Un mundo a la deriva
La geopol¨ªtica est¨¢ alej¨¢ndose decisivamente de un mundo dominado por Europa y EE UU
Las reuniones anuales de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han permitido advertir dos tendencias fundamentales que impulsan la pol¨ªtica y la econom¨ªa mundiales. La geopol¨ªtica est¨¢ alej¨¢ndose decisivamente de un mundo dominado por Europa y EE UU y hacia otro con muchas potencias regionales, pero sin un dirigente mundial, y se acerca una nueva era de inestabilidad econ¨®mica debida tanto a los l¨ªmites f¨ªsicos del crecimiento como a la agitaci¨®n financiera.
La crisis econ¨®mica de Europa ha sido el asunto principal de las reuniones del FMI y del Banco Mundial de este a?o. El Fondo est¨¢ intentando crear un mecanismo de rescate de emergencia para el caso de que las econom¨ªas d¨¦biles europeas necesiten otro rescate financiero y se ha dirigido a las m¨¢s importantes econom¨ªas en ascenso ¡ªBrasil, China, India, los exportadores de petr¨®leo del Golfo y otros¡ª para que contribuyan a aportar los recursos necesarios. Su respuesta es clara: s¨ª, pero solo a cambio de m¨¢s poder y votos en el FMI. Como Europa necesita un respaldo financiero internacional, tendr¨¢ que asentir.
Naturalmente, la petici¨®n por parte de las econom¨ªas en ascenso de m¨¢s poder es una historia muy conocida. En 2010, cuando el FMI aument¨® por ¨²ltima vez sus recursos financieros, las econom¨ªas en ascenso aceptaron el trato solo si se aumentaba en un 6%, aproximadamente, la proporci¨®n de sus votos en el FMI, con lo que Europa perdi¨® un 4% aproximadamente. Ahora los pa¨ªses con mercados en ascenso piden una proporci¨®n a¨²n mayor de poder.
No es dif¨ªcil ver la raz¨®n subyacente. Seg¨²n los propios datos del FMI, los actuales miembros de la Uni¨®n Europea representaban el 31% de la econom¨ªa mundial en 1980 (calculado mediante el PIB de cada uno de ellos, ajustado seg¨²n la paridad del poder adquisitivo). En 2011, la proporci¨®n de la UE baj¨® al 20%, y, seg¨²n las proyecciones del Fondo, se reducir¨¢ a¨²n m¨¢s, hasta el 17%, de aqu¨ª a 2017.
Ese descenso refleja el lento crecimiento de Europa en poblaci¨®n y en producci¨®n por persona. La otra cara de la moneda es que la proporci¨®n del PIB mundial correspondiente a los pa¨ªses asi¨¢ticos en desarrollo, incluidos China e India, se ha disparado, del 8% aproximadamente en 1980 al 25% en 2011, y se espera que alcance el 31% en 2017.
Debemos empezar a remar en la misma direcci¨®n, aun cuando no haya un solo capit¨¢n al tim¨®n
EE UU, como es habitual en ese pa¨ªs en estos tiempos, insiste en que no participar¨¢ en ning¨²n nuevo fondo de rescate del FMI. El Congreso de EE UU ha adoptado cada vez m¨¢s pol¨ªticas econ¨®micas aislacionistas, en particular en lo relativo a la ayuda financiera a otros pa¨ªses. Tambi¨¦n eso refleja la decadencia a largo plazo del poder de EE UU. La proporci¨®n del PIB mundial correspondiente a EE UU, que era del 25% aproximadamente en 1980, baj¨® hasta el 19% en 2011 y se espera que descienda hasta el 18% en 2017, momento en el que, seg¨²n la previsi¨®n del FMI, China habr¨¢ superado a la econom¨ªa de EE UU en t¨¦rminos absolutos (ajustados a la paridad de poder adquisitivo).
Pero la traslaci¨®n del poder mundial es m¨¢s complicada que el descenso del Atl¨¢ntico septentrional (UE y EE UU) y la progresi¨®n de las econom¨ªas en ascenso, en particular los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sud¨¢frica). Tambi¨¦n estamos pasando de un mundo unipolar, encabezado principalmente por EE UU, a otro en verdad multipolar, en el que EE UU, los BRICS y potencias menores (como, por ejemplo, Nigeria y Turqu¨ªa) tienen influencia regional, pero se muestran reacias a asumir posiciones de direcci¨®n mundial y en particular a cargar con las consiguientes responsabilidades financieras. La cuesti¨®n no es simplemente que ahora haya cinco o seis potencias m¨¢s importantes, sino tambi¨¦n que todas ellas quieren obtener beneficios a expensas de otras.
Ahora los pa¨ªses con mercados en ascenso piden una proporci¨®n a¨²n mayor de poder
El paso a semejante mundo multipolar presenta la ventaja de que ning¨²n pa¨ªs o bloque peque?o en particular puede dominar a los otros. Cada una de las regiones puede acabar con margen de maniobra y cierto espacio para encontrar su camino. Sin embargo, un mundo multipolar entra?a tambi¨¦n grandes riesgos, en particular que no se atiendan los imperativos mundiales m¨¢s importantes, porque ning¨²n pa¨ªs o regi¨®n particular pueda o quiera coordinar una reacci¨®n mundial ni participar siquiera en ella.
EE UU ha pasado r¨¢pidamente de la direcci¨®n mundial a esa clase de b¨²squeda del beneficio sin contrapartida, con lo que parece esquivar la fase de la cooperaci¨®n mundial. As¨ª, EE UU se abstiene actualmente de participar en la cooperaci¨®n mundial en materia de cambio clim¨¢tico, los planes de rescate financiero del FMI, las metas de la asistencia mundial al desarrollo y otros aspectos de la colaboraci¨®n internacional en la aportaci¨®n de bienes p¨²blicos mundiales.
Las deficiencias de la cooperaci¨®n mundial en materia de pol¨ªticas son particularmente preocupantes, en vista de la gravedad de las amenazas que se deben afrontar. Naturalmente, la actual agitaci¨®n financiera mundial es lo primero que nos viene a la cabeza, pero otras son a¨²n m¨¢s importantes.
De hecho, las reuniones del FMI/Banco Mundial tambi¨¦n abordan un segundo cambio fundamental en la econom¨ªa mundial: los elevados e inestables precios de las materias primas son ahora una importante amenaza para la estabilidad y el crecimiento econ¨®micos mundiales.
Desde 2005, aproximadamente, los precios de los m¨¢s importantes productos b¨¢sicos se han puesto por las nubes. Los precios del petr¨®leo, del carb¨®n, del cobre, del oro, del trigo, del ma¨ªz, del mineral de hierro y de muchos otros productos se han duplicado o triplicado, o han aumentado a¨²n m¨¢s. Tambi¨¦n los combustibles, los cereales y los minerales han resultado afectados. Algunos han atribuido el aumento a las burbujas de los precios de las materias primas, a los bajos tipos de inter¨¦s y al f¨¢cil acceso al cr¨¦dito para la especulaci¨®n. Sin embargo, la explicaci¨®n m¨¢s convincente es casi con toda certeza m¨¢s b¨¢sica.
El aumento de la demanda mundial de productos b¨¢sicos, en particular en China, est¨¢ reduciendo los suministros f¨ªsicos de recursos mundiales. S¨ª, se puede producir m¨¢s petr¨®leo y m¨¢s cobre, pero solo con costes de producci¨®n marginales mucho mayores.
Pero el problema supera la cuesti¨®n de las limitaciones de abastecimiento. El crecimiento econ¨®mico mundial est¨¢ causando tambi¨¦n una crisis medioambiental que cada vez se agrava m¨¢s. Actualmente los precios de los alimentos son altos en parte porque las regiones cultivadoras de productos alimentarios de todo el mundo est¨¢n experimentando los efectos desfavorables del cambio clim¨¢tico inducido por el hombre (como, por ejemplo, m¨¢s sequ¨ªas y tormentas extremas) y de la escasez de agua causada por una utilizaci¨®n excesiva de agua potable de los r¨ªos y los acu¨ªferos.
En una palabra, la econom¨ªa mundial est¨¢ experimentando una crisis de sostenibilidad en la que las limitaciones de los recursos y las presiones medioambientales est¨¢n causando alzas repentinas de los precios e inestabilidad ecol¨®gica. El desarrollo econ¨®mico necesita volverse r¨¢pidamente sostenible adoptando las tecnolog¨ªas y los estilos de vida que reducen las peligrosas presiones a los ecosistemas de la Tierra, lo que tambi¨¦n requerir¨¢ un nivel de cooperaci¨®n mundial que no se ve por ning¨²n lado.
Las reuniones del FMI/Banco Mundial nos recuerdan una verdad m¨¢s general: nuestro mundo, muy interconectado y superpoblado, se ha convertido en un nav¨ªo muy complicado. Para que podamos avanzar, debemos empezar a remar en la misma direcci¨®n, aun cuando no haya un solo capit¨¢n al tim¨®n.
Jeffrey D. Sachs es profesor de Econom¨ªa y director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia. Tambi¨¦n es asesor especial del secretario general de Naciones Unidas sobre los objetivos de desarrollo del milenio.
? Project Syndicate, 2012.
Traducci¨®n de Carlos Manzano.
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