Venta de ¡®sushi¡¯ en la tierra del cordero

Cuando se quiere resaltar la dificultad de comercializar algo se suele decir que es m¨¢s dif¨ªcil que vender hielo a un esquimal. Seguramente, Rodrigo Roche y Mar¨ªa Coco escucharon algo similar cuando hace dos a?os comenzaron a hablar de su emprendimiento. Pero hoy, Sushicatessen, una red de restaurantes especializados en comida japonesa que inici¨® su andadura nada menos que en Segovia, la tierra del cordero y del cochinillo asado, es una realidad. ¡°En nuestro entorno hubo quien apost¨® porque cerrar¨ªamos antes de tres meses¡±, recuerda Rodrigo. Ellos, sin embargo, contaban con una ventaja: eran periodistas y propietarios de una agencia de comunicaci¨®n y contaban con conocimientos para promocionar el proyecto.

¡°Desde el principio pudimos aplicar todo lo que hab¨ªamos aprendido y experimentado en el desarrollo de nuestra agencia¡±, cuenta Mar¨ªa Coco. ¡°Y todo es todo, empezando por la creaci¨®n de la marca, el nombre, y todo el proyecto que siempre hab¨ªamos querido crear desde cero¡±. Los premios, tanto desde Espa?a como desde el extranjero, no tardaron en llegar. ¡°Desde Londres nos dieron la enhorabuena por haber dado con una marca tan f¨¢cil de pronunciar internacionalmente. Adem¨¢s, nos concedieron dos premios: uno por la identidad visual de la marca [el premio a la mejor identidad corporativa en los Premios Internacionales Anuaria para Espa?a y Portugal] y el otro fue el bronce en los European Desing Adwards celebrado en la ciudad alemana de Colonia¡±, relata Rodrigo.

En el local que la marca tiene en Segovia, a escasos minutos andando del famoso acueducto romano, surge la pregunta inevitable: ?Por qu¨¦ aqu¨ª? ?Por qu¨¦ en un sitio en apariencia tan poco prometedor para la venta de sushi? ¡°Segovia, con 50.000 habitantes, es la tercera ciudad m¨¢s peque?a de Espa?a. Si funcionaba aqu¨ª, funcionar¨ªa en cualquier sitio. Enseguida vimos que, en ciudades como Segovia o Logro?o, una cocina tan en boga como el sushi carec¨ªa pr¨¢cticamente de presencia. Entonces nos encontramos con dos clases de clientes potenciales en este tipo de ciudades: los que lo prueban cuando viajan y los que, por no viajar, no tienen posibilidad de probar esta cocina. En Madrid o en Barcelona ser¨ªamos uno de tantos¡±.

Segovia funcion¨®, as¨ª que Sushicatessen salt¨® primero a Logro?o y, desde principios de este a?o, a Valladolid, donde la firma estren¨® franquicia, la f¨®rmula que han elegido para expandirse. ¡°Creemos que Sushicatessen es perfecto para quien quiera abrir una franquicia. Claro que no vale cualquiera. Buscamos franquiciados que se adapten a la filosof¨ªa de la marca. Esto quiere decir que no buscamos al simple inversor que no se implica en el d¨ªa a d¨ªa del negocio, sino a alguien que gestione la empresa de forma constante. Si, adem¨¢s, es alguien que se juega sus ahorros, va a ir mejor¡±, explica Rodrigo.

En Sushicatessen las ¨¢reas de trabajo est¨¢n bien repartidas. Rodrigo se encarga de la gerencia y de la parte gastron¨®mica de la empresa, mientras que Mar¨ªa se ocupa de todo lo que tiene que ver con la comunicaci¨®n y la imagen de marca. A partir de aqu¨ª, esta pareja de emprendedores quiere destacar el papel vital de trabajadores y proveedores. ¡°Nosotros part¨ªamos de cero, al igual que nuestros trabajadores. Esto quiere decir que todos hemos aprendido sobre la marcha. Las personas que est¨¢n trabajando en la empresa vienen de diferentes sectores, lo que quiere decir que, para nosotros, lo m¨¢s importante es contar con gente de la que te puedas fiar, m¨¢s all¨¢ de su experiencia¡±, dice Mar¨ªa. Sobre este punto, Rodrigo a?ade: ¡°Hay quien nos pregunta por nuestros cocineros japoneses. No son japoneses, son espa?oles. Pero, igual que no hay que ser valenciano para hacer una paella, tampoco hay que ser japon¨¦s para hacer sushi. Se aprende y ya est¨¢. Buscamos gente con ganas y nosotros la formamos si nos convence¡±.

Mar¨ªa rescata momentos ¨²nicos vividos en Sushicatessen. ¡°El d¨ªa que abrimos, cuando a las diez de la noche a¨²n ten¨ªamos una cola de clientes, se nos acab¨® el producto, yo estaba embarazada, y los empleados de nuestra agencia de comunicaci¨®n vinieron a trabajar aqu¨ª, sin tener obligaci¨®n de hacerlo. Tambi¨¦n me dio un subid¨®n cuando vino el embajador japon¨¦s en Espa?a y nos dijo que nuestro sushi era tan bueno como el de su pa¨ªs¡±.