El Banco Central Europeo rebaja los tipos de inter¨¦s a un m¨ªnimo hist¨®rico
Draghi rebaja el precio del dinero 0,25 puntos, hasta el 0,75% Advierte de que los riesgos sobre la econom¨ªa han aumentado Los bancos centrales toman medidas para reactivar la econom¨ªa Rebaja a cero la retribuci¨®n que ofrece por los dep¨®sitos de la banca
Los bancos centrales deber¨ªan ser aburridos. Es lo que dec¨ªa con humor el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, cuando todav¨ªa era segundo de a bordo de la instituci¨®n, a cuenta de que las cosas iban bien precisamente cuando la pol¨ªtica monetaria pasaba desapercibida. Pero aquello fue en 2000, hoy King es gobernador ¡ªlidiando, dicho sea de paso, con el gran incendio del caso Barclays¡ª y las decisiones de estos patrones de la moneda se despiertan expectaci¨®n, a veces ansiedad, en todo el mundo.
Al Banco Central Europeo (BCE) le conf¨ªa hoy Europa buena parte de la salida a esta interminable crisis del euro. Y su presidente, Mario Draghi, logr¨® este jueves algo tan complicado como hacer historia y decepcionar al mismo tiempo. El organismo rebaj¨® los tipos de inter¨¦s oficiales por debajo del 1% por primera vez en sus 12 a?os como gestor de la moneda ¨²nica. La econom¨ªa de la eurozona no acaba de enderezarse, y el organismo ha optado por reducir en 0,25 puntos el precio del dinero, hasta el 0,75%. Es un nivel a¨²n superior a los intereses de Estados Unidos, que oscilan entre el cero y 0,25%; de Jap¨®n, de cero al 0,1%, y del Reino Unido (0,5%).
Una medida de estas caracter¨ªsticas implica te¨®ricamente un abaratamiento del cr¨¦dito y por tanto m¨¢s facilidad para que la renqueante actividad recupere el aliento.
La rebaja del BCE, que se ha tomado por unanimidad entre los consejeros, se suma a la decisi¨®n del Banco de Inglaterra de sacar la artiller¨ªa pesada contra la crisis con la compra de otros 50.000 millones de libras en deuda p¨²blica y la segunda rebaja de tipos del Banco de China en un mes.
La inflaci¨®n no parece ahora un peligro para la econom¨ªa europea
El m¨¢s ortodoxo con la pol¨ªtica antiinflacionista de los grandes bancos centrales dio al fin el paso, pero nadie descorch¨® champ¨¢n en los mercados: la Bolsa espa?ola baj¨® un 2,99% y los inversores exigieron m¨¢s rentabilidad a los bonos a 10 a?os, hasta el 6,7%, s¨ªntoma de la poca confianza en esta econom¨ªa como pagadora.
Ese cuartillo de punto en que se abarata el dinero en Europa ha parecido muy t¨ªmido y Draghi no satisfizo a quienes esperaban que el BCE anunciase compra de bonos o barra libre de cr¨¦dito barato a largo plazo, como el bill¨®n de euros ya colocados. Lo que en el lenguaje de los bancos centrales se conoce como ¡°medidas no convencionales¡±. ¡°No discutimos ninguna otra medida no convencional¡±, dijo Draghi en la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno.
Pero con la Eurozona bordeando la recesi¨®n, y la inflaci¨®n controlada en el 2,4% en junio (y bajando), el BCE s¨ª se ha atrevido con los tipos. La previsible devaluaci¨®n del euro respecto al d¨®lar como consecuencia de la decisi¨®n no es una mala noticia para las exportaciones. Ayer la divisa europea baj¨® con fuerza hasta 1,2381 respecto al d¨®lar. El problema es que la mayor parte de analistas lo ven insuficiente y reclaman armamento pesado. Porque los tipos de inter¨¦s son m¨¢s efectivos la hora de embridar la econom¨ªa que para impulsarla.
John M. Keynes lo explic¨® bien al comparar la pol¨ªtica monetaria con una cuerda: un banco central puede tirar de la cuerda al elevar el precio del dinero para frenar burbujas, pero no puede empujar la cuerda durante las crisis y el d¨¦ficit de confianza.
Ah¨ª es cuando entra en juego la pol¨ªtica. Draghi bendijo la cumbre europea del 29 de junio, cuando los Gobiernos de la UE acordaron sentar las bases para una uni¨®n bancaria. Tambi¨¦n dio la bienvenida a la iniciativa de que el fondo de rescate europeo pueda recapitalizar a los bancos de forma directa, lo que beneficia a Espa?a. Eso s¨ª, advirti¨®, en contra de lo que a veces manifiesta el Gobierno espa?ol, que todas estas actuaciones conllevan condiciones. ¡°Siempre hay condicionalidad, sin ellas no hay credibilidad¡±, recalc¨®.
El BCE ha sido llamado en esta cumbre a actuar como el nuevo supervisor global de la banca europea. ¡°Sea como sea la propuesta final, el BCE debe poder desarrollar su tarea de forma rigurosa, independiente y sin poner el riesgo su reputaci¨®n¡±, a?adi¨® despu¨¦s. Trabajar¨¢n en la supervisi¨®n, a?adi¨®, junto a los supervisores nacionales y apunt¨® que ¡°las nuevas tareas llevar¨¢n rendir cuentas a nivel democr¨¢tico¡±.
Sobre el esc¨¢ndalo de la manipulaci¨®n de los tipos de inter¨¦s en el interbancario brit¨¢nico, el l¨ªbor, Draghi dijo que se tendr¨¢n que llevar a cabo muchos cambios y reconoci¨® que el caso ha demostrado que la supervisi¨®n era ¡°d¨¦bil. Conf¨ªo en que el BCE lo hubiera hecho mejor¡±.
Nada de lo que dijo este jueves induce a pensar que el BCE vaya a comprar m¨¢s bonos en el mercado. ¡°Queremos comportarnos dentro de los l¨ªmites de nuestro mandato¡±, recalc¨®, y este se basa en controlar la inflaci¨®n y garantizar la estabilidad financiera, pero no ser prestamista de ¨²ltimo recurso.
El BCE ha sido m¨¢s t¨ªmido que otros bancos centrales tanto en los tipos de inter¨¦s como en esta compra de bonos de Espa?a e Italia, que es una forma indirecta de inyectar dinero en la econom¨ªa. La operaci¨®n funciona as¨ª: el tir¨®n de su demanda sube el precio de los t¨ªtulos, ahora denostados por los inversores, y reduce la rentabilidad, es decir, los vendedores pagan menos por colocarlos. Esto ayuda a bajar los tipos de inter¨¦s reales e impulsan la econom¨ªa.
El BCE ha invertido 230.000 millones desde 2010, mucho menos la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Jap¨®n. Adem¨¢s, ha parado en seco las compras desde hace meses y ha permitido que los intereses que pagan Espa?a e Italia se disparen.
El cr¨¦dito sigue sin fluir en muchos puntos de Europa y no han surtido efecto aquellas dos macrosubastas de un bill¨®n de euros al 1% a tres a?os, de las que los bancos espa?oles e italianos han suscrito m¨¢s de la mitad. Mucho dinero est¨¢ aparcado precisamente en las arcas del instituto emisor (se depositan unos 800.000 millones diarios), por ello el consejo ejecutivo ha decidido reducir el inter¨¦s que paga por estos fondos, la llamada facilidad de dep¨®sito. La remuneraci¨®n pasa de un 0,25% a cero para que este dinero se vaya a pr¨¦stamos.
El economista italiano admiti¨® este jueves por primera vez este fracaso, al menos parcialmente: ¡°Ya han pasado meses el flujo de cr¨¦dito es d¨¦bil en algunos pa¨ªses¡±, mientras que en otro, como por ejemplo Francia, se mantiene moderado y estable. El problema, dijo, es que estas inyecciones solventaron los problemas de financiaci¨®n de la banca, pero no otros obst¨¢culos para el cr¨¦dito, como la falta de capital y la aversi¨®n al riesgo, los problemas de car¨¢cter nacional.
Para intentar combatir esto, el BCE decidi¨® el 22 de junio aceptar otros valores como garant¨ªas, como los pr¨¦stamos, de forma que incentive a las entidades a prestar dinero. Todas estas medidas, admiti¨®, ¡°se aplican en un ¨¢rea fragmentada, por eso no es obvio que vayan a funcionar¡±.
Draghi dosifica las balas. El problema de la zona cero en los tipos es que no hay mucho m¨¢s que rebajar, porque el riesgo de las grandes medidas siempre es gestionar el d¨ªa de despu¨¦s.
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