Cambios en Fr¨¢ncfort
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido reunirse cada seis semanas en vez de cada mes. La autoridad monetaria anticipa un prolongado periodo de tipos pr¨®ximos al 0% y no ser¨¢ necesario tomar decisiones para justificar debates y ruedas de prensa de Mario Draghi cada mes. Las tensiones dentro del Consejo entre Alemania y sus sat¨¦lites y el resto deben ser duras y seguramente, con buen criterio, Draghi ha optado por reducir el n¨²mero de combates. Cuando el BCE ha tenido que actuar de urgencia lo ha hecho y esa opci¨®n se mantiene. Por lo tanto, este cambio no es trascendental.
Tampoco parece que lo vaya a ser su tan anunciada subasta TLTRO para pr¨¦stamos a pymes. Los peque?os empresarios espa?oles que padecen directamente la restricci¨®n de cr¨¦dito y confiaban en esta medida no deben hacerse muchas ilusiones.
Primero, no entra en vigor hasta septiembre y ser¨¢ progresiva. Segundo, para los bancos espa?oles la exigencia es que el cr¨¦dito a empresas no caiga m¨¢s que el pasado a?o pero puede seguir cayendo hasta 2016. En 2016 la exigencia es que el cr¨¦dito neto deje de caer. Pero eso tampoco garantiza que crezca.
Para la banca espa?ola es una buena medida que garantiza financiaci¨®n a medio plazo a tipos del 0,25%. Esto es lo que hac¨ªa hasta ahora el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) pero a tipos mucho m¨¢s elevados que pagaban las empresas beneficiarias. Por lo tanto, la banca dejar¨¢ de dar cr¨¦ditos ICO y los dar¨¢ directamente. Que sea a tipos m¨¢s bajos que los actuales est¨¢ por ver. Lo que no resuelve el BCE, igual que no lo hac¨ªa el ICO, es el riesgo de impago. Por lo tanto, las exigencias de garant¨ªas y el racionamiento del cr¨¦dito continuar¨¢.
El Gobierno tiene la oportunidad de utilizar el ICO como una verdadera agencia estatal para fomentar la innovaci¨®n y el cambio de nuestro modelo productivo, condici¨®n necesaria para crear empresas, crear empleo y mejorar los salarios y las condiciones de los trabajadores. Pero para eso primero hay que tener un plan que este Gobierno ni tiene, ni se le espera.
La medida para frenar el desplome del cr¨¦dito y la din¨¢mica deflacionista en la que est¨¢ inmersa la econom¨ªa espa?ola, la da el BCE en su comunicado. La clave ser¨¢ un ejercicio de valoraci¨®n de activos y estr¨¦s test cre¨ªble que el BCE va a dirigir el pr¨®ximo oto?o, donde se juega su credibilidad como supervisor. El problema es que no hay uni¨®n bancaria, mecanismo de resoluci¨®n, ni seguro de dep¨®sito europeo.
Si el BCE identifica una entidad con problemas de solvencia necesitar¨¢ la aprobaci¨®n del Gobierno de ese pa¨ªs para inyectar capital p¨²blico. Por lo tanto, tenemos un m¨¦dico que si detecta una enfermedad grave no puede suministrar f¨¢rmacos directamente al enfermo. Europa sigue en construcci¨®n y sin resolver la crisis de la deuda. Y la din¨¢mica es entr¨®pica.
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