?Es Portugal la siguiente Grecia?
La dura pol¨ªtica de austeridad del Gobierno no despeja el fantasma de otro rescate o una quita
La obsesi¨®n del primer ministro portugu¨¦s, Pedro Passos Coelho, elegido en mayo de 2011, es que el mundo ¡ªy/o los mercados¡ª desligue la suerte de su pa¨ªs del de Grecia. Esto es: que dejen de ver a Portugal como la inevitable segunda ficha del domin¨® del posible fracaso del euro.
Parad¨®jicamente, la sociedad y los medios de comunicaci¨®n portugueses se han pasado la semana mirando hacia Grecia, conscientes de que ¡ªqui¨¦ranlo o no¡ª un resbal¨®n en la firma de un acuerdo entre Grecia y la troika [formada por representantes del Banco Central europeo (BCE), la Comisi¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)], con la consiguiente bancarrota griega, repercutir¨ªa directamente sobre Portugal. Este pa¨ªs, rescatado en mayo pasado tras pedir 78.000 millones de euros al BCE, al FMI y a la Uni¨®n Europea a fin de evitar la quiebra, observa, con envidia y descorazonamiento, a Irlanda, tambi¨¦n rescatado, pero al que los mercados parecen dejar en paz. ?Por qu¨¦ a Irlanda s¨ª y a Portugal no?
El pasado 13 de enero, la agencia de calificaci¨®n Standard & Poor's se un¨ªa a las otras dos agencias m¨¢s importantes (Moody's y Fitch) y rebajaba la nota de la deuda portuguesa al nivel de bono basura (BB) con perspectiva negativa. Desde ese d¨ªa ¡ªy en contraste con Irlanda y con otros pa¨ªses cuyas notas tambi¨¦n bajaron, como Espa?a¡ª, los intereses de la deuda portuguesa no hicieron otra cosa que elevarse. En dos semanas, la prima de riesgo se dispar¨®, pasando de los 1.068 puntos el 10 de enero a los 1.600 a finales de ese mes. Los intereses de los bonos a dos, cinco y diez a?os en el mercado secundario tambi¨¦n adquirieron por aquellos d¨ªas cifras de r¨¦cord.
Paralelamente, los diarios Financial Times y The Wall Street Journal aventuraban que Portugal no ser¨ªa capaz de cumplir sus compromisos con la troika, que en septiembre de 2013 no podr¨ªa volver a cotizar como cualquier otro pa¨ªs en los mercados, tal y como est¨¢ previsto en su plan de rescate, y que, como en el caso griego, estaba condenada a adoptar m¨¢s pronto o m¨¢s tarde un segundo rescate o una quita en su deuda. Las razones para esta desconfianza de los mercados hab¨ªa que buscarlas, seg¨²n varios analistas, en el temor a que una posible bancarrota griega arrastre a Portugal. De ah¨ª el empe?o, no del todo exitoso, del primer ministro por tratar de separar de la mente de los gabinetes del mundo el ejemplo griego del portugu¨¦s.
El d¨ªa 15 la troika visita el pa¨ªs para verificar que cumple los ajustes comprometidos
Ciertamente, Portugal no es Grecia. Hasta ahora, el Gobierno portugu¨¦s ha recibido dos visitas de los responsables de la troika para verificar si todo va seg¨²n lo acordado. Y hasta ahora as¨ª lo han certificado. El 15 de febrero vendr¨¢n de nuevo para una tercera evaluaci¨®n, que se espera tambi¨¦n positiva. El Gobierno del conservador Passos Coelho juega el papel de buen alumno europeo y se vanagloria, incluso, de ir m¨¢s all¨¢ de las directrices de la troika en materia de recortes. ¡°Hacer lo que nos indica la troika no es una cruz que debamos sobrellevar¡±, ha asegurado recientemente Passos Coelho. Su Gobierno ha sufrido un previsible desgaste pol¨ªtico, pero a¨²n goza de la legitimidad que le procuraron las urnas en junio. La estabilidad pol¨ªtica, pues, est¨¢ asegurada.
Adem¨¢s, los portugueses sufren con resignaci¨®n el plan de recortes firmado con los gestores de la troika sin excesiva conflictividad social: entre otras medidas, los funcionarios y los pensionistas que cobran m¨¢s de 1.000 euros han visto esfumarse las pagas extra, el IVA ha subido hasta el 23% en muchos productos de la cesta de la compra y en los restaurantes, y se ahorra en transportes p¨²blicos, en educaci¨®n y en sanidad. Un ejemplo: una consulta de urgencias cuesta 20 euros. Y una visita ordinaria al m¨¦dico, cinco. Frente a este progresivo desmantelamiento del Estado de bienestar, los sindicatos solo han organizado en los ¨²ltimos meses una huelga general, en noviembre, sin incidentes violentos, m¨¢s all¨¢ de algunos paros sectoriales que no consiguieron detener el pa¨ªs. Portugal funciona, aun al ralent¨ª.
Goldman Sachs cree que el pa¨ªs necesitar¨¢ otro rescate por 30.000 millones de euros
Entonces, ?Por qu¨¦ los mercados contin¨²an ceb¨¢ndose con la econom¨ªa portuguesa?
¡°Porque el pa¨ªs tiene un problema con el crecimiento econ¨®mico, y me da la impresi¨®n de que ni los mercados ni nadie saben c¨®mo va a hacer Portugal para crecer¡±, explica Jos¨¦ Ant¨®nio Ferreira Machado, economista y decano de la Facultad de Econom¨ªa de la Nueva Universidad de Lisboa. El problema es antiguo: en la ¨²ltima d¨¦cada, el pa¨ªs no creci¨® nunca por encima del 1%. En 2012 ser¨¢ mucho peor: el Banco Nacional de Portugal ha previsto una ca¨ªda del PIB del 3%, pero Ferreira Machado y otros analistas creen que ser¨¢ incluso peor y que el desplome rebasar¨¢ el 5%. El paro roza ya el 14% de la poblaci¨®n activa y sigue subiendo. Los bancos han registrado en 2011 p¨¦rdidas cercanas a los 1.000 millones de euros. Y el consumo roza m¨ªnimos hist¨®ricos. Hay quien asegura que hasta el tr¨¢fico en Lisboa se resiente de la paralizaci¨®n de la econom¨ªa y que, hoy por hoy, hay muchos menos atascos en la capital portuguesa debido a la crisis. ¡°El problema, a mi modo de ver, est¨¢ en la competitividad de las empresas portuguesas. Eso tambi¨¦n lo se?al¨® la troika. Podemos salir de esta recesi¨®n, pero si no somos capaces de crecer para poder pagar la deuda, nada nos puede salvar¡±, a?ade Ferreira Machado.
Un reciente informe de Goldman Sachs es algo m¨¢s preciso: prev¨¦ que Portugal no podr¨¢ volver a los mercados en 2013 y que necesitar¨¢ 30.000 millones de euros adicionales para hacer frente a sus necesidades financieras. Pero a?ade que no ser¨¢ necesario efectuar una quita en la deuda, porque el Gobierno est¨¢ seriamente comprometido con las, en su opini¨®n, necesarias reformas estructurales.
Un segundo rescate a Grecia y el alejamiento definitivo ¡ªlo que a¨²n est¨¢ por ver¡ª del fantasma de la bancarrota helena dar¨¢ aire a Portugal, que ense?ar¨¢, nuevamente, esta semana a los representantes de la troika c¨®mo est¨¢n cumpliendo a rajatabla con los recortes previstos y c¨®mo llevan a cabo punto por punto con el recetario de la austeridad. Pero bastar¨¢ que el laberinto griego se siga enredando para que Portugal tirite de nuevo. ¡°Los ciudadanos lo ven esto con un sentimiento de injusticia¡±, agrega el decano de la Facultad de Econom¨ªa. ¡°Porque parece que, por mucho que hagan, puede que no sirva para nada, y es que la justicia¡±, ¡ªy se encoge de hombros con resignaci¨®n¡ª ¡°tiene poco que jugar aqu¨ª¡±.
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