Jos¨¦ Ovejero defiende la imaginaci¨®n para "no conformarnos con lo que tenemos"

El escritor espa?ol Jos¨¦ Ovejero, ganador del Premio Alfaguara de novela 2013 con la obra "La invenci¨®n del amor", defiende la imaginaci¨®n como ejercicio para "no conformarnos con lo que tenemos", como, seg¨²n dice, hace el protagonista de su relato, quien se inventa una realidad y se convierte en un impostor.

"La invenci¨®n del amor" es el t¨ªtulo de la novela, una obra en la que Ovejero ha querido "dotar de significado" a la pasi¨®n amorosa y "evitar los clich¨¦s, los t¨®picos y la manera idealizada de hablar del amor", indic¨®.

El narrador, quien lleva a cabo una gira por trece pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, asegur¨® en una entrevista con Efe en Ecuador que su libro "es una defensa de la ficci¨®n, de la capacidad de invenci¨®n de otras realidades", aunque no necesariamente "para escaparnos de ellas y protegernos de una realidad fea", como puede ser la propia.

"Es algo que necesitamos constantemente, ese ejercicio de imaginaci¨®n para no conformarnos con lo que tenemos, con aquello con lo que no estamos muy felices ni satisfechos. Si no, nos quedar¨ªamos siempre en la rutina, en nuestros h¨¢bitos, tanto en el ¨¢mbito individual como en el de la pareja o el social", agreg¨®.

Provisto de un componente de suspense, el relato presenta a Samuel, "un hombre que se inventa el amor con una mujer a la que no conoce ni va a conocer, porque est¨¢ muerta y poco a poco, esa invenci¨®n lo lleva a ser un impostor", se?al¨® Ovejero.

La defensa de la imaginaci¨®n y del inconformismo que se hace en "La invenci¨®n del amor" tiene que ver tambi¨¦n con la respuesta de la gente en la calle ante la crisis econ¨®mica que sufre Espa?a y frente al mensaje de los pol¨ªticos, consistente en que "no hay otro remedio" y en que "hay que acostumbrarse" a esta situaci¨®n.

"La gente en la calle lleva dos a?os diciendo que no, que hay otra realidad y que hay que trabajar para conseguirla", apostill¨®.

Y es que, precisamente, el protagonista de la novela es un socio de una empresa de materiales de construcci¨®n que sufre el embate de la crisis, una recesi¨®n que constituye el contexto de la novela y en la que el Madrid contempor¨¢neo "es un actor secundario", comenta Ovejero, quien considera la obra "casi optimista".

"La imaginaci¨®n tiene fuerza, pero la realidad tambi¨¦n; por eso, no me atrevo a ser optimista".

El autor, historiador de formaci¨®n, piensa que su aportaci¨®n a la literatura consiste en trabajar "por una ficci¨®n que no sea escapista" y que se base en "usar la imaginaci¨®n en la literatura".

Ovejero cree que un escritor "debe tener una visi¨®n profunda, original, distinta de la realidad" y disponer de herramientas para la literatura, que se pueden aprender, pero "lo que es m¨¢s dif¨ªcil es ense?ar esa mirada profunda", la cual depende mucho de aspectos como la biograf¨ªa de cada uno y la experiencia, la inteligencia y la sensibilidad, dijo.

Sobre su proceso creativo, el autor explic¨® que no conoce del principio al fin el discurrir de sus narraciones, sino que va trabajando diferentes escenas que dan forma a sus novelas.

"Normalmente, empiezo con una escena que se me ocurre, me doy cuenta de que me interesa y no se me va de la cabeza. Entonces me pongo a escribir, a ver c¨®mo la voy desarrollando para convertirla en una historia de verdad", explic¨®.

No se trata de una obra autobiogr¨¢fica, aclara el escritor, quien precisa que lo que s¨ª comparte con el protagonista es el barrio de Madrid donde se desarrolla la historia, en la zona comprendida entre Tirso de Molina y Lavapi¨¦s.

Ovejero no se plantea metas en su trayectoria literaria y dice que le basta "seguir escribiendo y tener un p¨²blico al que le interese lo que escribo".

Y sobre lo que le interesa a sus lectores de sus novelas, el autor revela que en el caso de "La invenci¨®n del amor" quieren saber, sobre todo, cu¨¢nto hay en ¨¦l de Samuel, el protagonista, y detalles sobre las relaciones entre los personajes.

"Hay cosas de las que querr¨ªan saber m¨¢s. Pero esta es una curiosidad que no se puede satisfacer del todo", confiesa el autor.

Jes¨²s Sanch¨ªs.