Berlusconi esboza otro duro ajuste sin pactar con los agentes sociales

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha convocado para la semana que viene un Consejo de Ministros que aprobar¨¢ nuevos recortes y ajustes. Muy presionado, Berlusconi baraja medidas para cumplir con el objetivo de d¨¦ficit cero en 2013, un a?o antes del plazo que recog¨ªa el plan de austeridad de 79.000 millones de euros aprobado a mediados de julio. Con la intervenci¨®n del BCE sobre sus t¨ªtulos de Estado, Italia est¨¢, m¨¢s que nunca, bajo la lupa de la UE y de los mercados.

Por eso, el jefe del Gabinete ha vuelto este mi¨¦rcoles de su finca en la Cerde?a y se ha sentado con los agentes sociales por segunda vez en una semana. Ha sido una hora y media alrededor de una mesa muy larga, para centrar una misi¨®n casi imposible: pactar los recortes. Pero ministros, sindicatos, patronal y banqueros tienen ideas muy distintas sobre c¨®mo lograr el ajuste. Y no hay tiempo. As¨ª que las propuestas a aprobar ya est¨¢n en la mesa de Giulio Tremonti, titular de Econom¨ªa, seg¨²n ha filtrado la prensa.

Las medidas tienen calado. El Gobierno se plantea adelantar el proceso que retrasar¨¢ la edad de jubilaci¨®n, as¨ª como la privatizaci¨®n de empresas municipales de servicios -con excepci¨®n de las que gestionan el abastecimiento de agua, que el refer¨¦ndum de junio quiso mantener completamente p¨²blicas-. Se estipula tambi¨¦n la venta de parte de las participaciones del Estado en algunas empresas que ya cuentan con capital privado (Enel, por ejemplo). El s¨²per paquete baraja la imposici¨®n de un gravamen adicional sobre la segunda vivienda de propiedad y gravar¨ªa tambi¨¦n a los bienes muebles, ya que prev¨¦ un aumento de los impuestos sobre los rendimientos financieros y sobre el patrimonio del contribuyente. Este ¨²ltimo punto no acaba de sentarle bien a Berlusconi. "Si se aprueba la tasa sobre el patrimonio, dimito", habr¨ªa espetado con sus colaboradores m¨¢s estrechos, seg¨²n el relato del Corriere della Sera.

El plan de ajuste deber¨ªa ser transformado en decreto de Ley por el Consejo de Ministros de la semana que viene. El d¨ªa programado es el 18, "pero no podemos excluir un adelanto", ha comentado Berlusconi, que ha vuelto a Roma, abandonando el dulce retiro en la Villa Certosa.

Hay que dar la impresi¨®n de actuar de forma r¨¢pida. Solo as¨ª los especuladores dejar¨¢n de apostar por la quiebra de Italia, tercera econom¨ªa de la Eurozona y segunda deuda soberana (120% del PIB). El tiempo es dinero. La Bolsa de Mil¨¢n ha perdido 22.000 millones en valor y ha cerrado con una ca¨ªda del 6,6%. Al menos, no huyen todos los inversores: el Tesoro coloc¨® 6.500 millones en t¨ªtulos a un a?o.

Pero no hay mucho margen para el optimismo. Agentes sociales y Ejecutivo tienen opiniones distintas sobre c¨®mo afrontar el temporal. Emma Marcegaglia, secretaria de la patronal, se ha quejado de la falta de informaci¨®n: "No nos detallaron lo que va a contener el decreto del d¨ªa 18". Por su parte, los sindicatos han levantado un muro contra la reforma del sistema de pensiones. "Decimos que no a toda intervenci¨®n sobre jubilaci¨®n, ahorros, sanidad y estado del bienestar", ha declarado al cierre del encuentro con el Ejecutivo Susanna Camusso, secretaria del sindicato CGIL. "El adelanto del ajuste impone nuevas medidas, es cierto" ha a?adido, "pero tienen que ser equilibradas". "Hay que pedir m¨¢s a quien ha dado menos, tasando los grandes patrimonios, persiguiendo la evasi¨®n fiscal y recortando los gastos de la pol¨ªtica" concluye. "La prisa es necesaria. El Plan debe ser r¨¢pido y eficaz. Pero tambi¨¦n justo", ha coincidido su hom¨®logo de la Uni¨®n Italiana de Trabajadores (UIL).

Los cambios en el sistema de jubilaci¨®n no encajan ni siquiera dentro de la federalista Liga Norte, que forma parte de la coalici¨®n de Gobierno. "Nuestra gente no se toca", tron¨® Umberto Bossi, que por ser el ¨²nico socio que le queda a un Berlusconi sitiado por los esc¨¢ndalos, tiene mucho poder de negociaci¨®n.

En el frenes¨ª de estos d¨ªas que han puesto a Italia en la diana, las reuniones, las llamadas y los encuentros est¨¢n siendo continuos. Los informales, superan a los oficiales. Entre bambalinas, el mundo de la pol¨ªtica y de la econom¨ªa trabajan y se consultan. Berlusconi, tras ridiculizar las alarmas que llegaban de los mercados hasta hace una semana, parece haber entendido la gravedad de la situaci¨®n. Y ha captado, sobre todo, que all¨ª se juega su futuro pol¨ªtico. El empresario y primer ministro, lucha por su propia supervivencia. Si se hunde la econom¨ªa, lo arrastrar¨¢ consigo. Si logra salvar el pa¨ªs, se podr¨¢ proponer como un aut¨¦ntico h¨¦roe nacional.