Bruselas da la puntilla a las cajas
La UE trata de recluir a las entidades en fundaciones para alejarlas del negocio financiero
¡°Las cajas no han quebrado por ser cajas, sino por actuar mal como bancos¡±. Con esta rotunda frase se expresa lo que ha ocurrido en el sector un alto directivo de un banco que antes fue caja de ahorros. ¡°Estos terremotos ocurren siempre despu¨¦s de los grandes agujeros¡±, explica.
El reciente memorando de Bruselas con el que se articula el rescate bancario ha llegado plagado de exigencias para el sector financiero, pero sobre todo dirige dos dardos a las cajas: deber¨¢n vender la mayor¨ªa del capital de sus bancos filiales y los directivos de las cajas no podr¨¢n estar en las entidades financieras. La Uni¨®n Europea no ha puesto una fecha para que se lleven a cabo estas medidas.
El documento firmado por los ministros de Econom¨ªa de la UE tambi¨¦n advierte de que los bancos viables con ayudas deber¨¢n vender participaciones y activos no estrat¨¦gicos, abandonar actividades que no pertenezcan a su n¨²cleo de negocio, y tendr¨¢n prohibido el pago de dividendos, as¨ª como la remuneraci¨®n de instrumentos de capital.
Adem¨¢s, deber¨¢n demostrar que son capaces de sobrevivir a largo plazo por s¨ª solas. De lo contrario, se vender¨¢n a sus competidores. Por ¨²ltimo, se indica que todas las entidades deber¨¢n cotizar en Bolsa para someterse a la disciplina de mercado.
La obra social ser¨¢ la gran perjudicada, cuando lleguen los recortes
En el sector se considera que las nuevas exigencias son un paso m¨¢s para recluir a las cajas en fundaciones de car¨¢cter especial ¡ªel mismo modelo que se hizo en Italia entre 1990 y 1994¡ª para que el negocio financiero quede lo m¨¢s alejado posible de sus manos. En Italia supuso una ca¨ªda de la competencia en el sector y un encarecimiento de los servicios, consecuencias que algunos analistas auguran para Espa?a. ¡°A Bruselas no le gustan las cajas. Eso est¨¢ claro. Tras barrer las espa?olas, solo quedar¨¢n las alemanas que, por cierto, se agrupan en grandes bancos mayoristas, donde hay miles de millones en activos t¨®xicos que todav¨ªa no se han saneado¡±, comenta el ejecutivo de una entidad.
En definitiva, Bruselas dibuja un sistema que es la puntilla para lo que quedaba de las cajas, tal y como se han entendido hasta ahora. Es decir, aquellas entidades que destinaban el beneficio a nutrir la obra social y las reservas.
Algunos creen que las reformas eran necesarias ¡°porque buena parte de las cajas han cometido errores terribles, como su apetito voraz en el ladrillo y casi haberse convertido en bancos p¨²blicos de las Comunidades Aut¨®nomas¡±, seg¨²n Juan Carlos Mart¨ªnez, profesor de Econom¨ªa del IE Business School.
¡°Las medidas europeas sobre el gobierno corporativo de las cajas, como la prohibici¨®n de duplicidades en los consejos de administraci¨®n de las cajas y de sus bancos filiales, son un paso positivo para mejorar su profesionalidad y reducir aun m¨¢s la politizaci¨®n que todav¨ªa exist¨ªa¡±, apunta Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Valencia. Mart¨ªnez concluye que el esquema tradicional de las cajas ¡°ha llegado a su fin. Est¨¢n en un proceso de extinci¨®n controlada. Ahora hace falta ver c¨®mo queda la obra social¡±.
La UE quiere que las cajas no controlen los bancos filiales
Fuentes de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA) admiten que Bruselas ha dado un paso m¨¢s en el ocaso del modelo cl¨¢sico de cajas. ¡°No se ha hecho una imposici¨®n directa de los poderes pol¨ªticos, al estilo de lo que ocurri¨® en Italia con la Ley Amato. Sin embargo, con los decretos que exigen m¨¢s capital y provisiones, as¨ª como con el memorando de Bruselas, las cajas cambian radicalmente¡±, a?aden desde la CECA. No obstante, aclaran que la obra social no tiene por qu¨¦ desaparecer ¡°en las entidades que se mantienen sin ser nacionalizadas aunque tendr¨¢n que destinar una parte de sus resultados a los dividendos de los accionistas de los bancos, algo no que antes no ocurr¨ªa¡±.
Puede que mantengan su car¨¢cter social, pero desde luego con mucho menos presupuesto. En el sector se apunta a La Caixa y a Kutxabank como las de mayor vocaci¨®n y capacidad de actuaci¨®n social por su solvencia. El resto (salvo las peque?as Caixa Ontinyent y Pollen?a, que son las ¨²nicas cajas que han sobrevivido sin mutaci¨®n gracias a su prudente gesti¨®n), depender¨¢ de c¨®mo termine tras las pruebas de estr¨¦s que Oliver Wyman realizar¨¢ en septiembre y que exigir¨¢n m¨¢s capital. Llegar¨¢n fusiones, ventas y todo tipo de operaciones. A partir de octubre aparecer¨¢ un nuevo escenario financiero que condicionar¨¢ la obra social de las fundaciones de las cajas. Los bancos esperan beneficiarse de esta circunstancia (as¨ª como de los esc¨¢ndalos de las preferentes y de las indemnizaciones de exejecutivos) ya que no han conseguido tener el tir¨®n comercial y de proximidad logrado por las cajas por su vocaci¨®n social.
El presidente de un banco procedente de una caja, que pide el anonimato, dice que la sociedad espa?ola ¡°ha empezado a darse cuenta de lo que supone la p¨¦rdida de la obra social, pero lo que viene en el futuro es mucho peor. Se acabar¨¢ gran cantidad de ayudas sociales justo ahora, que es cuando hacen m¨¢s falta. Las Comunidades Aut¨®nomas y los Ayuntamientos tampoco tienen dinero, por lo que vienen tiempos duros para muchos colectivos que depend¨ªan de nosotros¡±. Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªnez, secretario general de Comfia-CC OO, considera que las nuevas medidas de conversi¨®n en bancos ¡°provocar¨¢n m¨¢s exclusi¨®n social¡±. En 2011 se destinaron 489 millones a temas asistenciales y sanitarios. En total, 1.125 millones para la obra social, que es una cifra similar a la de 2003. Quedan lejos los 2.058 millones que se gastaron en 2008, en plena org¨ªa de la burbuja inmobiliaria.
Para empezar, este a?o hay 12 cajas nacionalizadas, a trav¨¦s de Bankia, Novagalicia y CatalunyaCaixa, cuyo dividendo social se reducir¨¢ dr¨¢sticamente. Y para 2013 todav¨ªa ser¨¢ peor porque dejar¨¢n de recibir dinero de sus bancos filiales y empezar¨¢n a comerse las reservas.
La creaci¨®n del banco malo ser¨¢ clave para la reordenaci¨®n del sector
En Caja Madrid, a punto de transformarse en fundaci¨®n y perder su condici¨®n de entidad financiera, creen que tienen liquidez para un par de a?os sin empezar a vender activos. No obstante, admiten ¡°que debemos cambiar y reducir radicalmente la estructura de gastos. Los actos culturales ser¨¢n los que m¨¢s sufran para volcarnos en los temas asistenciales. De todas formas, los cierres de algunos centros sociales son inevitables¡±, apunta un ejecutivo.
Otro punto relevante del memorando es la obligaci¨®n de que todas las cajas bajen del 50% su participaci¨®n en los bancos filiales. Aunque el Gobierno ha dicho que es un requerimiento ¡°a largo plazo¡±, las entidades est¨¢n preocupadas. ¡°Es el punto m¨¢s novedoso del documento de Bruselas. Creo que no es positivo porque las cajas que ahora poseen m¨¢s del 50% de bancos son las que han tenido una gesti¨®n eficiente¡±, comenta Maudos. Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªnez, de CC OO, cree que esta medida puede llevar a las cajas a ¡°una venta precipitada, minusvalorada e ineficiente como lo que sucedi¨® con Bankia y Banca C¨ªvica¡±. La CECA incluso cree que va contra la Ley de Propiedad y que a nadie se le puede obligar a vender un bien que le pertenece de acuerdo con la normativa.
El tercer aspecto de mayor trascendencia del documento europeo ha sido la obligatoriedad de crear un banco malo. Europa solo ha dibujado por encima sus caracter¨ªsticas, pero se ha reservado sus detalles. Los activos problem¨¢ticos de las entidades que reciban ayuda tienen que ser sacados de los balances. Se supone que en estas Sociedades Gestoras de Activos, eufemismo del banco malo, adem¨¢s del ladrillo estar¨¢n los cr¨¦ditos fallidos incobrables ¡°y otros activos no inmobiliarios¡±, dice el documento de Bruselas que no detalla nada m¨¢s.
Todos estos activos se transferir¨¢n a un banco malo a su valor razonable a largo plazo, es decir, el que puedan tener en el mercado en dos o tres a?os, seg¨²n el Gobierno. La medida ha supuesto un alivio para el sector, que tem¨ªa que se les obligara a vender a precio de mercado. Para hallar este valor se usar¨¢n las pruebas de resistencia realizadas a la banca.
Europa no ha aclarado c¨®mo se valorar¨¢n los activos t¨®xicos
Las p¨¦rdidas para las entidades deben reflejarse en el momento de la separaci¨®n de los activos. Los bancos recibir¨¢n a cambio una peque?a participaci¨®n en el banco malo y bonos garantizados o efectivo. El dise?o de la segregaci¨®n de activos deber¨¢ estar listo en agosto, de modo que el banco malo sea operativo en noviembre.
¡°Las condiciones son ambiguas. Y el esquema tiene riesgos. Si los activos no se pasan a bajos precios a la Sociedad Gestora, ning¨²n inversor querr¨¢ participar en ella. Pero, a la vez, si se deval¨²an mucho, algunas entidades pueden acabar con patrimonio negativo. En ese momento, Bruselas puede obligar a que sean vendidas por tipos de negocio¡±, apunta Alfonso Garc¨ªa Mora, socio director de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Seg¨²n la p¨¢gina web del Ministerio de Finanzas de Holanda, Bruselas destinar¨¢ al banco malo de las entidades que reciban ayudas p¨²blicas hasta 25.000 millones. En principio, el dinero se debe desembolsar en noviembre. Algunos expertos dudan de que con esta cantidad se pueda financiar todos los activos problem¨¢ticos, que en el conjunto del sector suman 187.000 millones.
Todo el sector est¨¢ pendiente de lo que ocurra con los activos malos de Bankia, que ser¨¢ la primera entidad que reciba el dinero de Europa. Seg¨²n fuentes del mercado, la valoraci¨®n que prepara Goldman Sachs confirmar¨¢ la necesidad de los 19.000 millones para sanear los activos da?ados y mantener un 9% de capital. El mercado espera la valoraci¨®n de los activos inmobiliarios de la entidad presidida por Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri. ¡°Si la bajada del precio de los activos inmobiliarios supera los 4.465 millones que ha inyectado el Estado, esta p¨¦rdida podr¨ªa considerarse como d¨¦ficit del Estado, no como deuda p¨²blica¡±, advierte Alfonso Garc¨ªa Mora.
Las cajas, que empezaron su expansi¨®n a mediados de los ochenta, han terminado su aventura en menos de 20 a?os. ¡°Fueron grandes competidores de la banca. Ahora, las que sobrevivan, inician otra etapa¡±, apunta Juan Carlos Mart¨ªnez.
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