a veces tambi¨¦n ejerce de escen¨®grafo, versionador y productor, se ha hecho en Madrid, como ya lo hiciera en Par¨ªs en los a?os setenta, y en Barcelona en los ochenta, con un p¨²blico m¨¢s que fiel: adicto en alg¨²n caso hasta la sobredosis. En la ¨²ltima d¨¦cada siempre estrena en esta ciudad a la que se traslad¨® en una suerte de autoexilio, a ra¨ªz de su salida del Teatro Nacional de Catalu?a, que fund¨®, y dirigi¨® tan solo un mes, cuando fue v¨ªctima de una serie de injerencias pol¨ªticas.

"La obra nos habla con iron¨ªa de la muerte del editor de toda la vida"

"Nunca pens¨¦ que la palabra dandi fuera un insulto tan grave"

Claro que, a la hora de hablar de adicciones, a lo mejor habr¨ªa que tratar como tal la que Flotats parece tener con el autor Jean-Claude Brisville. Sin ser un as de la dramaturgia internacional y sin que Flotats sea de los que montan varias cosas al a?o, es la tercera vez que se adentra en la exquisita escritura de este autor de 90 a?os, que trabaj¨® mucho tiempo como editor y cuyo teatro suele estar ocupado por protagonistas de la historia (La cena), de la literatura y el pensamiento (El encuentro de Descartes con Pascal joven) que siempre debaten ideas y situaciones con di¨¢logos sobrios no exentos de humor e iron¨ªa como es el caso de La mecedora, con la que obtuvo un importante ¨¦xito al ser estrenada en Par¨ªs, en 1982, bajo direcci¨®n de Jean Pierre Miquel. En ella pone al descubierto las miserias y los entresijos del mundo de la edici¨®n. A la luz de los ¨²ltimos tiempos, la obra cobra especial actualidad.

"Nos habla del imperativo del mercado que manda, de la muerte del editor de toda la vida, del lector de editorial que no parece ser ya necesario, y lo hace con una iron¨ªa corrosiva, con inteligencia y sarcasmo", se?ala Flotats de Brisville, cuya traducci¨®n y versi¨®n es de Mauro Armi?o, quiz¨¢ el m¨¢ximo experto en dramaturgia francesa en Espa?a.

El director se pone pensativo y dice con retranca: "Nunca pens¨¦ que la palabra dandi fuera un insulto tan grave, pero cuando el autor, en boca de un personaje, le dice al joven ejecutivo que le ha echado de la editorial, 'es usted un dandi, es un gran editor y no tiene ni un libro en su casa'...., es maravilloso este Brisville", dice de este autor con el que asegura no tener una relaci¨®n de fetichismo. "Es admiraci¨®n por un teatro magn¨ªfico, contempor¨¢neo. Luego est¨¢ la parte totalmente pr¨¢ctica y funcional, como montar un autor vivo al que puedes pedir consejo y llamarle hasta las doce de la noche. Lo que me pasa con Brisville es que es un teatro que me interpela y adoro lo que escribe".

En la obra no hay cr¨ªmenes, grandes tensiones, apasionamientos, sexo, droga, y mucho menos, rock and roll. Es un fino y sutil trabajo en el que se habla de un lector al que han echado de una editorial y va a ver al director que le ha puesto en la calle para preguntarle, en plan stanivslaskiano, por qu¨¦ y decirle que ha comprado a la editorial la mecedora en la que ha le¨ªdo los libros durante tantos a?os.

Flotats deja claro que se identifica con el personaje pr¨¢cticamente autobiogr¨¢fico de Brisville. Pero dice que este no era el momento para interpretarlo y se muestra especialmente feliz de haber encontrado al actor Helio Pedregal.

Volver¨¢ a subirse al escenario en su pr¨®ximo proyecto, que estrena en septiembre en el Teatro Alc¨¢zar de Madrid: La verdad (La v¨¦rit¨¦) de Florian Zeller. Tambi¨¦n lo har¨¢ en otro ambicioso montaje, cuya puesta en escena ya ha comprometido con el Teatro Espa?ol y su director Mario Gas: Crimen y castigo, de Dostoievski. Cuando se le recuerda que el Espa?ol depende de la municipalidad de Madrid y que en el ¨²ltimo mes Ana Botella ha sustituido al frente de la ciudad a Alberto Ruiz-Gallard¨®n, se?ala: "Me imagino que el actual director art¨ªstico del Espa?ol tiene un contrato y la fecha se respetar¨¢, porque los resultados han sido excepcionales en cuanto a ¨¦xito y p¨²blico. Por experiencia propia creo que cuando se contrata a un artista se le debe mantener hasta el final del acuerdo, y m¨¢s a¨²n visto el alto nivel de programaci¨®n de Mario Gas; lo m¨¢s normal y l¨®gico es respetar los contratos".