Clesa se ve abocada a la liquidaci¨®n por un agujero patrimonial de 681 millones
El informe de la administraci¨®n concursal constata que el pasivo de 931 millones frente a unos activos valorados en 250 millones
La empresa de productos l¨¢cteos Clesa, que formaba parte del grupo de Nueva Rumasa gestionado por la familia Ruiz-Mateos, se ver¨¢ abocada a la liquidaci¨®n por su elevado agujero patrimonial, seg¨²n el informe presentado por la administraci¨®n concursal. "La suerte de la sociedad es fatalmente la liquidaci¨®n, sin que, dada la gravedad de l d¨¦ficit patrimonial, existan posibilidades objetivas de que se pueda alcanzar un convenio con los acreedores ordinarios", se?ala el texto. Este documento cifra el "agujero patrimonial" en 681 millones de euros puesto que los activos de la empresa solo ascienden a 250,7 millones de euros frente a un pasivo que asciende a 931,7 millones de euros.
Entra las razones que han llevado a la empresa a esta situaci¨®n, seg¨²n el informe, se encuentra la adquisici¨®n de acciones de Parmalat, cuyo coste ( 216,13 millones de euros) asumi¨® la empresa y no los accionistas. Adem¨¢s, la segregaci¨®n de Cacaolat, que formaba parte de Clesa, tuvo un efecto en el patrimonio de 10,6 millones de euros, ya que, se aportaron a Cacaolat las l¨ªneas de producto que m¨¢s rentabilidad generaban y Clesa continu¨® siendo titular de la maquinaria que explota la firma y de los pasivos que financiaron la actividad.
El informe tambi¨¦n recoge las ventas ficticias realizadas en la compa?¨ªa durante los ejercicios 2007, 2008 y 2009. Esta trampa en la contabilidad permiti¨® que los ejercicios de estos a?os reflejaran un resultado positivo. Adem¨¢s, este resultado es posible tambi¨¦n porque se retras¨® el reconocimiento de gastos o se claisficaron resultados de explotaci¨®n como resultados extraordinarios.
El documento explica que Clesa se encontraba en situaci¨®n de insolvencia desde mucho antes de que hubiera comunicado al Juzgado la existencia de negociaciones con los acreedores para tratar de conseguir una reestructraci¨®n financiera o un convenio anticipado (15 de febrero de 2011), unas negociaciones de las que aseguran no existe rastro.
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