Poco cr¨¦dito y caro
Los problemas de financiaci¨®n de las pymes puede ocasionar problemas estructurales
Una de las principales consecuencias de esta crisis procede del negativo impacto que la menor concesi¨®n de cr¨¦dito est¨¢ teniendo sobre la actividad productiva. En econom¨ªas tan dependientes de esta fuente de financiaci¨®n, como es el caso de la espa?ola, las secuelas son especialmente intensas y preocupantes.
En la recientemente publicada encuesta de financiaci¨®n de empresas que realiza el BCE se pone de manifiesto la delicada situaci¨®n en la que se encuentran las empresas, de forma especial aquellas de menor tama?o ¡ªmicroempresas¡ª y de pa¨ªses perif¨¦ricos. Espa?a es el segundo pa¨ªs, despu¨¦s de Grecia, en el que sus pymes consideran que el acceso a la financiaci¨®n es el principal problema al que se enfrentan, que se une a la l¨®gica preocupaci¨®n por un ciclo econ¨®mico que muestra escasas se?ales positivas a corto y medio plazo.
Desde que comenzara la crisis hace ya cinco a?os, la capacidad de las empresas para obtener financiaci¨®n ajena no ha mejorado, a pesar de las medidas que se han adoptado directa o indirectamente para solventar o paliar este problema. Lo que pudiera haber sido una situaci¨®n coyuntural, motivada por factores espec¨ªficos, se ha convertido en una cuesti¨®n estructural que est¨¢ ahogando el ciclo econ¨®mico.
La oferta de cr¨¦dito est¨¢ en su nivel m¨¢s bajo de toda la crisis
Las razones que justifican esta situaci¨®n responden tanto a cuestiones de oferta como de demanda, y poco sentido tendr¨ªa simplificar con exceso el an¨¢lisis cuando la interrelaci¨®n entre ambos es tan estrecha. Por un lado, la recesi¨®n c¨ªclica est¨¢ deteriorando la capacidad de generaci¨®n de ingresos de las empresas, y por tanto la percepci¨®n que los oferentes bancarios tienen sobre su capacidad para devolver los pr¨¦stamos. Pero junto a ello, existen factores vinculados a la oferta de cr¨¦dito, que est¨¢n teniendo un impacto muy significativo. Resulta especialmente llamativo que despu¨¦s de cinco a?os de restructuraci¨®n del sector bancario, la oferta haya alcanzado en el ¨²ltimo semestre su punto m¨¢s bajo desde que comenzara la crisis.
A este menor volumen de concesi¨®n se unen las condiciones aplicadas a aquellas empresas que son capaces de obtener financiaci¨®n. El tipo de inter¨¦s utilizado en las nuevas operaciones se mantiene en niveles muy elevados, sin que se haya producido ninguna disminuci¨®n a pesar de los est¨ªmulos monetarios y financieros que se han aplicado desde 2009. Especial consideraci¨®n merece la situaci¨®n de Espa?a. Si antes de la crisis el coste de financiaci¨®n de las pymes en Espa?a era (irracionalmente) inferior al que ten¨ªan sus competidores europeos, desde 2010 las pymes espa?olas soportan un coste, en media, un 50% superior. La prolongaci¨®n temporal de esta fragmentaci¨®n de los mercados de financiaci¨®n podr¨ªa tener consecuencias estructurales muy negativas no solo para las empresas en activo, sino para los nuevos emprendedores. Las expectativas anunciadas por las empresas no son precisamente halag¨¹e?as. Debido tanto a la percepci¨®n de que el sector bancario no va a estar en condiciones de aumentar su oferta de cr¨¦dito como a que las propias empresas van a requerir m¨¢s financiaci¨®n ajena al disminuir su capacidad de generar recursos internamente, la percepci¨®n es que no asistiremos a una mejor¨ªa notoria a medio plazo.
En este contexto, junto a pol¨ªticas macroecon¨®micas encaminadas a reactivar el ciclo y disminuir el sobreprecio que est¨¢n pagando las empresas espa?olas, ser¨ªa conveniente articular pol¨ªticas activas que permitan una diversificaci¨®n de las fuentes de financiaci¨®n empresarial. La situaci¨®n actual y la reconversi¨®n a la que todav¨ªa se enfrenta el sector bancario lo requieren.
Alfonso Garc¨ªa Mora e Itziar Sola son profesores de Afi, Escuela de Finanzas Aplicadas
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