La industria aeron¨¢utica europea levanta el vuelo con el Airbus A-380

En la era de las telecomunicaciones, pocos son los proyectos industriales capaces de reunir a jefes de Estado y de Gobierno en una factor¨ªa o, en este caso ante un hangar, para hacerse la foto y cantar las excelencias del poder¨ªo industrial de sus respectivos pa¨ªses. Terminada la era de los grandes trenes, los dirigibles del tama?o de un pueblo, destronados los transatl¨¢nticos del dominio de los mares, la po¨¦tica de la industrializaci¨®n ha revivido hoy en Toulouse, en Francia, con la presentaci¨®n del mayor avi¨®n del mundo: A-380, a la que han asistido Chirac, Schr?der, Blair y Zapatero.

Airbus ha recurrido a una de las ya imprescindibles ceremonias de luz y sonido para dar empaque a su creaci¨®n, en la que el hilo de conductor han sido los sue?os de Leonardo Da Vinci y de otros precursores de la aeron¨¢utica. "?Por qu¨¦ el hombre no puede volar?", se preguntaba el narrador, mientras figurantes representando a los cuatro pa¨ªses de la UE que participan en el proyecto se daban la mano para "hacer posible lo imposible".

Los mandatarios de los cuatro Estados han mencionado, en t¨¦rminos muy similares, las ventajas del nuevo aparato. Adem¨¢s de referencias m¨¢s o menos veladas a la potencia industrial europea frente a la estadounidense, todos sin excepci¨®n han hablado de la importancia en la construcci¨®n europea de proyectos como este, y de las implicaciones medioambientales, que sus creadores han tenido en cuenta al reducir notablemente el consumo de combustible.

El rey del cielo

El fabricante, participado en un 80% por EADS, el consorcio aeron¨¢utico europeo, y en un 20% por la brit¨¢nica BAE, pretende hacerse el rey del cielo con las 1.200 unidades que espera vender en los pr¨®ximos 20 a?os de este gigante volador, que tiene dos cubiertas y en su versi¨®n m¨¢s light, 555 plazas. Una minucia comparada con los m¨¢s de 800 asientos en su configuraci¨®n para las l¨ªneas m¨¢s demandadas, o con las 150 toneladas de peso que puede transportar su versi¨®n de carga.

Aparte de unas dimensiones colosales, el A-380 aporta pocas novedades m¨¢s a la industria aeron¨¢utica: 70 metros de largo y 65 de envergadura para surcar el cielo a la misma velocidad que el resto de aviones comerciales, 0,85 Mach, y con una autonom¨ªa de unos 15.000 kil¨®metros, dependiendo de las versiones. Su mayor avance es, sin embargo, crucial para las aerol¨ªneas en el actual escenario de competencia descarnada, ya que el A-380 ahorra un 15% por pasajero respecto a su competidor de referencia, el 747.

Guerra comercial y pol¨ªtica

El coste de fabricaci¨®n, que las principales compa?¨ªas pagar¨¢n con gusto, asciende a m¨¢s de 170 millones de euros la pieza. Ya hay, de hecho, 140 pedidos en firme para empresas de todo el mundo. Pero la construcci¨®n del A-380 no supone s¨®lo un hito para Airbus en plena guerra comercial con Boeing a cuenta de las ayudas respectivas de la UE y de la administraci¨®n estadounidense.

La enorme demanda industrial que genera este proyecto ha bendecido a todas las empresas que participan o suministran a EADS. Para Espa?a el tir¨®n de inversi¨®n se traduce en una participaci¨®n en el 10% del programa, entre las f¨¢bricas que Airbus Espa?a tiene en Getafe (Madrid), Puerto Real (C¨¢diz) e Illescas (Toledo), adem¨¢s de la colaboraci¨®n directa de otras 10 compa?¨ªas espa?olas.