Las carreteras de Afganist¨¢n, en p¨¦simo estado tras inversi¨®n multimillonaria
Las carreteras de Afganist¨¢n est¨¢n en p¨¦simo estado pese a que los gobiernos de EE. UU. y otros pa¨ªses occidentales invirtieron en ellas 4.000 millones de d¨®lares (2.953 millones de euros), debido a que el Ejecutivo afgano no puede mantenerlas, seg¨²n inform¨® hoy el diario "The Washington Post".
Seg¨²n las fuentes oficiales estadounidenses citadas por el rotativo, Afganist¨¢n no tiene la capacidad de preservar estas v¨ªas, que comenzaron a construirse en 2001, cuando hab¨ªa menos de 80 kil¨®metros de carreteras pavimentadas en ese pa¨ªs.
"No ha habido nada. Ning¨²n mantenimiento", dijo al peri¨®dico una fuente oficial estadounidense.
Estados Unidos se niega desde 2012 a financiar el mantenimiento de las carreteras por falta de confianza en el Gobierno afgano para llevar a cabo las labores de preservaci¨®n, seg¨²n el rotativo estadounidense.
No obstante, s¨ª continua construyendo carreteras y autopistas de presupuesto multimillonario con fondos asignados a?os atr¨¢s.
El director de mantenimiento del ministerio de Obras P¨²blicas de Afganist¨¢n, Aref Raiskhel, esgrimi¨® en declaraciones a "The Washington Post" que el Gobierno est¨¢ haciendo cierto mantenimiento pero que no tiene "suficientes fondos", por lo que pide ayuda a EE. UU.: "Les ruego que nos ayuden una vez m¨¢s", dijo.
Sin embargo, una fuente oficial estadounidense replic¨® que es muy dif¨ªcil justificar en Washington un aumento de estos fondos "a no ser que haya alg¨²n tipo de respuesta en el otro lado".
Seg¨²n fuentes de las Fuerzas Armadas citadas por el diario, el p¨¦simo estado de las carreteras dificulta las operaciones militares, perjudica al comercio y causa numerosos accidentes mortales.
Estas condiciones se dan en buena parte de los casi 17.000 kil¨®metros (10.000 millas) de carreteras y autopistas construidas con fondos occidentales, destrozadas por el uso excesivo y las explosiones, a pesar de que ya han sido reparadas en m¨¢s de una ocasi¨®n por las tropas estadounidenses y los contratistas.
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