El calvario de tramitar una licencia
El Ayuntamiento de Madrid inclumple sistem¨¢ticamente los plazos para resolver los expedientes
El simple hecho de solicitar una licencia para el inicio de una actividad en Madrid se convierte, en muchas ocasiones, en un aut¨¦ntico calvario. Un asunto espinoso en el que est¨¢n en juego las inversiones y las expectativas de negocio de muchos empresarios que ven c¨®mo pasan incluso a?os sin que llegue la ansiada licencia. A finales de 2007, las denuncias presentadas por algunos afectados por esa excesiva demora, acompa?adas de testimonios relativos a supuestas pr¨¢cticas ilegales, desembocaron en el esc¨¢ndalo del caso Guateque , con la imputaci¨®n de 30 funcionarios municipales.
A?o y medio despu¨¦s, las cosas no han variado mucho; de hecho, desde el propio Ayuntamiento se reconoce la existencia de m¨¢s de 13.000 expedientes pendientes de resolver. Mientras, los empresarios, como ha venido siendo habitual, se ven en la disyuntiva de tomar una decisi¨®n. Cruzarse de brazos a la espera de que llegue el papelito o iniciar directamente la actividad y asumir el riesgo de que, en cualquier momento, les caiga una multa tras una rutinaria inspecci¨®n. La mayor¨ªa se decanta por esta segunda opci¨®n.
En Carabanchel, hace casi dos a?os que la sociedad Peralta Blanco espera una licencia para ampliar un taller de coches
As¨ª las cosas, y aunque la crisis econ¨®mica ha atenuado las solicitudes, lo cierto es que hasta los negociados de licencias de cada uno de los 21 distritos municipales no paran de llegar nuevas peticiones -pr¨¢cticamente a diario-, como se puede comprobar en el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), donde se informa de la apertura de un plazo de 20 d¨ªas para que las personas que lo estimen oportuno presenten observaciones a la actividad y al proyecto presentado.
M¨¢s expedientes que se abren y que no se sabe cu¨¢ndo se cerrar¨¢n. En ¨¦sas andan empresarios como Rosa Norfidia Villalva, que ha solicitado licencia para un bar en el n¨²mero 2 de la calle de la Ca?ada, en Moratalaz, o Aicha Beniaza Daibzeg, que ha hecho lo propio para abrir un sal¨®n de t¨¦ en la calle de la Sierra de Montilla, 2, en Villa de Vallecas. En la misma manzana ocupada por el Ayuntamiento de Madrid, en el antiguo Palacio de Comunicaciones, la sociedad Pincho de Merluza espera conseguir la licencia de actividad para un bar-restaurante ubicado en la calle de Alcal¨¢, 54.
Se trata de expedientes que, de acuerdo con los plazos fijados en la ordenanza, deber¨ªan estar resueltos, en funci¨®n de la entidad del proyecto o la actividad, en un plazo de entre 15 d¨ªas y 3 meses. Plazos que se incumplen sistem¨¢ticamente. No hay m¨¢s que consultar de forma aleatoria cualquiera de los expedientes que figuran en la propia p¨¢gina web del Ayuntamiento de Madrid para comprobarlo.
Tuvieron que transcurrir un a?o y nueve meses hasta que, el pasado 2 de marzo, le fue otorgada la licencia a M¨®nica Patricia Castilla para abrir un bar-restaurante en la plaza de San Vicente de Pa¨²l, en Carabanchel. Al menos, la ha obtenido. En este mismo distrito, en la calle de Alfredo Aleix, 20, hace casi dos a?os que la sociedad Peralta Blanco espera el permiso para ampliar la actividad de reparaci¨®n de veh¨ªculos.
Archivada o informada
En esa consulta del estado de tramitaci¨®n de los expedientes de licencias existen anotaciones de lo m¨¢s diversas, desde las l¨®gicas "aprobada" o "denegada" a otras que aluden a cuestiones tales como "incluida en la relaci¨®n de decretos", "informado", "requerida subsanaci¨®n de deficiencias" o "archivada". A la hora de la verdad, darse una vuelta por cualquier v¨ªa de la ciudad sirve para comprobar que los locales se abren, con o sin licencia.
As¨ª, por ejemplo, el restaurante de la cadena de hamburgueser¨ªas McDonald's sito en el n¨²mero 4 de la calle de Isaac Peral, junto a la junta municipal de Moncloa, lleva tiempo abierto -de hecho, el pasado mes de febrero ya se procedi¨® a revisar los extintores de incendios con que cuenta el local-, aunque consultado el estado de tramitaci¨®n de la licencia, solicitada el 28 de diciembre de 2007, la ¨²ltima anotaci¨®n realizada se?ala que est¨¢ pendiente de informe de la Subdirecci¨®n General de Bomberos.
Y as¨ª en todos los distritos, c¨¦ntricos y perif¨¦ricos. Licencias para cualquier actividad. Aunque la hosteler¨ªa -bares y restaurantes- se lleva la palma, otros negocios, como tiendas, cl¨ªnicas y talleres de todo tipo y condici¨®n, cuentan tambi¨¦n con gran predicamento, a la vista de esos anuncios publicados en el BOCM.
La pregunta cae por su propio peso. ?C¨®mo es posible que se produzca tal retraso en la concesi¨®n de una simple licencia de actividad? ?Falta personal? ?El que hay no es todo lo diligente que debiera? Cuestiones simples sin respuestas concretas. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, cuando se le inquiere al respecto, suele salir al paso se?alando que "la capital no es lenta en la concesi¨®n de licencias, sino que es una ciudad inmensa".
Seguridad
Y si el asunto resulta desesperante para abrir un local -pongamos el caso de un simple cambio de venta de un producto por otro, de una tienda de ropa a una zapater¨ªa-, qu¨¦ decir cuando la obtenci¨®n de la licencia requiere de informes medioambientales o de seguridad, o cuando el proyecto para el que se solicita licencia hace referencia a obras de nueva planta o reformas de calado en un edificio protegido. En estos casos, la tramitaci¨®n del expediente se puede eternizar.
Entran en juego aqu¨ª diversas cuestiones, como la realizaci¨®n de esos informes por parte de empresas externas, en no pocas ocasiones recomendadas por los propios funcionarios, como el camino m¨¢s directo para agilizar tramitaci¨®n. "Despu¨¦s de tener todos los papeles, me dijeron que faltaba el informe medioambiental y directamente me recomendaron que me pusiera en contacto con una empresa concreta. Ya me hab¨ªan comentado que esto funcionaba as¨ª, pero nunca hab¨ªa tenido la oportunidad de comprobarlo personalmente", se?ala un directivo de una importante empresa inmobiliaria.
Normalmente, los empresarios, con tal de obtener la ansiada licencia, transigen con todos los obst¨¢culos que les ponen en el camino, hasta que, como ocurriera con el caso Guateque, algunos se hartan.
La carencia de una licencia de actividad afecta tambi¨¦n a grandes operaciones de compraventa con cientos de millones de euros en juego. Si la misma se realiza entre espa?oles, el asunto se suele pasar por alto, pero cuando el comprador resulta ser una empresa o fondo inmobiliario extranjero, la cosa se complica.
Ante esta situaci¨®n, el Ayuntamiento ha presentado el proyecto de ordenanza que pretende regular la gesti¨®n y control de las licencias urban¨ªsticas en la capital. B¨¢sicamente, lo que se busca es que m¨¢s de la mitad de las nuevas actividades no requiera la necesidad de contar con una licencia para ponerse en marcha.
Bastar¨¢ con una simple comunicaci¨®n por parte del empresario. Se romper¨¢ as¨ª con la ordenanza de tramitaci¨®n de licencias vigente desde hace cuatro a?os, con la que se unificaron las de obra y de actividad, previas a las de funcionamiento. De la nueva ordenanza quedan fuera, de momento, licencias para obras mayores como la construcci¨®n de viviendas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.