El porqu¨¦ del ¨¦xito de Turqu¨ªa
Otros pa¨ªses pueden aprender una lecci¨®n en este mundo de ¡®est¨ªmulos¡¯, burbujas y cortoplacismo
Una visita reciente a Turqu¨ªa me hizo pensar otra vez en sus enormes ¨¦xitos econ¨®micos de la ¨²ltima d¨¦cada. El pa¨ªs viene manteniendo un veloz crecimiento econ¨®mico, la desigualdad est¨¢ disminuyendo y hay un auge innovador.
Los logros de Turqu¨ªa son a¨²n m¨¢s notables cuando se piensa en su situaci¨®n geogr¨¢fica. Al oeste est¨¢n Chipre y Grecia, pa¨ªses ambos en el epicentro de la crisis de la eurozona. Al sureste se encuentra Siria, un pa¨ªs desgarrado por una guerra que ya expuls¨® a casi 400.000 refugiados a Turqu¨ªa. En el este est¨¢n Irak e Ir¨¢n. Y al noreste, Armenia y Georgia. Ser¨ªa dif¨ªcil hallar en todo el mundo un vecindario m¨¢s complicado.
Sin embargo, Turqu¨ªa logr¨® hacer grandes progresos en medio de esta regi¨®n convulsa. Tras la marcada ca¨ªda de 1999-2001, la econom¨ªa ha sostenido una media de crecimiento del 5% anual desde 2002 hasta 2012. El pa¨ªs se mantuvo en paz a pesar de las guerras regionales. Aprendi¨® las lecciones del colapso bancario de 2000-2001 y logr¨® que sus bancos se sustrajeran al ciclo de altibajos de la d¨¦cada anterior. Y el partido gobernante gan¨® tres elecciones generales consecutivas, logrando en cada una de ellas una proporci¨®n mayor del voto popular.
El auge de Turqu¨ªa no tiene nada de llamativo. No se basa en burbujas o hallazgos de recursos, sino en fundamentos econ¨®micos. De hecho, Turqu¨ªa no tiene reservas de gas y petr¨®leo como las de sus vecinos, pero esta carencia la compensa con la competitividad de su industria y sus servicios. El turismo por s¨ª solo atrajo a m¨¢s de 36 millones de visitantes en 2012, lo que convierte a Turqu¨ªa en uno de los principales destinos tur¨ªsticos del mundo.
Los logros del pa¨ªs son a¨²n m¨¢s notables cuando se piensa en su situaci¨®n geogr¨¢fica
Para ver la fortaleza de estas bases, basta una breve estad¨ªa en Ankara. El aeropuerto, las autopistas y otras infraestructuras son de primer nivel; una red ferroviaria interurbana de alta velocidad conecta a Ankara con otras partes del pa¨ªs. Gran parte de la ingenier¨ªa avanzada es desarrollo local. Las empresas de construcci¨®n turcas son competitivas internacionalmente y ganan cada vez m¨¢s licitaciones en Oriente Pr¨®ximo y ?frica.
Tambi¨¦n las universidades turcas est¨¢n en ascenso. Ankara se ha convertido en un centro de educaci¨®n superior que atrae a estudiantes de ?frica y Asia. Muchos programas de primer nivel se dictan en ingl¨¦s, lo que garantiza que Turqu¨ªa seguir¨¢ convocando a cada vez m¨¢s estudiantes de todo el mundo. Y desde sus universidades surgen cada vez m¨¢s empresas de tecnolog¨ªa avanzada en campos como la aviaci¨®n, la inform¨¢tica y la electr¨®nica avanzada, entre otros.
Hay que destacar tambi¨¦n las cuantiosas inversiones que Turqu¨ªa ha comenzado a hacer en tecnolog¨ªas sostenibles. El pa¨ªs posee abundantes energ¨ªas renovables (e¨®lica y geot¨¦rmica, entre otras) y es muy probable que se convierta en exportador global de innovaciones de avanzada en tecnolog¨ªa ecol¨®gica.
Las plantas de tratamiento de residuos de un pa¨ªs no suelen ser atractivos tur¨ªsticos, pero el novedoso sistema integrado de gesti¨®n de residuos urbanos de Ankara se gan¨® la atenci¨®n de todo el mundo, y con raz¨®n. Hasta hace pocos a?os, la ciudad volcaba sus residuos en un relleno maloliente e insalubre que ahora, mediante el empleo de tecnolog¨ªa de avanzada, es una zona verde.
La empresa de gesti¨®n de residuos privada ITC recibe cada d¨ªa miles de toneladas de residuos municipales s¨®lidos y los clasifica en dos grupos: materiales reciclables (pl¨¢stico, metales) y desechos org¨¢nicos. Estos ¨²ltimos se procesan en una planta de fermentaci¨®n que produce compost y metano, el cual se usa para generar electricidad en una planta de 25 megavatios. La electricidad se inyecta en la red de energ¨ªa de la ciudad, y el calor de las chimeneas se transfiere a invernaderos que producen tomates, fresas y orqu¨ªdeas.
La diversificada e innovadora base industrial, constructora y de servicios de Turqu¨ªa le rinde grandes beneficios, en un mundo en el que las oportunidades comerciales est¨¢n traslad¨¢ndose de Estados Unidos y Europa Occidental a ?frica, Europa del Este, Oriente Pr¨®ximo y Asia. Turqu¨ªa supo aprovechar bien estas nuevas oportunidades y cada vez exporta m¨¢s a las econom¨ªas emergentes del sur y del este, en vez de a los mercados de altos ingresos de Occidente. Es una tendencia que se mantendr¨¢, conforme ?frica y Asia se convertir¨¢n en importantes mercados para las empresas turcas de construcci¨®n, inform¨¢tica e innovaci¨®n en tecnolog¨ªa ecol¨®gica.
Turqu¨ªa cada vez exporta m¨¢s a las econom¨ªas emergentes
La pregunta es: ?c¨®mo lo hizo? En primer lugar, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y su equipo econ¨®mico (dirigido por el viceprimer ministro, Ali Babacan) decidieron atenerse a lo b¨¢sico y adoptar una mirada de largo plazo. Erdogan asumi¨® el poder en 2003; tras a?os de crisis bancarias e inestabilidad en el corto plazo, el pa¨ªs hab¨ªa tenido que pedir la ayuda del Fondo Monetario Internacional para un rescate de emergencia. Erdogan y Babacan aplicaron una estrategia gradual consistente en reconstruir el sector bancario, controlar el presupuesto y mantener un programa continuo de grandes inversiones en las ¨¢reas que cuentan: infraestructuras, educaci¨®n, salud y tecnolog¨ªa.
Adem¨¢s de eso, tambi¨¦n ayud¨® la habilidad diplom¨¢tica. En una regi¨®n de extremismos, Turqu¨ªa se mantuvo fiel a una postura moderada. A las principales potencias de su vecindario las trat¨® siempre con actitud abierta y diplomacia equilibrada (en la medida de lo posible), lo que la ayud¨® no solamente a mantener el equilibrio interno, sino tambi¨¦n a ganar mercados y conservar aliados, sin el lastre y los riesgos de una geopol¨ªtica divisoria.
Por supuesto que no est¨¢ garantizado que Turqu¨ªa pueda mantenerse para siempre en esta senda de crecimiento acelerado. Cualquier combinaci¨®n de crisis (la eurozona, Siria, Irak, Ir¨¢n o el precio internacional del petr¨®leo) podr¨ªa provocarle inestabilidad. Si hubiera otra crisis financiera global, el ingreso de capitales a corto plazo podr¨ªa verse afectado. Y un vecindario peligroso supone siempre riesgos ineludibles; pero a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada, Turqu¨ªa se ha mostrado notablemente capaz de superarlos.
Adem¨¢s, persiste todav¨ªa un desaf¨ªo prioritario: elevar la calidad educativa y los resultados de los estudiantes, especialmente las ni?as y las mujeres. Afortunadamente, el Gobierno reconoci¨® claramente este desaf¨ªo y lo est¨¢ encarando a trav¨¦s de reformas educativas, mayor inversi¨®n e introducci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n en el aula.
Los ¨¦xitos de Turqu¨ªa hunden sus ra¨ªces en la capacidad de sus gobernantes y en las habilidades de su gente, reflejo de d¨¦cadas de inversi¨®n y de siglos de historia que se remonta a los tiempos del imperio otomano. No se puede pedir que otros pa¨ªses copien esos logros, pero s¨ª pueden aprender una lecci¨®n que muy a menudo se olvida en este mundo de est¨ªmulos, burbujas y cortoplacismo: para lograr crecimiento a largo plazo se necesitan prudencia monetaria y fiscal, voluntad pol¨ªtica de regular a los bancos y la colaboraci¨®n decidida del sector p¨²blico y el privado para invertir en infraestructuras, capacitaci¨®n y tecnolog¨ªas de avanzada.
Jeffrey D. Sachs es profesor de Desarrollo Sostenible, Gesti¨®n y Pol¨ªtica Sanitaria y director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia. Tambi¨¦n es asesor especial del secretario general de Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
? Project Syndicate, 2013.
Traducci¨®n de Esteban Flamini
Este art¨ªculo fue escrito antes del estallido de las protestas contra el Gobierno turco.
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