Del Kremlin a la Reserva Federal
La Fed siente la necesidad de subir tipos por pura precauci¨®n y tambi¨¦n para poder bajarlos si la econom¨ªa entrara en recesi¨®n
La econom¨ªa estadounidense cre¨® 215.000 puestos de trabajo no agr¨ªcolas en julio. Es el dato-rey de todos los que se publican a lo largo del mes en los Estados Unidos. Al fin y al cabo, si el objetivo de la actividad econ¨®mica es la creaci¨®n de riqueza, y si esa riqueza se desborda hacia todas las capas de la poblaci¨®n mediante la generaci¨®n de puestos de trabajo (lo que mantiene la concordia social) nada tiene de extra?o la carga simb¨®lica y real del dato.
Pero a¨²n hay m¨¢s. Ese dato-rey que es la creaci¨®n de puestos de trabajo sirve tambi¨¦n para que los dirigentes del pa¨ªs puedan conocer c¨®mo de intensa es la actividad econ¨®mica en un momento determinado y comprobar que la econom¨ªa no est¨¢ ni demasiado caliente (con riesgo de generar inflaci¨®n) ni demasiado fr¨ªa (y en peligro de caer en recesi¨®n). El problema es que ahora no hay peligro de inflaci¨®n por ning¨²n lado pero seis a?os seguidos de creaci¨®n de empleo y una tasa de desempleo de 5,3% es lo que todo el mundo hubiera asociado en otra ¨¦poca con una econom¨ªa sobrecalentada y a punto de necesitar una subida de tipos de inter¨¦s. Adem¨¢s, componiendo un verdadero puzle, el empleo creado es, en general, de baja calidad y mucha gente ha renunciado a buscarlo lo que ha llevado la tasa de participaci¨®n en la poblaci¨®n activa en EEUU a niveles de hace 37 a?os. De los dos hechos se puede inducir la existencia de un malestar social subterr¨¢neo. Algo que preocupa en Washington.
Ante ese rompecabezas la Reserva Federal siente la necesidad de subir los tipos de inter¨¦s por pura precauci¨®n y tambi¨¦n para poder bajarlos si la econom¨ªa estadounidense entrara en recesi¨®n. O, lo que viene a ser lo mismo, no tiene motivos buenos ni acuciantes para subirlos.
Los mercados financieros entretanto intentan adivinar cuando ser¨¢ esa subida, y manejan como fechas m¨¢s probables septiembre y diciembre. Escrutan para ello cualquier discurso de los miembros del Comit¨¦ de la Reserva Federal que toma esas decisiones (FOMC por sus siglas en ingl¨¦s) en una labor que recuerda la de los kremlin¨®logos quienes, mientras existi¨® la URSS, intentaban evaluar, ayudados por los m¨¢s leves indicios, el estado de las luchas internas entre sus dirigentes. Pero si ninguno de ellos logr¨® siquiera entrever el derrumbe de la URSS puede que algo parecido le suceda ahora a sus ep¨ªgonos: la ca¨ªda de la productividad y de los beneficios empresariales no dicen nada bueno sobre la salud de la econom¨ªa en de Estados Unidos, algo que la Reserva Federal tendr¨¢ sin duda en cuenta y que puede que le lleve a lo que para ella es el peor de los mundos: no poder subir los tipos de inter¨¦s ni en septiembre ni en diciembre porque la debilidad de la econom¨ªa de los EE UU lo desaconseje.
Juan Ignacio Crespo es estad¨ªstico del Estado y autor del libro ¡°Como acabar de una vez por todas con los mercados¡±
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